PULSO – En medio del crítico escenario hídrico que afecta a la zona centro-norte del país, la Región Metropolitana (RM) ha evidenciado una leve mejoría en los niveles de respaldo del suministro de agua potable. El clave embalse el Yeso, principal fuente de suministro para la capital, registra hoy 167 hm3 de capacidad embalsada, un fuerte avance respecto de los 140,1 hm3 de volumen almacenado al cierre 2020, de la mano de los acuerdos logrados con los canalistas del Maipo para transferir agua de riesgo de la agricultura para el consumo humano, entre otros factores.
El trato con las Asociaciones de Regantes de la Primera sección del río Maipo de agosto 2021 involucró alzas en el precio de las aguas transferidas y ha permitido aportar el 27% de lo que demanda la capital durante. Así, según Aguas Andinas, en 2021 las compensaciones por transferencias de agua se incrementaron en $ 2.236 millones respecto del año anterior, en el marco de compras que alcanzaron los 272 hm3 aproximadamente.
“El acuerdo de colaboración con las Asociaciones de Regantes se encuentra en operación, y es así como en el directorio de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo se han coordinado traspasos de agua durante el período estival, asegurando las reservas suficientes en el embalse el Yeso para enfrentar el invierno de 2022″, afirmó la sanitaria en un reporte a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), donde agregó que el alza en el precio de los traspasos incluye umbrales que definen valores de alta y baja demanda en función de la escasez hídrica del río.
Si bien el director de Operaciones de Aguas Andinas, Daniel Tugues, recalca que la situación hídrica de la RM_es compleja dada la estrechez de los caudales de los ríos Maipo y Mapocho, entrega una señal de mejoría en las condiciones respecto de meses anteriores. “No visualizamos en el corto plazo problemas en el suministro en el Gran Santiago. Pero también hay que ser claros. La ciudad necesita más infraestructura. Hoy, la situación se ha hecho más compleja y la disponibilidad de agua en los ríos Maipo y Mapocho está al límite, las reservas como los glaciares se derriten, las precipitaciones en invierno son mínimas y no se acumula nieve en la cordillera”, explica.
El ejecutivo precisa que el esfuerzo de mejorar la situación hídrica también compromete otros proyectos clave, como el reúso de aguas depuradas desde las biofactorías para usos agrícolas, pozos de emergencia en fajas de canales, estudio y diagnóstico de la gestión del río Maipo y modernización para un mejor uso del agua en la cuenca, entre otros.
Rafael León Bilbao, de la Asociación Canales de Maipo, que representa al 20% de los canalistas de la primera sección del afluente, destaca el esfuerzo hecho por los agricultores en esta emergencia hídrica que afecta a la capital. “Es agua que se está transfiriendo ahora en el período de riego, lo que es un sacrificio de los agricultores. No se trata de agua que sobra”, afirma León.
La cautela de la autoridad
Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, hace hincapié en que el acuerdo con los canalistas confirma al agua como un bien nacional de uso público, donde la prioridad es el consumo humano, y destaca las soluciones en que se trabaja para los próximos meses para atenuar los efectos de la sequía.
En paralelo con las soluciones de emergencia, se espera que a fines de junio empiece la operación de los Pozos de Lo Mena, que va a proveer de 1.500 litros por segundo adicionales a toda la zona sur de Santiago. También, añade, en mayo o junio estará lista la ampliación que duplica la planta de agua potable Padre Hurtado, que ya muestra un avance del 78% y que va a permitir tener del orden de 1.000 litros por segundo.
“A pesar de la enorme sequía, la situación de la RM en general es positiva. Por supuesto que seguimos con preocupación, porque la sequía continúa y se hace aún más dura. Por eso seguimos haciendo el llamado para disminuir los consumos, pero lo que se planificó para tener una seguridad hídrica para la ciudad ha dado buenos resultados”, dice Moreno.
Sin embargo, alerta por la compleja situación que aún mantiene la zona oriente de la capital (Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea), que es abastecida por un crítico caudal del río Mapocho.
Este afluente ha tenido un caudal promedio de 1,39 m3 por segundo en febrero, lo cual es levemente superior a lo que tuvo en el período 2019-2020, precisa Moreno, quien asegura que, en paralelo, la demanda ha bajado levemente respecto de años anteriores.
“Estos dos elementos permiten decir que para febrero ha disminuido el riesgo -aunque sigue existiendo- que pudiéramos tener un racionamiento en esos barrios. De todas maneras hay que mantener la alerta, particularmente por el inicio de marzo, cuando se produce un aumento importante de la demanda debido a que las personas retornan de sus vacaciones y reabren los colegios. Por ello, marzo es nuestra principal preocupación en este momento”, enfatiza Moreno.
Desde Aguas Andinas también ponen una nota de cautela para esta zona. Daniel Tugues afirma que la zona abastecida por el Mapocho se encuentra en un escenario de mayor vulnerabilidad porque su caudal se ha visto más afectado y además es un río de una escala mucho menor al Maipo. “En este sector, también hemos desplegado diversas obras para reforzar el suministro con más capacidad de reservas en las plantas San Enrique y San Antonio y la modernización de la planta Padre Hurtado, y seguimos trabajando en distintas alternativas para robustecer esta zona. De existir una alerta de restricción concreta, ésta será informada oportunamente a la comunidad”, manifiesta el ejecutivo.
Fuente: Pulso, Sábado 19 de Febrero de 2022