Martes, Noviembre 26, 2024

El dilema de las Telco chilenas con el 5G: inversión vs. Rentabilidad, por Martín Cancelare

GRAN VALPARAÍSO – El 5G implica una inversión enorme ya que es un cambio no solamente en la tecnología, sino que también en el modelo de operación.

La implementación del 5G promete revolucionar todos los mercados e industrias. Y la oportunidad de capitalizar sus redes de manera efectiva y rápida suena tentadora. Pese a sus grandes beneficios, su puesta en marcha tiene un alto costo de inversión y, aunque muchas empresas de telecomunicaciones están en números rojos, se están viendo presionados por una tecnología que prontamente predominará nuestras vidas.

Hace cinco años atrás, las telcos cobraban por productos que ya no existen o son obsoletos. La evolución de las aplicaciones de teléfono permitió que los mensajes de textos pasarán al tacho de la basura y hoy sirvan solo para autenticar transacciones. Caso similar con los minutos que ahora son mayormente ilimitados. Todo lo que existía se reemplazó y provocó que los niveles de rentabilidad de las empresas bajaran drásticamente, obligándolas a buscar nuevas formas de ganancia.

Hoy existe una gran competencia entre el mundo de las telecomunicaciones y las aplicaciones Over The Top (OTT), que son aquellas en que el usuario no paga a una compañía por transferir datos (como Whatsapp). Estas últimas han logrado entrar al terreno con fuerza, presionando a las telco a implementar nuevos anchos de banda. Sin embargo, esta misma acción beneficia a muchas aplicaciones OTT que venden publicidad, mientras las telco no reciben ganancia.

Son estas razones las que dificultan ofrecer un servicio cautivador y de gran nivel como el 5G para las empresas de telecomunicaciones. El problema es que, pese a ser una inversión enorme, ya están empezando a hacerla.

Atados de manos

Las telcos se encuentran hoy en un proceso de fusión, buscando generar nuevas compañías y nuevos mercados. Dicha situación las tiene en un dilema: ser partícipes de esta alta tecnología y hacer una gran inversión, o quedarse fuera por no tener el capital necesario.

El 5G implica una inversión enorme ya que es un cambio no solamente en la tecnología, sino que también en el modelo de operación. Atreverse a poner el capital no garantizará una rápida rentabilidad, porque aún tienen sub rentabilizado el 4G. De hecho, no creo que en el corto plazo el 5G sea rentable. La calidad de la red que entregan hoy sigue funcionando y no está saturada, por ende, sería lógico que hoy busquen demorar la inversión.

Es cada vez más difícil hacer inversiones en capacidad, sobre todo pensando en que algunos se están convirtiendo en un proveedor digital que sale de lo físico por completo; mientras, otros invierten en capilaridad para el mercado hogareño que complementan con servicios de contenidos.

Lo cierto es que disminuir la capacidad física, baja la barrera de entrada al mercado. Contar con infraestructura le genera una barrera de entrada a un posible competidor, sin embargo, planes de inversión cada vez más acotados lo hacen cada vez más difícil. Es la única forma que tienen de sobrevivir en un mundo que vive la transformación digital.

Inversión a largo plazo

Las telco tradicionales en general, tienen un montón de sistemas ligados a su funcionamiento que ya son poco eficientes, con tecnologías mucho más caras y lentas que la competencia que viene (outsiders) más ágiles y abiertos. Esta sin duda, es muchísimo más moderna y dinámica, pero poco rentable para muchos.

Es necesario preparar a la ciudadanía y a las empresas para que la implementación sea lo más rápido posible. Actualmente existe un frente común entre el Gobierno y las telecomunicaciones para el correcto funcionamiento de este proceso tecnológico.

Tras una primera inversión para capitalizar los espectros, se necesitará crear la demanda de servicios y soluciones que permitan habilitar aplicaciones y, así. sacar el máximo provecho a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil.

Ver artículo

Fuente: Gran Valparaíso, Miércoles 12 de Mayo de 2021

GRAN VALPARAÍSO – El 5G implica una inversión enorme ya que es un cambio no solamente en la tecnología, sino que también en el modelo de operación.

La implementación del 5G promete revolucionar todos los mercados e industrias. Y la oportunidad de capitalizar sus redes de manera efectiva y rápida suena tentadora. Pese a sus grandes beneficios, su puesta en marcha tiene un alto costo de inversión y, aunque muchas empresas de telecomunicaciones están en números rojos, se están viendo presionados por una tecnología que prontamente predominará nuestras vidas.

Hace cinco años atrás, las telcos cobraban por productos que ya no existen o son obsoletos. La evolución de las aplicaciones de teléfono permitió que los mensajes de textos pasarán al tacho de la basura y hoy sirvan solo para autenticar transacciones. Caso similar con los minutos que ahora son mayormente ilimitados. Todo lo que existía se reemplazó y provocó que los niveles de rentabilidad de las empresas bajaran drásticamente, obligándolas a buscar nuevas formas de ganancia.

Hoy existe una gran competencia entre el mundo de las telecomunicaciones y las aplicaciones Over The Top (OTT), que son aquellas en que el usuario no paga a una compañía por transferir datos (como Whatsapp). Estas últimas han logrado entrar al terreno con fuerza, presionando a las telco a implementar nuevos anchos de banda. Sin embargo, esta misma acción beneficia a muchas aplicaciones OTT que venden publicidad, mientras las telco no reciben ganancia.

Son estas razones las que dificultan ofrecer un servicio cautivador y de gran nivel como el 5G para las empresas de telecomunicaciones. El problema es que, pese a ser una inversión enorme, ya están empezando a hacerla.

Atados de manos

Las telcos se encuentran hoy en un proceso de fusión, buscando generar nuevas compañías y nuevos mercados. Dicha situación las tiene en un dilema: ser partícipes de esta alta tecnología y hacer una gran inversión, o quedarse fuera por no tener el capital necesario.

El 5G implica una inversión enorme ya que es un cambio no solamente en la tecnología, sino que también en el modelo de operación. Atreverse a poner el capital no garantizará una rápida rentabilidad, porque aún tienen sub rentabilizado el 4G. De hecho, no creo que en el corto plazo el 5G sea rentable. La calidad de la red que entregan hoy sigue funcionando y no está saturada, por ende, sería lógico que hoy busquen demorar la inversión.

Es cada vez más difícil hacer inversiones en capacidad, sobre todo pensando en que algunos se están convirtiendo en un proveedor digital que sale de lo físico por completo; mientras, otros invierten en capilaridad para el mercado hogareño que complementan con servicios de contenidos.

Lo cierto es que disminuir la capacidad física, baja la barrera de entrada al mercado. Contar con infraestructura le genera una barrera de entrada a un posible competidor, sin embargo, planes de inversión cada vez más acotados lo hacen cada vez más difícil. Es la única forma que tienen de sobrevivir en un mundo que vive la transformación digital.

Inversión a largo plazo

Las telco tradicionales en general, tienen un montón de sistemas ligados a su funcionamiento que ya son poco eficientes, con tecnologías mucho más caras y lentas que la competencia que viene (outsiders) más ágiles y abiertos. Esta sin duda, es muchísimo más moderna y dinámica, pero poco rentable para muchos.

Es necesario preparar a la ciudadanía y a las empresas para que la implementación sea lo más rápido posible. Actualmente existe un frente común entre el Gobierno y las telecomunicaciones para el correcto funcionamiento de este proceso tecnológico.

Tras una primera inversión para capitalizar los espectros, se necesitará crear la demanda de servicios y soluciones que permitan habilitar aplicaciones y, así. sacar el máximo provecho a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil.

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Fuente: Gran Valparaíso, Miércoles 12 de Mayo de 2021

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