EL MERCURIO – Ha concluido la licitación de 5G y, con razón, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones está más que satisfecho con los resultados que se han producido, incluyendo los 453 millones de dólares obtenidos en la subasta. Este valor excedió por mucho sus predicciones internas, y supera varias veces el total recaudado en las numerosas licitaciones de espectro del pasado. Así comienza a abandonarse la lógica anterior, mostrando el error de una política que había entregado los recursos en forma gratuita o casi gratuita.
En la licitación se adjudicaron distintas partes del espectro. No todas las empresas estaban interesadas en participar en todas las bandas, porque la Corte Suprema estableció límites a lo que cada empresa podía poseer en cada una de ellas. Pese a ello, con la excepción de la banda de 26GHz, hubo suficiente competencia por el espectro ofrecido, y las empresas debieron entrar a la fase de desempate, en la que competían sobre la base de ofertas monetarias.
Los buenos resultados obtenidos se deben al dedicado trabajo de la Subtel. La licitación más importante (la de 3.5GHz) se realizó mediante subastas combinatoriales por los 15 tramos en los que estaba dividida la banda. Cada empresa podía hacer varias ofertas por distintos grupos de tramos y se elegía la mejor combinación en términos de recursos para el Estado. La asignación final de espectro no está aún definida, por dos motivos. Primero, las empresas están en reuniones con la Subtel para acomodar los tramos que se adjudicaron en cada banda de la manera más conveniente desde el punto de vista técnico (por ejemplo, de manera que los tramos sean contiguos para cada empresa). Y, segundo, porque algunas empresas sobrepasaron los límites que estableció la Corte Suprema para la posesión de espectro en cada banda.
Esto significa que Entel deberá desprenderse de parte de las frecuencias obtenidas, porque ya tenía alrededor de 100 MHz, a lo que debe agregar los 50 MHz que obtuvo en la licitación. El total de lo que posee Entel supera por mucho el límite de 30% en esa banda que determinó la Corte, y tiene seis meses para ajustarse. Seguramente, esto explica que Claro no haya participado con una oferta agresiva en la licitación en esa banda, pues es probable que su estrategia sea obtener parte de los recursos que Entel deberá dejar.
Uno de los resultados positivos de la subasta es que WOM, la cuarta empresa del sector, dispone ahora de frecuencias en todas las bandas. Hasta ahora ha debido operar en algunas bandas como operador virtual, arrendando capacidad. Ahora podrá invertir y no depender de otras empresas para proveer servicios. Por su parte, Movistar se opuso a este proceso licitatorio e intentó paralizarlo con diversas actuaciones judiciales que no fueron acogidas. Movistar no estará presente en la banda de 26 GHz, pero esa banda no adquirirá importancia por varios años, pues aún está iniciando su uso y requiere una gran densidad de antenas para poder ofrecer servicios, dado su corto alcance. Hay mucho espectro disponible en esa banda que podría ser licitado, por lo que la actual ausencia de Movistar no debería tener consecuencias para la competencia.
Al concluir la subasta, las empresas podrán comenzar a invertir en tecnología 5G, y cumplir las exigencias a las que se comprometieron. En un plazo corto deben hacer las inversiones para proveer servicios de 4G (en el caso de la banda de 700MHz) y 5G al 90% de la población usando el espectro adquirido con la calidad exigida en las bases. Además, deben proveer servicios 5G en cientos de localidades pequeñas, hospitales, puertos y aeropuertos. Esto mejorará la calidad de vida y la eficiencia productiva en el país, al tiempo que se recaudan recursos para el Estado.
Fuente: El Mercurio, Viernes 19 de Febrero de 2021