DIARIO FINANCIERO – En una de sus últimas intervenciones en el cargo, el ministro de Obras Públicas (MOP) Alfredo Moreno presentó el Plan Nacional de Infraestructura para la Movilidad 2020-2050 al Presidente Sebastián Piñera, iniciativa que constituye una carta de navegación para potenciar el sector en el largo plazo.
El titular del MOP define esta propuesta como “un esqueleto que requiere el país para poder crecer”, y se sustenta en tres grandes ejes: eficiencia económica, equidad territorial e impacto medioambiental, con el fin de distribuir los beneficios per cápita a partir de una fórmula balanceada entre las regiones. A ello suma el hecho de conseguir menos emisiones y tener un bajo impacto en las áreas protegidas del país.
Todas medidas que requerirán una inversión “superior a los US$50 mil millones” desde la fecha a 2050, y aportarán al crecimiento del PIB con mayor competitividad y productividad entre las empresas vinculadas a los sectores portuario, vial, ferroviario y aéreo.
Ya a casi un mes de que la actual administración deje La Moneda, un conjunto importante de estos proyectos tiene prevista la implementación de hitos clave que dependerán de las decisiones del gobierno entrante. La mayoría corresponde a concesiones que serán llamadas a licitación durante el primer trimestre del 2022, en tanto otras ya iniciaron su construcción. La objetivo es “buscar la mejor manera para con una mayor población y con una infraestructura que sea capaz de resisitir eso, se pueda brindar la mayor comodidad a las personas. Y del punto de vista de la actividad económica, que sea logísticamente lo más eficiente”, señala Moreno.
Descongestionar las ciudades y mejorar los tiempos de traslado
De acuerdo al ministro, “hay ciertas regiones, además de la Región Metropolitana, que necesitan una modificación sustantiva en su movilidad”, por lo que crear circunvalaciones puede ser una solución, ya que permiten que toda la circulación del tráfico funcione por fuera de las ciudades. En este sentido, se propone una inversión de US$34 mil millones para la extensión de las carreteras de norte a sur, a partir de tres corredores longitudinales y 45 corredores transversales, entre otras cosas. En el caso de Santiago, uno de los grandes proyectos corresponde a la Orbital Sur -que conecta San Bernardo, Calera de Tango y Peñaflor-, que considera un presupuesto de US$534 millones, y cuyo llamado a licitación se efectuará durante el primer trimestre de 2022. Al año siguiente o subsiguiente, cuenta Moreno, se licitará la orbital norponiente.
En lo que respecta a Concepción, Talcahuano y Coronel, la Concesión Ruta Pie de Monte también será abierta este año a los interesados. Y en la zona de Valparaíso, Viña del Mar y sus alrededores, “ya se contrató el estudio que va a diseñar cómo sería esa (orbital), para ponerla en proceso de licitación”.
Todo esto pensando que, según el plan, se triplicará el tráfico vehicular entre 2017 y 2050.
Un nuevo terminal internacional para Santiago y prioridad en los viajes desde regiones
En el caso de los aeropuertos, una de las críticas que hace el ministro Moreno es que “hoy el sistema está construido en torno a Santiago”. Sin embargo, dados los avances y crecimiento de algunas ciudades, sostiene que “existe el suficiente movimiento para realizar algunos viajes internacionales desde regiones”. En este contexto, destaca la importancia de una adecuación de la infraestructura a próximos proyectos, como la segunda concesión de los aeropuertos regionales de Atacama y La Araucanía que serán llamados a licitación dentro de los primeros meses del año.
Por otro lado, la autoridad sostiene que los estudios demuestran que a mediados de 2030, la extensión del Aeropuerto de Santiago va a estar con su capacidad máxima, por lo que -proyecta- será necesario un segundo terminal en la capital. Y cuenta que, pese a que aún no existe una definición, “ya se contrataron los primeros estudios relacionados a la localización macro”. “Creo que el estudio va a estar listo a mediados del 2022”, dice.
Según análisis realizados bajo este plan de infraestructuras, se estima un total de 1,1 viajes por persona al año en 2017 y de 2,6 en 2050. Y se prevé que el número de pasajeros aéreos aumente 3,4 veces entre 2017 y 2050, pasando de 5,2% a 14,8% de la movilidad nacional.
Una mayor red de trenes para impulsar el desarrollo económico de las regiones
Después de las inversiones en vialidad, que a juicio del ministro siempre son las más cuantiosas, la urgencia está en el desarrollo ferroviario atendiendo “ciertos sectores que tienen movilidad corta, como Til til-Santiago, o Melipilla-Santiago”. Además, comenta que “si no se desarrolla la infraestructura de trenes (además de carreteras) para ir de San Antonio a Santiago, el costo de logística de comprar y vender en el país sería imposible. Hoy no hay capacidad para mover la carga que se va a generar en ese puerto”.
Por ello, dice que uno de los puntos fundamentales a considerar es la equidad territorial. “Si no se construyen determinadas infraestructuras de conectividad en ciertas regiones el desarrollo queda muy limitado”, sostiene. Y pone el ejemplo de la industra salmonera de Puerto Montt que, dice, depende de movilizarse a y a través de Santiago. En este caso, el plan propone la construcción de 520 km para el traslado de ferrocarriles, y una inversión de más de US$5 mil millones en infraestructura portuaria. “En el caso de los trenes, el mayor impacto está en los de acercamiento, en la parte de pasajeros. Ya se inició la construcción del tramo Santiago-Melipilla, y también se están haciendo otros en Valparaíso y Concepción”, dice.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 7 de Febrero de 2022