EL MERCURIO – Cada nueva línea de Metro que se construye ha sido producto de un trabajo de gobiernos sucesivos y de una importante cantidad de estudios multisectoriales previos, y la nueva Línea 7 no es la excepción.
Sus análisis de costos y de demandas a nivel de perfil se iniciaron hace más de diez años, comparando con otras alternativas de trazado, concluyendo que su actual emplazamiento es la alternativa que más beneficios sociales genera para una ciudad de siete millones de habitantes, como Santiago.
El estudio, diseño y aprobación final de un proyecto de Metro involucra a múltiples ministerios, como Transportes, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Hacienda y Economía, además de la Gobernación Regional.
Fue así como en el año 2017, el trazado de la Línea 7 fue anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet. El proyecto siguió avanzando en el actual gobierno, dando cumplimiento a todas las exigencias normativas y legales que establece el Sistema de Evaluación Ambiental, incluyendo medidas de mitigación y procesos de participación ciudadana con las comunas beneficiadas por el proyecto. De esta forma, en julio de este año se obtuvo la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), que permite el inicio de obras.
La nueva Línea 7 de Metro trae múltiples y grandes beneficios para las personas que usan el transporte público en Santiago. En primer lugar, generará mucho mejor conectividad a comunas del sector poniente de Santiago, como Renca, Cerro Navia y Quinta Normal, cuyos habitantes reducirán en más de un 50% sus tiempos de traslado hacia el centro y sector oriente de la capital, donde se encuentran los principales centros de actividades, empleos, servicios y comercios de nuestra capital.
En segundo lugar, permitirá descargar la Línea 1 de Metro, que es la que —bajo condiciones prepandemia— presenta los mayores niveles de hacinamiento. Esto mejorará significativamente la experiencia de viaje de cientos de miles de pasajeros que utilizan otras líneas de la red.
En tercer lugar, y como consecuencia de la descarga en la Línea 1, permitirá seguir avanzando con las futuras líneas 8 y 9 de Metro, cuyos estudios de ingeniería se han reactivado, y permitirán mejorar la conectividad y calidad de vida de los vecinos de las comunas de Puente Alto, La Florida, Macul, La Pintana, San Joaquín, San Miguel, La Granja, San Ramón, entre otras.
Adicionalmente, la Línea 7 implica una reducción en las emisiones de CO{-2} equivalente a plantar 55 mil nuevos árboles adultos, aspecto fundamental en revertir los efectos del cambio climático y dar sostenibilidad a nuestra ciudad.
El diseño original del proyecto ha experimentado cambios y adecuaciones como resultado del proceso de participación ciudadana con las diferentes comunas beneficiadas por el proyecto. Por ejemplo, la eliminación del acceso a la estación Baquedano de Línea 7. Esto reduce significativamente la intervención en el Parque, quedando solo un pique de construcción temporal, que abarca apenas un 0,7% de su superficie total. Los ocho plátanos orientales afectados serán repuestos por 19 árboles nativos. También, de común acuerdo con las comunidades, se efectuaron múltiples otros ajustes en los emplazamientos de accesos y estaciones, y que forman parte del diseño final ya aprobado, cuyos detalles, junto con todos los estudios y respaldos técnicos, están disponibles de manera digital.
Cualquier cambio de trazado implicaría rehacer todos los estudios medioambientales, que tardan años, para obtener una nueva RCA.
No es aceptable que, considerando la abundante evidencia técnica en favor de la Línea 7, además del total cumplimiento de todas las exigencias normativas y medioambientales, un grupo reducido de personas pretenda postergar por años un proyecto metropolitano que significará una mejora en la calidad de vida de millones de familias.
Louis de Grange Concha
Presidente del Directorio del Metro de Santiago
Fuente: El Mercurio, Miércoles 3 de Noviembre de 2021