EL DÍA – La urgencia de buscar nuevas fuentes de agua para incorporarlas al sistema y que se realicen inversiones en la materia, se planteó en el Programa Encuentros UCN, programa dedicado a la “Sequía en la Región de Coquimbo” donde participaron Alejandra Marín Alvarado, Gerente de la Junta de Vigilancia del Río Elqui; Cristian Baquedano, Ejecutivo de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo; Rodrigo Márquez Antivilo, Investigador en Recursos Hídricos y Extensionista en Riego de INIA Intihuasi y Víctor Gutiérrez, Jefe de Desalación Aguas Antofagasta Grupo EPM.
Durante el programa Alejandra Marín resaltó que pese a que la región ha vivido con la condición de sequía, hoy la situación es muy extrema y resaltó que es necesario buscar nuevas fuentes de agua para poder incorporarlas al sistema, a las actividades productivas y al consumo humano, considerando para ello la desalación, la reutilización y la explotación de las aguas subterráneas.
Alejandra Marín agregó que “somos una región que acertó en las políticas de infraestructura hídrica, sin embargo ahora, estamos llegando a un límite. La próxima temporada el embalse La Laguna, que hoy tiene alrededor de 28 millones de metros cúbicos (73% de agua acumulada), pensamos que llegará a tener 1 millón o casi nada, porque no hubo nieve, mientras que el embalse Puclaro tiene un 40%, con 90 millones de metros cúbico de agua acumulada, pero terminaremos con 20 la próxima temporada. ¿Qué pasará si la próxima temporada no llueve?”.
El nivel es extremadamente delicado
Ante esta situación, dijo, hay que estar preparados, pensar en otras medidas, tenemos que juntarnos rápidamente con universidades, centros de investigación, y llevar a la práctica acciones que todavía es posible hacer. “Nosotros apoyamos los trabajos que se hacen en los modelos hidrogeológicos de utilización de aguas superficiales y subterráneas, por ejemplo, se debe establecer dónde se harán pozos, también podemos reimpulsar el agua, combinar agua superficial limpia, de muy buena calidad, con las reutilizada y desaladas. Además, cada uno de nosotros puede aportar, porque así como estamos, todos los granos de arena sirven, hay que tomar conciencia en que todos tenemos que contribuir al cuidado y uso más eficiente del agua”, explicó Alejandra.
En tanto Cristian Baquedano, Ejecutivo de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, dijo que no se registrarán deshielos, los embalses están en niveles críticos, y las cuecas de Elqui, Limarí y Choapa presentan distintos niveles de criticidad. La situación de la cuenca de Elqui, dijo, es bastante complicada y Limarí tiene un poco más de reservas. Caso aparte es el de Choapa, pues a inicio de año no había agua para Illapel, por lo que Aguas del Valle hizo un conexión con la cuenca de Salamanca.
“El nivel es extremadamente delicado, una situación tan crítica que la opinión pública no logra dimensionar, hay que mirar nuevas aguas, y la desalación es una posibilidad que puede proveer a la zona baja y dejar las pocas aguas nivales arriba”, enfatizó Baquedano, quien agregó que estamos atrasados en la materia y hoy añoraríamos una desaladora. En esta materia, se refirió al ejemplo que es Israel, país que dijo tiene solucionado el problema, “hicieron las inversiones, con plantas de tratamiento de aguas residuales, saladoras, tienen todo entubado, no hay pérdida y mezclan las aguas para lograr los tipos de calidad de las aguas que requieren”.
Agricultura
La sequía afecta a toda la comunidad, pues aun cuando la agricultura es la más afectada, al carecer de agua la producción se ve afectada, al igual que los precios. En la Región de Coquimbo el 70% del agua que se consume es para uso agrícola, y se necesita en forma concentrada en los meses de verano, lo que obliga a acumular el agua de invierno en embalses, pero no se está dando abasto con lo que requiere la agricultura.
Rodrigo Márquez Antivilo, Investigador en Recursos Hídricos y Extensionista en Riego, INIA Intihuasi, dijo que si se quiere conservar la agricultura en la región, en un contexto de cambio climático, hay que pensar en nuevas fuentes de agua, de lo contrario lo que se espera es una reducción de la superficie agrícola, de la productividad, una transformación del sistema productivo, y del sistema rural. “El cambio climático nos está afectando en la agricultura, y en otros rubros, por lo que hay que adaptarse e ir por nuevas fuentes de agua”, enfatizó
El profesional de INIA Intihuasi explicó que en agricultura, en otros países, se combina el uso de plantas desaladoras de osmosis inversas con cultivos protegidos, hidropónicos o de otra tecnología, bajo ese esquema, dijo, el sistema de osmosis inversas resulta factible para la agricultura, adicionan un nuevo recurso, no es un trasvasije de cuenca, y Chile tiene todo el potencial.
Desaladora
Durante el programa Encuentros UCN, Víctor Gutiérrez, Jefe de Desalación de Aguas Antofagasta explicó el trabajo que han desarrollado al contar con 3 plantas desaladora, siendo la más importante la Planta Desaladora La Chimba, esta es la planta de producción de agua potable más grande de América Latina, cuenta con 20 años operación y produce cerca de mil litros por segundo, con la que se abastece cerca del 85% de la demanda de agua potable de Antofagasta, cuya población es de alrededor de 360.000 habitantes, y el 100% la ciudad de Mejillones, con 13.000 habitantes. Además, el año pasado se inauguró una desaladora en Tocopilla, que produce cerca de 75 litros por segundo, cubriendo el 100% del consumo de la ciudad y también se cuenta con una planta de menor capacidad en Tal Tal, que cubre cerca del 30% de la producción de la ciudad.
Fuente: El Día, Martes 5 de Octubre de 2021