DIARIO FINANCIERO – Cuando en Chile se construye un edificio de 13 pisos, en los demás países OCDE, en promedio, ese edificio tendría 19 pisos. En el mismo plazo y con el mismo número de trabajadores. Y en materia de caminos es aún peor: midiendo la productividad como el valor agregado, las obras nacionales promedian US$ 99 por persona-día, mientras que en la muestra internacional son US$ 317 por persona-día, es decir, un 220% mayor.
Cifras para llorar las que entrega un Informe elaborado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP), recientemente publicado, que ubica a nuestro país penúltimo entre los países OCDE en materia de productividad en la construcción.
Esto es bien preocupante, pues Chile se apronta a reactivar la economía precisamente de la mano de un fuerte aumento en la inversión en infraestructura. De hecho, el ministro Alfredo Moreno ha señalado que el presupuesto del MOP para el próximo año tendrá el salto cuantitativo más importante de nuestra historia. Eso es una excelente noticia por su alta capacidad de generación de mano de obra, la más efectiva de las políticas sociales.
Pero la plata disponible debemos invertirla bien. No es aceptable que el 50% de los contratos tenga sobre costos. Para qué decir con los tiempos de desarrollo que toman los proyectos. Una de las conclusiones del informe es categórica: “Chile no cuenta con planificación y priorización efectivas a nivel nacional.”.
El informe realiza varias propuestas concretas. Propone cambios institucionales (como crear una Comisión de Infraestructura que asesore al Presidente de la República), y otras normas, como incorporar mecanismos arbitrales de resolución de conflictos en las obras no concesionadas. También se recomienda incorporar BIM (building information modeling) en los proyectos, mejorar las fases de pre-inversión, estandarizar las bases de licitación, dar más estabilidad a los permisos de edificación, mejorar formación de los trabajadores de la construcción, reducir generación de residuos e incorporar tecnologías como la construcción industrializada.
Otro tanto ocurre con la construcción privada. Falsos ahorros en las etapas iniciales, contratos deficientes y lentitud en la resolución de diferencias. De hecho, los conflictos de la construcción son la principal fuente de conflictos que llega al Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Santiago.
Por último, cabe comentar una oportunidad perdida. Hace cuatro años se creó una empresa estatal, antes llamada Fondo de Infraestructura y ahora Desarrollo País, para desarrollar obras concesionadas sin las trabas burocráticas de la administración pública. Desgraciadamente, todavía no ha ejecutado proyecto alguno. Un punto para agregar a las recomendaciones del informe.
Cuando se analiza nuestra competitividad, la infraestructura es una de nuestras mochilas. Tenemos que invertir más y mejor. Las recomendaciones que hace este informe de la CNP están bien fundadas, y muchas de ellas han sido advertidas con anterioridad por otros especialistas. Los cambios son urgentes, no queda otra: “Hay que entrar a picar”.
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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 25 de Noviembre de 2020
Hay que entrar a picar, por Clemente Pérez
DIARIO FINANCIERO – Cuando en Chile se construye un edificio de 13 pisos, en los demás países OCDE, en promedio, ese edificio tendría 19 pisos. En el mismo plazo y con el mismo número de trabajadores. Y en materia de caminos es aún peor: midiendo la productividad como el valor agregado, las obras nacionales promedian US$ 99 por persona-día, mientras que en la muestra internacional son US$ 317 por persona-día, es decir, un 220% mayor.
Cifras para llorar las que entrega un Informe elaborado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP), recientemente publicado, que ubica a nuestro país penúltimo entre los países OCDE en materia de productividad en la construcción.
Esto es bien preocupante, pues Chile se apronta a reactivar la economía precisamente de la mano de un fuerte aumento en la inversión en infraestructura. De hecho, el ministro Alfredo Moreno ha señalado que el presupuesto del MOP para el próximo año tendrá el salto cuantitativo más importante de nuestra historia. Eso es una excelente noticia por su alta capacidad de generación de mano de obra, la más efectiva de las políticas sociales.
Pero la plata disponible debemos invertirla bien. No es aceptable que el 50% de los contratos tenga sobre costos. Para qué decir con los tiempos de desarrollo que toman los proyectos. Una de las conclusiones del informe es categórica: “Chile no cuenta con planificación y priorización efectivas a nivel nacional.”.
El informe realiza varias propuestas concretas. Propone cambios institucionales (como crear una Comisión de Infraestructura que asesore al Presidente de la República), y otras normas, como incorporar mecanismos arbitrales de resolución de conflictos en las obras no concesionadas. También se recomienda incorporar BIM (building information modeling) en los proyectos, mejorar las fases de pre-inversión, estandarizar las bases de licitación, dar más estabilidad a los permisos de edificación, mejorar formación de los trabajadores de la construcción, reducir generación de residuos e incorporar tecnologías como la construcción industrializada.
Otro tanto ocurre con la construcción privada. Falsos ahorros en las etapas iniciales, contratos deficientes y lentitud en la resolución de diferencias. De hecho, los conflictos de la construcción son la principal fuente de conflictos que llega al Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Santiago.
Por último, cabe comentar una oportunidad perdida. Hace cuatro años se creó una empresa estatal, antes llamada Fondo de Infraestructura y ahora Desarrollo País, para desarrollar obras concesionadas sin las trabas burocráticas de la administración pública. Desgraciadamente, todavía no ha ejecutado proyecto alguno. Un punto para agregar a las recomendaciones del informe.
Cuando se analiza nuestra competitividad, la infraestructura es una de nuestras mochilas. Tenemos que invertir más y mejor. Las recomendaciones que hace este informe de la CNP están bien fundadas, y muchas de ellas han sido advertidas con anterioridad por otros especialistas. Los cambios son urgentes, no queda otra: “Hay que entrar a picar”.
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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 25 de Noviembre de 2020