DIARIO FINANCIERO – Dos empresas francesas se han adjudicado contratos en el sector transporte en Chile. Tras la inauguración del nuevo terminal internacional del aeropuerto de Santiago, el desarrollo de la red de transporte chileno continúa en un contexto de confianza y alianzas de larga data entre Francia y Chile.
El año 2022 arrancó fuerte para las empresas francesas en el transporte terrestre en Chile. Una empresa francesa obtuvo los principales proyectos en la licitación para la nueva Línea 7 del Metro de Santiago: Alstom realizó un contrato de 355 millones de euros para proporcionar el sistema de señalización, 37 trenes Metrópolis y 20 años de mantenimiento. Además, Redbus Urbano, filial de Transdev -el campeón francés del transporte urbano-, confirma su posición de proveedor importante del sistema de transporte público de Santiago, ganando la licitación de la concesión por 450 millones de euros que extiende las operaciones de Redbus Urbano en cinco años, con la posibilidad de prolongación por cinco años suplementarios.
Las empresas francesas refuerzan así su posicionamiento en el ámbito del transporte terrestre y la movilidad sostenible en Chile. El sector del transporte público constituye uno de los puntos más sólidos de la relación comercial bilateral franco-chilena. Siempre en el ámbito del transporte público, expertos en equipamiento (Alstom, Thales, Faiveley, etc.), empresas de ingeniería (Systra, Egis, Ingerop), constructores (Vinci, Colas Rail etc.), operadores (Transdev, RATP) y Los bancos franceses (Société Générale, BNP Paribas) tienen una presencia histórica y sólida en Chile.
En la aviación, el grupo francés ADP-Vinci es el principal actor del consorcio Nuevo Pudahuel, concesionario del aeropuerto de Santiago. Thales es el principal proveedor de radares de vigilancia aérea de la DGAC chilena. Estas alianzas franco-chilenas contribuyen a la proyección de Chile en América del Sur: este país dispone de la tercera red de Metro, del hub internacional más moderno, con el aeropuerto de Santiago con su capacidad de 38 millones de pasajeros por año, y de la red de buses eléctricos más extensa.
Un tercio del consumo mundial de energía se debe al transporte, razón por la cual disminuir la huella de carbono es un desafío industrial. El crecimiento de la población de Santiago requiere mejorar la calidad, la confianza y la seguridad del transporte, permitiendo así que la ciudad ofrezca a millones de pasajeros una alternativa al desplazamiento en automóvil.
La experiencia francesa de movilidad inteligente y sostenible representa, en consecuencia, un saber hacer fundamental para mejorar la gestión de tráfico sostenible a través de la utilización de tecnología innovadora. Esta alianza franco-chilena está marcada por la confianza y una colaboración de larga data entre ambos países.
Fuente: Diario Financiero, Martes 22 de Marzo de 2022