PAÍS CIRCULAR – A veces la vida depara accidentes que conducen a un estadio superior de las cosas. En 2004 el doctor en física francés Alain Gachet trabajaba en la exploración de hidrocarburos en Libia con la tecnología Watex que él había creado a través de su empresa RTI Exploration. Ese era su campo de desarrollo: el petróleo. Buscando este combustible, sin embargo, encontró casualmente una fuga profunda de agua en un acueducto subterráneo en pleno desierto. Así, descubrió que su sistema también podía explorar aguas subterráneas profundas y que su empresa podía dar un giro hacia la sustentabilidad.
Esa milagrosa historia de origen en el Sahara le permitió a Gachet perfeccionar su tecnología para aplicarla en cualquier lugar del globo, de manera tal de mejorar la eficiencia de sus acuíferos o descubrir nuevas fuentes de agua. La clave radica en que esta solución es capaz de descubrir acuíferos hasta de tres kilómetros de profundidad. ¿Y cómo lo logra? A través de un sistema de exploración satelital (Watex) que se combina con las disciplinas más tradicionales aprendidas por Gachet en su formación profesional (geología, geofísica, geomorfología, litología, entre otras).
Gachet comenzó justamente a probar Watex para descubrir aguas subterráneas en África, el mismo continente que le había regalado este hallazgo. RTI Exploration, la empresa del científico francés, empezó a trabajar mancomunadamente con la ONU en labores humanitarias. Tan aclamado fue el valor científico y solidario de su cruzada que fue condecorado con la Legión de Honor de Francia y la tecnología, premiada en el Salón de la Fama de la Tecnología Espacial de la NASA.
Actualmente la tecnología es de nivel mundial. Lo comprueba su uso en 12 países de cuatro continentes y bastante disímiles en sus características climáticas, topográficas y socioeconómicas. La idea de desplegarse en estos países es entregar evidencia científica a entidades gubernamentales para que adopten mejores políticas públicas en la toma de decisiones.
Watex aterriza en Chile
En atención a la gravísima crisis hídrica por la que atraviesa el país, la empresa chilena BZ Aquamin contactó al doctor Gachet y se puso a disposición para traer Watex a Chile. “Queríamos buscar una solución y poner nuestro grano de arena a este problema transversal del agua en Chile que tiene varias dimensiones: ambiental, humana, política y económica. Lo que hace la tecnología es procesar y analizar hartas imágenes de radares satelitales, y con el procesamiento de esas imágenes somos capaces de ver humedad subterránea hasta los 40-50 metros de profundidad. Esta valiosa información se integra en un siguiente nivel con otras disciplinas y así somos capaces de inferir hasta donde se infiltra el agua y de ver cuánta agua se almacena en los acuíferos más profundos”, explica Juan Eduardo Ovalle, gerente general de BZ Aquamin, quien trabaja asesorado por un consejo consultivo conformado por su hermano Javier Ovalle, Clément Gachet y Agathe Porte.
Si bien se encuentran recién en algunos mapeos parciales en la zona central del país, específicamente en las regiones de O’Higgins y del Maule, es posible proyectar una serie de beneficios para las comunidades si se consigue masificar la tecnología a partir de los nexos con el sector público. La apertura a nuevas fuentes de agua podría redundar en la optimización de las perforaciones de los pozos para los sistemas de Agua Potable Rural, utilizar el recurso hídrico de forma más eficiente y aminorar los gastos en camiones aljibes, medio por el cual se abastece buena parte del mundo rural de la zona central del país.
Con todo, el gran proyecto de BZ Aquamin con la tecnología francesa es lograr elaborar, en un plazo de dos años, un mapa de acuíferos en Chile. El proceso sería gradual, dando prioridad a aquellas zonas del país de mayor afectación por la megasequía para luego tener cobertura en todo el país. “Hay zonas de Chile que tienen más urgencia que otras, no va a ser todo de una, la gracia de hacer un mapa de acuíferos es que sea grande”, acota Juan Eduardo Ovalle.
“Esto tiene que ser un proyecto país o al menos regional. Debe ser una herramienta estratégica para saber cuáles acuíferos existen y cuáles no. Nosotros ponemos a disposición ese conocimiento científico para que los tomadores de decisiones se puedan guiar. Habiendo resultados, se puede mejorar mucho las tasas de éxito de las perforaciones. El Ministerio de Obras Públicas hace muchos pozos para los APR y en numerosas ocasiones sale muy poca agua y se complementa con camiones aljibe. Es sabido que se reduce ostensiblemente el costo de las soluciones que actualmente se aplican”, agrega Ovalle.
Aparte de los contactos hechos con las autoridades sectoriales de las regiones de O’Higgins y Maule, BZ Aquamin mantiene avanzadas conversaciones con la Asociación de Municipios de Chiloé con el objetivo de presentar un proyecto en conjunto con el gobierno regional de la isla, puesto que “Chiloé, pese a que llueve mucho, tiene problemas serios de agua para consumo humano y para actividades como la ganadería”, dice Ovalle.
La aplicación estratégica del sistema Watex plantearía un vuelco a cómo se ha trabajado en la búsqueda de nuevos acuíferos, que responde, más bien, a un trabajo en terreno muy acucioso. “Se trata de un análisis geológico del área de estudio, existen mapas geológicos que se han ido construyendo y se analizan. Se hacen pozos a través de técnicas eléctricas y sísmicas para ver las capas de material bajo tierra. Todo ese trabajo en terreno es lento, costoso y engorroso”, apunta el emprendedor.
En cambio, con la tecnología Watex, todo el trabajo es remoto. La virtud del sistema estriba en un algoritmo satelital que funciona a través del uso de radares satelitales que, en términos simples, “envía energía a la Tierra y hacen que las “moléculas” vibren y puedan filtrar esas señales que vienen del agua y la humedad. Es similar al uso de un horno microondas cuyas moléculas de agua vibran y al vibrar generan calor. Es un proceso parecido”, grafica Ovalle.
Los casos de éxito internacionales
Entre los países en que se ha aplicado la tecnología con éxito, Ovalle destaca a Kenia y Costa Rica, siendo que ambos países se encontraban en situaciones muy diferentes. Por ejemplo, cita Ovalle, la aplicación de Watex en Kenia fue en un campo de refugiados donde había un millón de personas necesitadas de agua, por lo cual la ONU contactó a Gachet para esta tarea. Lo de Costa Rica fue distinto: siendo un país sin problemas críticos de agua, el gobierno costarricense adoptó el sistema Watex en el marco de una estrategia país de eficiencia hídrica, muy consonante con la protección ambiental que ha caracterizado al país.
El caso que más se parece al de Chile, cierra Ovalle, es el de Irak: “El caso de Sudáfrica también se parece por el nivel de sequía, pero sobre él no tengo tanta información. En Irak sé que se hizo el mapeo de un área muy grande, 436.000 kilómetros cuadrados; es como decir Chile de Arica a Puerto Montt. Era en una zona del país que dependía de una represa que se alimentaba de ríos vecinos que se secaron. Lo que se hizo con el gobierno iraquí fue un estudio de los acuíferos profundos, hasta 2.000 metros de profundidad, y se obtuvo agua equivalente a 60 represas. El descubrimiento les permitió volver a desarrollar esa zona”.
Fuente: País Circular, Jueves 2 de Diciembre de 2021