LA TERCERA – Nuestros pilares de neutralidad tecnológica, fortaleza institucional y regulatoria, libre competencia y mercado abierto a la innovación, han sido las claves para inyectar confianza en los inversionistas.
A finales del 2020 la CEPAL dio a conocer su desolador análisis sobre la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. Se estimaba que para el cierre de ese año este indicador podría caer entre -45% y -55% por efectos de la pandemia y otros factores estructurales de los países. En el caso de Chile, la inversión extranjera directa en el país cayó 33% al tercer trimestre del 2020.
De cara al 2021 la proyección no es más alentadora. A nivel mundial se espera que la inversión extranjera directa llegue a su nivel más bajo desde el 2005, con reducciones en torno a -25% y -40% para países desarrollados; y entre -30% y -45% para naciones en desarrollo.
En este difícil contexto, tenemos buenas señales en la industria de telecomunicaciones. Al gran desafío de movilizar cerca de 3.000 millones de dólares para construir la infraestructura digital 5G que le permitirá a Chile competir en la economía digital 4.0, recibimos una gran respuesta de confianza de los inversionistas nacionales y especialmente extranjeros que participan en el concurso público de la nueva red.
Nuestros pilares de neutralidad tecnológica, fortaleza institucional y regulatoria, libre competencia y mercado abierto a la innovación, han sido las claves para inyectar confianza en los inversionistas. El concurso público 5G, junto a otras iniciativas como el cable Transpacífico o los anuncios de instalación de data centers, fortalecen la posición de Chile en el nuevo mapa económico mundial, además de posicionarnos como un Hub Digital.
La industria de telecomunicaciones está llamada a ser un pilar de la recuperación económica nacional, apalancando la transformación digital desde la infraestructura y los servicios avanzados. Diversos reportes indican que el 5G generará un impacto económico de 1% del PIB para el año 2035, siempre y cuando trabajemos en creación de valor. Por esto impulsamos iniciativas como el Observatorio Nacional 5G y los distintos Campus 5G a lo largo del país, que permiten la experimentación de la academia e instituciones públicas y privadas con la nueva red, previa a su implementación y donde esperamos tener futuras aplicaciones y soluciones 5G.
Será en la economía digital y en la transformación tecnológica productiva donde Chile se jugará sus próximos 20 años de crecimiento económico. Pero la transformación digital no impulsará automáticamente el desarrollo. Necesita políticas públicas y alianzas con el mundo privado en el marco de estrategias nacionales de desarrollo.
La estrategia que adoptamos en Chile es ser pioneros en Latinoamérica en el despliegue del ecosistema 5G y aprovechar esa ventaja tecnológica como una ventana de desarrollo humano y de reactivación económica post pandemia.
Hoy es tiempo de avanzar con decisión, colaboración y sentido nacional. Poner primero el interés superior de las personas y del país. Nada debe detener u obstruir el desarrollo tecnológico de Chile porque frenarlo judicialmente, es impedir que las familias chilenas tengan una nueva oportunidad de crecer y mejorar su calidad de vida.
-La autora es subsecretaria de Telecomunicaciones
Fuente: La Tercera, Viernes 15 de Enero de 2021