Lunes, Noviembre 25, 2024

5G y ciudades inteligentes: un futuro cercano

DIARIO FINANCIERO – Mucho se ha hablado sobre cómo la pandemia aceleró la transformación digital de las empresas. Sin embargo, esta crisis también dará un impulso rápido al urbanismo, a fin de avanzar en el diseño de ciudades y territorios más eficientes en materia de servicios, transportes, energía, salud o seguridad, en sintonía con las nuevas necesidades de sus habitantes. La tecnología será clave en este proceso y la llegada a nuestro país de 5G no podría ser más oportuna.

Más allá de todas sus ventajas a nivel de experiencia y seguridad (conectividad más sólida y estable, con menor latencia), se trata de una innovación que permitirá democratizar el acceso a la tecnología y mejorar la calidad de vida. Según el informe “Cities Policy Responses”, publicado recientemente por la OCDE, la mitad de la población a nivel mundial vive en ciudades, y se espera que llegue al 55% en 2050. En ese sentido, es fundamental que las urbes estén bien preparadas y equipadas para responder a nivel local ante eventuales nuevas amenazas colectivas.

También es necesario que las ciudades hoy puedan estar en sintonía con las nuevas tendencias y oportunidades en materia de movilidad, accesibilidad o consumo. La implementación de 5G permitirá avanzar justamente en esa dirección, midiendo los tiempos de viaje, facilitando compras y trámites, creando hogares inteligentes y reforzando la seguridad, gracias a redes interconectadas de vigilancia con cámaras de alta definición y sensores capaces de coordinar servicios de emergencia o localizar vehículos en tiempo real.

La contribución de esta tecnología a la preservación ambiental será otro factor relevante, siendo que permitirá controlar el uso del agua, ahorrar energía, promover la economía circular, mejorar la gestión de residuos y reducir emisiones contaminantes, lo que sería una ventaja en lugares especialmente complejos, como nuestra capital. Será un cambio de paradigma que nos dará la oportunidad de empezar desde cero.

La tarea ahora es generar alianzas y adoptar estrategias adecuadas para implementar modelos de ciudades inteligentes en un momento en que las urbes a nivel mundial se están replanteando cómo ofrecen sus servicios, planifican su espacio o retoman su crecimiento económico. La amenaza de una nueva emergencia sanitaria activará un proceso que ya comenzaba a instalarse en algunos países y que ahora, gracias a las herramientas como el Big Data, será más transversal y se visualiza en un futuro cada vez más cercano.

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Fuente: Diario Financiero, Lunes 24 de Agosto de 2020

DIARIO FINANCIERO – Mucho se ha hablado sobre cómo la pandemia aceleró la transformación digital de las empresas. Sin embargo, esta crisis también dará un impulso rápido al urbanismo, a fin de avanzar en el diseño de ciudades y territorios más eficientes en materia de servicios, transportes, energía, salud o seguridad, en sintonía con las nuevas necesidades de sus habitantes. La tecnología será clave en este proceso y la llegada a nuestro país de 5G no podría ser más oportuna.

Más allá de todas sus ventajas a nivel de experiencia y seguridad (conectividad más sólida y estable, con menor latencia), se trata de una innovación que permitirá democratizar el acceso a la tecnología y mejorar la calidad de vida. Según el informe “Cities Policy Responses”, publicado recientemente por la OCDE, la mitad de la población a nivel mundial vive en ciudades, y se espera que llegue al 55% en 2050. En ese sentido, es fundamental que las urbes estén bien preparadas y equipadas para responder a nivel local ante eventuales nuevas amenazas colectivas.

También es necesario que las ciudades hoy puedan estar en sintonía con las nuevas tendencias y oportunidades en materia de movilidad, accesibilidad o consumo. La implementación de 5G permitirá avanzar justamente en esa dirección, midiendo los tiempos de viaje, facilitando compras y trámites, creando hogares inteligentes y reforzando la seguridad, gracias a redes interconectadas de vigilancia con cámaras de alta definición y sensores capaces de coordinar servicios de emergencia o localizar vehículos en tiempo real.

La contribución de esta tecnología a la preservación ambiental será otro factor relevante, siendo que permitirá controlar el uso del agua, ahorrar energía, promover la economía circular, mejorar la gestión de residuos y reducir emisiones contaminantes, lo que sería una ventaja en lugares especialmente complejos, como nuestra capital. Será un cambio de paradigma que nos dará la oportunidad de empezar desde cero.

La tarea ahora es generar alianzas y adoptar estrategias adecuadas para implementar modelos de ciudades inteligentes en un momento en que las urbes a nivel mundial se están replanteando cómo ofrecen sus servicios, planifican su espacio o retoman su crecimiento económico. La amenaza de una nueva emergencia sanitaria activará un proceso que ya comenzaba a instalarse en algunos países y que ahora, gracias a las herramientas como el Big Data, será más transversal y se visualiza en un futuro cada vez más cercano.

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Fuente: Diario Financiero, Lunes 24 de Agosto de 2020

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