DIARIO FINANCIERO – Con el fin de impulsar medidas de eficiencia hídrica, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo (ASCC) y la Fundación Chile lanzaron a comienzos de año una iniciativa para certificar los esfuerzos de las empresas para hacer más eficiente el uso del agua: el “certificado azul”, un nuevo Acuerdo de Producción Limpia (APL) que busca promover la eficiencia hídrica en las empresas.
En el marco de esta iniciativa, la ASCC solicitó al Servicio de Impuestos Internos (SII) que los gastos en los que incurren las empresas que cuentan con un APL para el uso sustentable del agua fueran considerados como necesarios para producir Renta, y, por lo tanto, ser rebajados de su base imponible sobre la cual se calcula el pago de sus impuestos de primera categoría.
La respuesta del SII llegó a través del Oficio N°366, del 2 de febrero de 2021, donde determinó que los gastos incurridos en cumplimiento de estos APL pueden rebajarse de la base imponible, siempre y cuando “tengan por objeto la utilización sustentable del recurso hídrico” y “en la medida que estén asociados al interés, desarrollo o la mantención del giro o actividad de la respectiva empresa”, además de cumplir con los demás requisitos establecidos en el artículo 31 de la Ley de Renta.
De esta forma, las empresas con certificación azul podrán rebajar de su base imponible el gasto en proyectos de eficiencia hídrica, como la reutilización y recirculación de aguas, incorporación de tecnologías de eficiencia, sistemas de reuso de aguas, sistemas de infiltración de agua a acuíferos, soluciones basadas en la naturaleza, incluso plantas desaladoras, entre otros.
El director ejecutivo de la Agencia, Giovanni Calderón, explica que “algo que antes cada empresa tenía que plantear al SII sus acciones para mejorar su eficiencia hídrica y justificarlo, ahora es una regla general. Cualquier acción debidamente acreditada -tiene que cumplir con todos los requisitos que establece el artículo 31 de la Ley de Renta- va a poder ser reducida de la base imponible”.
En concreto, las empresas que cuentan con este certificado azul que los acredita como ejecutoras de un APL, podrán rebajar estos gastos de su base imponible, si cumplen con los requisitos.
Consultado sobre el tope que podría rebajar una empresa por este concepto, Calderón señala que “hay tope que están en la ley de renta pero son cuestiones tributarias, no dependen del beneficio (…) los gastos destinados a acciones de sustentabilidad, tienen un límite que puedes descontar como gasto, pero es un limite general que no esta asociado al tema de eficiencia hídrica o al certificado azul. Tiene que ver con las reglas generales de tributación”, señala.
Claudia Galleguillos, líder de Estrategias Hídricas de la Gerencia de Sustentabilidad de Fundación Chile, “es un avance para que las empresas se comprometan con la gestión del agua, con la sociedad y el medio ambiente, implementando soluciones para hacer más eficientes sus procesos productivos, además de acciones estratégicas en los territorios y la cadena de proveedores, fundamentales para la sostenibilidad de su propia producción”.
Firma acuerdo
El certificado azul fue anunciado en enero de este año como un acuerdo voluntario, que se gestó en el marco del proyecto SuizAgua del Programa Latinoamericano “El Agua nos Une”, en el que participan una serie de entidades públicas y privadas, como el Ministerio del Medio Ambiente y gremios como la Sofofa y la Sociedad Nacional de Agricultura.
Calderón señala que si bien el APL certificado azul se firmará el próximo 22 de marzo en el marco del Día Mundial del Agua,”ha habido una alta demanda por participar en el acuerdo. Hay 30 empresas que ya están comprometidas”, adelanta.
El ejecutivo dice que espera una gran participación de empresas. De hecho, a diferencia de lo que ocurre en APL que tienen un único período de adhesión, para el certificado azul se realizarán dos de estas instancias, en enero y junio de cada año.
Este APL está basado en la experiencia peruana en la materia y aplicará la herramienta Huella de Agua (ISO 14.046), así como gestión de información acerca de la disponibilidad de los recursos hídricos, prácticas de eficiencia hídrica y medidas de reducción en los sectores productivos y empresas, proyectos de responsabilidad social del agua o de valor compartido, entre otros.
Fuente: Diario Financiero, Martes 23 de Febrero de 2021