DIARIO FINANCIERO – Los planes del actual gobierno para transformar a la región de Magallanes en un polo para el desarrollo de Hidrógeno Verde (HV), en el marco de su estrategia nacional en la materia, avanzan a toda máquina y suman más inversionistas extranjeros en la zona.
A los proyectos Haru Oni, de Highly Innovative Fuels (HIF), en conjunto con Siemens, Gasco y Porsche y H2 Magallanes, de la francesa Total Eren, se suma el HNH en Magallanes de los fondos de inversión austríaca AustriaEnergy y los daneses Copenhagen Infrastructure Partners (CIP).
Si bien el proyecto se anunció a mediados de junio de 2021, recién el 10 de diciembre pasado se concretó su formalización y se anunció una inversión de US$ 3.000 millones.
En su primera entrevista con un medio chileno para abordar los detalles de la inversión, los principales socios del CIP, Søren Toftgaard y Phillip Christiani, afirman que escogieron al país por su perfil político y medioambiental, y por su estrategia nacional de HV.
“Chile es un país de la OCDE y con lo que percibimos como un régimen político estable, algo muy importante para nosotros y hemos confiado nuestro diálogo con la administración saliente y confiamos en la transferencia a la nueva administración”, señala Toftgaard.
En tanto, Christiani apunta a la baja huella de carbono del país -correspondiente al 0,2% de las emisiones mundiales- y el potencial de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) en Atacama y Magallanes.
“La capacidad de Chile para tener impacto en el mundo es completamente desproporcionada en estas dos regiones. La capacidad de crear proyectos con activos eólicos y solares muy fuertes, producir productos químicos que puedan ser exportados, crear oportunidades de trabajo en ambas regiones en la construcción y en una operación posterior son completamente insuperables a escala mundial”, explica.
El proyecto, que su mayor parte pertenece a CIP -el porcentaje es confidencial- tiene aseguradas 22 mil hectareas en Magallanes. Contará con 1,7 GW de generación solar y 1,3 GW generados por electrolisis y hasta 800 mil toneladas de amoniaco, y un terminal portuario para el envío de sus exportaciones.
Actualmente, HNH está en estudios de viabilidad y de medición del viento en curso. Se estima que la fase de desarrollo concluya a mediados de 2025 y que la primera operación se lleve a cabo en 2028.
Christiani adelanta que planean exportar HV y amoníaco desde Chile a países de Europa, Sudamérica a las costas este y oeste de Estados Unidos, y potencialmente Asia.
“Respecto a las oportunidades de clientes, estamos pensando en las industrias globales en productos químicos y fertilizantes en el transporte marítimo y otros sectores con alta demanda de energía”, afirma Christiani.
Toftgaard añade que a nivel local, les “gustaría” encontrar un uso local para al menos una parte del amoníaco verde que producirán en Magallanes. “Por ejemplo, algunos de los buques que van a la Antártida podrían utilizar amoníaco verde como combustible en el futuro. Creemos que habría grandes sinergias al hacerlo”, dice.
Los ejecutivos también adelantan a DF que el fondo danés planea ampliar sus inversiones en Chile, para realizar proyectos “a la manera escandinava”, con foco en energía solar y eólica -tanto en Magallanes como Atacama- para iniciar su construcción entre 2023 y 2024.
Inversiones verdes y pensiones
El CIP nace en 2012 como un gestor de fondos de infraestructuras energéticas con foco en ERNC -solar, eólica, biomasa y su transporte-, con inversiones en fondos de pensiones e instituciones financieras.
Su primer inversionista fue un fondo de pensiones danés, pionero en invertir directamente en proyectos de energía verde a gran escala hace 10 años. Hoy, este enfoque fue adoptado por el sistema de pensiones de Dinamarca para apoyar la transición energética.
“Esto se ve en todos los fondos de pensiones en el mercado danés que tienen una cierta política sobre la asignación de fondos a las inversiones verdes. Lo que ha sido el gran salto adelante para los fondos de pensiones de Dinamarca es que han invertido en un fondo que hará inversiones verdes como nuestro fondo”, comenta Christiani.
Actualmente tienen 16 mil millones de euros en activos bajo ocho fondos distintos con 400 inversores en todo el mundo y han construido proyectos verdes en Taiwán, Japón, Corea, países de Europa del Este y Sudamérica.
Toftgaard cuenta que el fondo para proyectos de hidrógeno verde fue creado el año pasado, con el objetivo de hacer proyectos de este combustible o amoníaco verde a nivel mundial. Sus principales desarrollos están en Europa, donde están integrados al mercado energético local.
“Luego desarrollaremos algunos proyectos grandes en lugares como Australia, potencialmente Omán y luego en Chile. Son proyectos en que el producto final probablemente se exportará fuera del país”, explica.
Fuente: Diario Financiero, Jueves 3 de Febrero de 2022