DIARIO FINANCIERO – Durante el peak de la pandemia, las obras privadas se detuvieron casi en un 100% y eso golpeó fuertemente a la construcción. Hubo más de 900 proyectos paralizados en todo el país y se llegaron a perder cerca de 380.000 puestos de trabajo.
Con el levantamiento de cuarentenas, las faenas empezaron a reactivarse, pero una segunda ola de contagio -que ya se está viendo en algunas partes del país y amenaza con llegar a la zona central y la capital- preocupa al sector. Ayer además, se extendió el Estado de Catástrofe hasta marzo, como medida de precaución.
El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, señaló este jueves que “los protocolos en las obras son muy estrictos; hemos trabajado muy intensamente con la Cámara Chilena de la Construcción, todas las empresas públicas y privadas los han tomado”.
Según la autoridad, hoy los trabajos de la construcción tienen una tasa de contagio “de un séptimo de lo que es la tasa nacional”. “Por lo tanto, la gente ha ido tomando confianza y permite entonces pensar que, aun cuando hubiera un rebrote, estas empresas y obras no se detendrían”, dijo en el III Foro Latinoamericano de Infraestructura del CPI.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, señaló que “el riesgo de enfrentarnos a una segunda ola está latente y todos tenemos la responsabilidad de hacer nuestros mayores esfuerzos para evitarla o para que sea lo más acotada posible”.
En la actualidad, a diferencia del momento más álgido de la pandemia, los proyectos en cuarentena están funcionando. A la fecha, hay 91 iniciativas autorizadas para avanzar en zonas de confinamiento, que equivalen a 33.005 empleos.
Las obras localizadas en comunas con cuarentena deben cumplir con ciertas condiciones especiales, como la aplicación de PCR y uso de transporte privado.
“Este es un reconocimiento de que somos una actividad segura y reactivadora. Y también una gran responsabilidad. Por eso, y porque tenemos el compromiso de aportar a la reactivación, nuestro compromiso como industria es no bajar la guardia en ningún momento”, sostuvo.
En adelante, el gremio reforzará sus medidas de seguridad y se enfocarán en “facilitar que los trabajadores de la construcción se vacunen contra el Covid en tanto sea posible”.
Junto con enfrentar un eventual rebrote, otro desafío para la industria es el inicio de obras nuevas. Errázuriz contó que “han aumentado en el margen, pero en términos acumulados anuales han caído respecto a 2019”, ya que a octubre se registra casi 50% menos de inicio de nuevos proyectos inmobiliarios.
¿Y si se detienen las obras?
Las inmobiliarias ven con incertidumbre lo que pueda pasar este verano. El gerente inmobiliario y socio de Exxacon, Pablo Arentsen, comentó que “hoy es una realidad que una paralización como la que vivimos a comienzos de año afectaría el avance y desarrollo de las obras en ejecución, pero lo aprendido sirve mucho para proyectar lo que viene”.
“El principal punto es mantener una buena comunicación con nuestros clientes y las empresas constructoras, de manera de minimizar sus efectos”, planteó.
Recalcó que su idea es seguir adelante con las construcciones mientras se pueda, “pero hay cosas que no podemos controlar, y que iremos manejando en la medida que nos enfrentemos a ello. Sin embargo, la idea es continuar y hacer uso efectivo de la habilidad principal aprendida este 2020, que es la flexibilidad”.
Ver artículo
Fuente: Diario Financiero, Viernes 04 de Diciembre de 2020
Construcciones privadas podrían no detenerse ante eventual segunda ola por baja tasa de contagio
DIARIO FINANCIERO – Durante el peak de la pandemia, las obras privadas se detuvieron casi en un 100% y eso golpeó fuertemente a la construcción. Hubo más de 900 proyectos paralizados en todo el país y se llegaron a perder cerca de 380.000 puestos de trabajo.
Con el levantamiento de cuarentenas, las faenas empezaron a reactivarse, pero una segunda ola de contagio -que ya se está viendo en algunas partes del país y amenaza con llegar a la zona central y la capital- preocupa al sector. Ayer además, se extendió el Estado de Catástrofe hasta marzo, como medida de precaución.
El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, señaló este jueves que “los protocolos en las obras son muy estrictos; hemos trabajado muy intensamente con la Cámara Chilena de la Construcción, todas las empresas públicas y privadas los han tomado”.
Según la autoridad, hoy los trabajos de la construcción tienen una tasa de contagio “de un séptimo de lo que es la tasa nacional”. “Por lo tanto, la gente ha ido tomando confianza y permite entonces pensar que, aun cuando hubiera un rebrote, estas empresas y obras no se detendrían”, dijo en el III Foro Latinoamericano de Infraestructura del CPI.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, señaló que “el riesgo de enfrentarnos a una segunda ola está latente y todos tenemos la responsabilidad de hacer nuestros mayores esfuerzos para evitarla o para que sea lo más acotada posible”.
En la actualidad, a diferencia del momento más álgido de la pandemia, los proyectos en cuarentena están funcionando. A la fecha, hay 91 iniciativas autorizadas para avanzar en zonas de confinamiento, que equivalen a 33.005 empleos.
Las obras localizadas en comunas con cuarentena deben cumplir con ciertas condiciones especiales, como la aplicación de PCR y uso de transporte privado.
“Este es un reconocimiento de que somos una actividad segura y reactivadora. Y también una gran responsabilidad. Por eso, y porque tenemos el compromiso de aportar a la reactivación, nuestro compromiso como industria es no bajar la guardia en ningún momento”, sostuvo.
En adelante, el gremio reforzará sus medidas de seguridad y se enfocarán en “facilitar que los trabajadores de la construcción se vacunen contra el Covid en tanto sea posible”.
Junto con enfrentar un eventual rebrote, otro desafío para la industria es el inicio de obras nuevas. Errázuriz contó que “han aumentado en el margen, pero en términos acumulados anuales han caído respecto a 2019”, ya que a octubre se registra casi 50% menos de inicio de nuevos proyectos inmobiliarios.
¿Y si se detienen las obras?
Las inmobiliarias ven con incertidumbre lo que pueda pasar este verano. El gerente inmobiliario y socio de Exxacon, Pablo Arentsen, comentó que “hoy es una realidad que una paralización como la que vivimos a comienzos de año afectaría el avance y desarrollo de las obras en ejecución, pero lo aprendido sirve mucho para proyectar lo que viene”.
“El principal punto es mantener una buena comunicación con nuestros clientes y las empresas constructoras, de manera de minimizar sus efectos”, planteó.
Recalcó que su idea es seguir adelante con las construcciones mientras se pueda, “pero hay cosas que no podemos controlar, y que iremos manejando en la medida que nos enfrentemos a ello. Sin embargo, la idea es continuar y hacer uso efectivo de la habilidad principal aprendida este 2020, que es la flexibilidad”.
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Fuente: Diario Financiero, Viernes 04 de Diciembre de 2020