PULSO – La crisis hídrica que afecta a gran parte del país se tomó la agenda esta semana luego que el Presidente Gabriel Boric no descartara un racionamiento de agua potable para la Región Metropolitana (RM), especialmente para la zona oriente de la capital. La señal de alerta del Mandatario volvió a abrir el debate sobre la formas de enfrentar el problema al largo plazo y la conciencia que debe adoptar la ciudadanía y los sectores productivos con el uso eficiente del agua.
Un ranking eleborado en base a estadísticas de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) al cierre del 2021 reveló que las comunas con mayor consumo de agua potable por cliente residencial (que no contabiliza a industrias o instituciones) a nivel país se encuentran principalmente en la Región Metropolitana y Valparaíso. Ambas regiones están en el momento más crítico de su historia debido a la escasez de lluvias en la zona central y la debilidad de las cuencas del Río Maipo, Mapocho y Aconcagua.
Según el reporte del organismo regulador, las comunas de Pirque y Lo Barnechea, con 211,2 y 198,1 litros diarios de consumo por cliente residencial, respectivamente, lideran el ranking a nivel nacional, seguidas por Puchuncaví (190,5 litros/día), Colina (145,8 litros/día) y Calera de Tango (143,5 litros/día).
“El territorio de la comuna de Pirque es más del 95% rural, a diferencia de otras comunas del país, lo cual hace que muchos predios residenciales posean gran extensión. Los vecinos riegan por riego tendido, sacando agua de canales y acequias para regar. Sin embargo, debido a la sequía muchos vecinos riegan sus jardines, cultivos y/o piscinas con agua potable”, afirma el alcalde de Pirque, Jaime Escudero, al explicar el liderato de su comuna en el ranking de uso de aguas.
Dentro las 10 primeras del listado de la Superintendencia también predominan comunas del litoral central en la Región de Valparaíso. Además de Puchuncaví (donde se ubican las localidades de Maitencillo y Horcón, entre otras), están las comunas de Zapallar (135,5 litros/día) y Santo Domingo (115,9 litros/día).
Por contrapartida, comunas como Chillán Viejo (Región del Ñuble) y Navidad (Región de O’Higgins) tienen los consumos residenciales más bajos con 36,7 y 36,1 litros diarios, respectivamente.
“Si bien el consumo domiciliario no es el más importante en términos de consumo total de agua, en Chile aún hay un potencial para un uso doméstico más eficiente. Actualmente, el consumo promedio por persona en zonas urbanas alcanza los 170 litros por día, en circunstancias que, por ejemplo, el promedio en la Unión Europea está en los 124 litros por día. Para llegar a estos valores será relevante el adecuado diseño de los jardines y mantener en buenas condiciones los artefactos de la casa, pero fundamentalmente el cambio de hábitos al tomar conciencia de que el agua potable es un bien escaso”, afirma el superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas.
Complejo panorama en la RM
Al hacer foco en el Gran Santiago, el listado revela que las comunas con mayor consumo de agua están lideradas, además de Lo Barnechea, por Vitacura, La Reina, Huechuraba y Las Condes.
“Tenemos un problema en particular en el sector oriente (de la capital) donde no podemos descartar, y ojalá no lleguemos a esto, pero no podemos descartar eventuales racionamientos de agua, dado el nivel de la crisis”, dijo el Presidente Boric esta semana a propósito de la debilidad que hoy presentan comunas como Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, cuya principal cuenca de suministro es el río Mapocho.
El alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, reconoce el aumento de la demanda de consumo de agua en su comuna, producto del crecimiento de la población y de las áreas verdes privadas y públicas. “Desde el año pasado venimos trabajando en una estrategia hídrica comunal que permita contribuir al ahorro de agua. Esta contempla, entre varias otras acciones, la eliminación de pastos inútiles y el recambio de áreas verdes en el corto, mediano y largo plazo”, afirmó el edil.
La debilidad mostrada por las comunas del sector oriente es levemente menos crítica en el resto de la capital debido a las reservas de agua en el embalse El Yeso, que nutre a esa zona. Al 28 de febrero, el embalse contaba con 166 millones de metros cúbicos, superior a los 140,1 millones de metros cúbicos del cierre de 2020.
“En el sector oriente de la capital las viviendas tienen mayores superficies de áreas verdes que el promedio de la ciudad. Esto explica el mayor consumo. En este sentido, es importante destacar que estas comunas tienen un importante potencial de ahorro si se consideran medidas de eficiencia. Estas van desde la utilización de sistemas automáticos de riego y horarios adecuados para regar, hasta el cambio de la vegetación utilizada, con un mayor énfasis en especies autóctonas que tienen un menor consumo de agua”, complementa Jorge Rivas.
En la otra vereda del ranking para la capital se encuentran las comunas de San Miguel, Ñuñoa y Estación Central, cuyos consumos residenciales por día está bajo los 50 litros por cliente.
Uso eficiente y política pública
Para los expertos, la zona central esta viviendo el momento más crítico de su historia reciente, más allá de la posibilidad de un racionamiento puntal en las comunas del sector alto de la capital.
Para Ulrike Broschek, subgerenta de sustentabilidad de Fundación Chile, el tema de fondo pasa por el agotamiento estructural de las reservas de agua, independiente de la cantidad de nieve o agua de lluvia caída cada temporada.
“El problema es que, en la medida que tengamos una demanda que supere la disponibilidad, esto hace que estemos hoy sosteniendo nuestro desarrollo con reservas de agua. Entonces, no es un desarrollo que se sostenga en el tiempo, porque cuando nosotros estamos sacando más agua que la que tenemos, naturalmente estamos usando las reservas. En el fondo es que te estás gastando la línea de crédito”, afirma la experta de Fundación Chile.
Dado que se vislumbra un panorama aún más exigente para el mediano y largo plazo, Ulrike Broschek cree que hay que tomar medidas radicales y adaptar el desarrollo futuro a las nuevas condiciones.
“En todos los países donde han ocurrido crisis hídrica como la que nosotros estamos teniendo -como Australia, Singapur e Israel-, hay un común denominador y es que el Estado se hace cargo: genera una transición hídrica profunda, con un liderazgo relevante, tomando diferentes decisiones e implementando varias acciones paralelas en distintos ámbitos. Acá no basta, por ejemplo, con que el Estado se transforme en un facilitador de espacios de diálogo para salir del problema. Tiene que haber un liderazgo con tomas de decisión entre todos los sectores”, afirma la experta, quien menciona una mayor eficiencia en el uso de aguas de la agricultura y mayor tarificación para el sobreconsumo residencial como ejemplos de medidas.
El superintentende Jorge Rivas coincide en que el eficiente uso del agua potable es un concepto que debe cruzar a todas las actividades del país. “Por cierto, el consumo total va a ser distinto (residencial versus industrial), pero en todos los casos se puede optimizar para asegurar el uso más eficiente”, concluye la autoridad.
Fuente: Pulso, Sábado 19 de Marzo de 2022