Martes, Noviembre 26, 2024

Ciudad, consensos para avanzar, por Ricardo Abuauad

LA TERCERA – La ciudad es central en el debate sobre calidad de vida y, a pesar de que existen principios generales sobre las metas y objetivos, no hay una voz única al respecto.

La semana pasada se publicó en este diario una carta de apoyo a la idea de estudiar Agencias de Ciudad, firmada por 27 actores relevantes: representantes de asociaciones y colegios profesionales; autoridades universitarias y académicos; directores de fundaciones; asesores de casi todos los candidatos presidenciales; ingenieros, arquitectos y periodistas interesados en la ciudad. La carta provocó reacciones, entre ellas, una respuesta del ministro Ward anunciando una interesante iniciativa (Ciudad 2050), Planes de Ciudad, y proponiendo la suscripción de un pacto entre privados y sector público para generar los acuerdos necesarios. De eso, de los acuerdos y consensos, trata esta columna.

Hay varias lecciones que sacar. La ciudad es central en el debate sobre calidad de vida y, a pesar de que existen principios generales sobre las metas y objetivos, no hay una voz única al respecto. Vemos con frecuencia posiciones encontradas; es natural, no es poco lo que está en juego. Pero lo que esta experiencia enseña es que, por sobre ellas, hay un grupo de coincidencias importantes.

La primera, que estamos frente a desafíos de magnitud mayor (campamentos, movilidad, reactivación, gobernabilidad, loteos brujos, barrios tomados por el narco, hacinamiento, y un extenso etcétera) que exigen acciones concretas, que no pueden esperar, que deberían estar por sobre estas diferencias. El importante Proyecto de Acuerdo del Senado sobre vivienda, aprobado por unanimidad, es una buena señal.

Que las herramientas con las que contamos hoy para esto se revelan escasas, inadecuadas ante la magnitud de la tarea. Y que, mientras los cuerpos técnicos han insistido en la urgencia de implementar algunas (el CNDU y la planificación integrada, por ejemplo; la falta de “Proyecto Urbano”), una cierta resistencia a hacer cambios ha demorado su implementación. Es urgente que eso avance.

Que, además, existe evidencia que apoya la idea de crear agencias (indicadas, por lo demás, en la Política Nacional de Desarrollo Urbano de 2014; sugeridas en International guidelines on urban territorial planning de UN Habitat 2105; y analizadas en varios documentos del CNDU).

Que existe una voluntad de consenso, de acuerdo, mucho mayor que lo que la distorsión propia de las redes sociales sugiere, y que constituye el terreno fértil en el cual fundar los avances necesarios; que, dejando de lado las diferencias naturales entre estos actores, se encuentra con facilidad una gran generosidad, indispensable para lo que se viene; que se percibe una necesidad de relato común que cohesione, transversal a cualquier posición de origen.

Que aún falta ampliar esta convocatoria para la creación de agencias, tanto hacia aquellos que no se alcanzó a contactar, como hacia los que aún requieren mayor detalle, tiempo o evidencia para apoyarlas. Que esa es una tarea pendiente.

Suscripción de un pacto, en palabras del ministro. Proyecto de Acuerdo del Senado. Consensos para avanzar.

Fuente: La Tercera, Lunes 26 de abril de 2021

LA TERCERA – La ciudad es central en el debate sobre calidad de vida y, a pesar de que existen principios generales sobre las metas y objetivos, no hay una voz única al respecto.

La semana pasada se publicó en este diario una carta de apoyo a la idea de estudiar Agencias de Ciudad, firmada por 27 actores relevantes: representantes de asociaciones y colegios profesionales; autoridades universitarias y académicos; directores de fundaciones; asesores de casi todos los candidatos presidenciales; ingenieros, arquitectos y periodistas interesados en la ciudad. La carta provocó reacciones, entre ellas, una respuesta del ministro Ward anunciando una interesante iniciativa (Ciudad 2050), Planes de Ciudad, y proponiendo la suscripción de un pacto entre privados y sector público para generar los acuerdos necesarios. De eso, de los acuerdos y consensos, trata esta columna.

Hay varias lecciones que sacar. La ciudad es central en el debate sobre calidad de vida y, a pesar de que existen principios generales sobre las metas y objetivos, no hay una voz única al respecto. Vemos con frecuencia posiciones encontradas; es natural, no es poco lo que está en juego. Pero lo que esta experiencia enseña es que, por sobre ellas, hay un grupo de coincidencias importantes.

La primera, que estamos frente a desafíos de magnitud mayor (campamentos, movilidad, reactivación, gobernabilidad, loteos brujos, barrios tomados por el narco, hacinamiento, y un extenso etcétera) que exigen acciones concretas, que no pueden esperar, que deberían estar por sobre estas diferencias. El importante Proyecto de Acuerdo del Senado sobre vivienda, aprobado por unanimidad, es una buena señal.

Que las herramientas con las que contamos hoy para esto se revelan escasas, inadecuadas ante la magnitud de la tarea. Y que, mientras los cuerpos técnicos han insistido en la urgencia de implementar algunas (el CNDU y la planificación integrada, por ejemplo; la falta de “Proyecto Urbano”), una cierta resistencia a hacer cambios ha demorado su implementación. Es urgente que eso avance.

Que, además, existe evidencia que apoya la idea de crear agencias (indicadas, por lo demás, en la Política Nacional de Desarrollo Urbano de 2014; sugeridas en International guidelines on urban territorial planning de UN Habitat 2105; y analizadas en varios documentos del CNDU).

Que existe una voluntad de consenso, de acuerdo, mucho mayor que lo que la distorsión propia de las redes sociales sugiere, y que constituye el terreno fértil en el cual fundar los avances necesarios; que, dejando de lado las diferencias naturales entre estos actores, se encuentra con facilidad una gran generosidad, indispensable para lo que se viene; que se percibe una necesidad de relato común que cohesione, transversal a cualquier posición de origen.

Que aún falta ampliar esta convocatoria para la creación de agencias, tanto hacia aquellos que no se alcanzó a contactar, como hacia los que aún requieren mayor detalle, tiempo o evidencia para apoyarlas. Que esa es una tarea pendiente.

Suscripción de un pacto, en palabras del ministro. Proyecto de Acuerdo del Senado. Consensos para avanzar.

Fuente: La Tercera, Lunes 26 de abril de 2021

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