Lunes, Noviembre 25, 2024

Inicio del desarrollo de la nueva red 5G

LA TERCERA – El lunes pasado, el gobierno presentó las bases de la licitación del 5G. El primer paso en el proceso de desarrollo de esa tecnología en el país que, según coinciden los expertos, marcará un cambio radical en el uso de las redes inalámbricas. El sistema no solo permitirá aumentar en 10 veces las velocidades de la actual red 4G, sino que aumentará la cantidad de información que se va a poder transmitir, reduciendo casi al mínimo la latencia, es decir, la brecha de tiempo entre el momento en que se da una orden y ésta se ejecuta. Ello permitirá avanzar en lo que se conoce como la Internet de las cosas (IoT). Las ciudades inteligentes serán una realidad, se podrán conectar los sistemas productivos del país para hacerlos más eficientes y la estabilidad e instantaneidad de la red permitirá avanzar en procesos como el de la telemedicina y el teletrabajo.

El concurso abierto esta semana busca asignar cuatro bandas por un total de 1.800 MHz, es decir cuatro veces más de lo que se ha licitado en toda la historia del sector. Las compañías interesadas deberán, entre otras cosas, conectar a todas las capitales regionales y provinciales del país, al igual que todos los ministerios, instituciones públicas y hospitales, todo lo cual implicaría una inversión cercana a los US$ 3.000 millones en infraestructura durante los próximos cinco años. Esto porque la nueva red obligará a duplicar las cerca de 30 mil antenas reproductoras que operan actualmente a 60 mil. El sistema debería estar operativo, en su primera etapa, en febrero de 2022, permitiendo que Chile sea el primer país de América Latina con red 5G. En la actualidad hay 35 países que ya comenzaron el desarrollo e implementación del sistema.

Pero al margen de los beneficios que traerá el nuevo sistema, éste ha puesto a Chile en medio de una disputa geopolítica que podría incluso definir la estructura del nuevo orden mundial y los equilibrios entre China y Estados Unidos. Ambas potencias aspiran a ganar posiciones en la guerra del 5G, conscientes del poder que otorga el control del sistema. Washington ha desplegado una agresiva ofensiva contra empresas chinas como Huawei y ZTE, alertando sobre las amenazas a la seguridad que éstas podrían representar, al no existir garantías sobre la privacidad de los datos que circulen por la red o de que organizaciones terroristas puedan interferir las conexiones. Por su parte, China acusa a Washington de recurrir a ese argumento para asegurar sus propios intereses y defiende los beneficios de compañías como Huawei, que hoy lideran la tecnología del 5G.

Chile está desarrollando actualmente una norma de ciberseguridad que será clave para la tercera etapa del proceso de desarrollo de 5G, cuando las empresas ganadoras de la licitación deban definir quiénes serán los proveedores de los equipos y de la infraestructura necesaria para operar el sistema. Considerando la magnitud y relevancia de la información que se manejará por la red es fundamental que existan directrices claras sobre el tema. La UE, por ejemplo, ya ha dado pasos importantes en ese sentido. Pero al margen de ello, es decisivo también que en este proceso Chile pondere sus intereses, evitando tomar decisiones guiado por presiones externas y cuidando los beneficios para los futuros usuarios. China y Estados Unidos son socios fundamentales de nuestro país, pero en la implementación del sistema Chile debe cuidar su neutralidad, velar por sus intereses y guiarse por consideraciones técnicas.

Fuente: La Tercera, Viernes 21 de Agosto de 2020

LA TERCERA – El lunes pasado, el gobierno presentó las bases de la licitación del 5G. El primer paso en el proceso de desarrollo de esa tecnología en el país que, según coinciden los expertos, marcará un cambio radical en el uso de las redes inalámbricas. El sistema no solo permitirá aumentar en 10 veces las velocidades de la actual red 4G, sino que aumentará la cantidad de información que se va a poder transmitir, reduciendo casi al mínimo la latencia, es decir, la brecha de tiempo entre el momento en que se da una orden y ésta se ejecuta. Ello permitirá avanzar en lo que se conoce como la Internet de las cosas (IoT). Las ciudades inteligentes serán una realidad, se podrán conectar los sistemas productivos del país para hacerlos más eficientes y la estabilidad e instantaneidad de la red permitirá avanzar en procesos como el de la telemedicina y el teletrabajo.

El concurso abierto esta semana busca asignar cuatro bandas por un total de 1.800 MHz, es decir cuatro veces más de lo que se ha licitado en toda la historia del sector. Las compañías interesadas deberán, entre otras cosas, conectar a todas las capitales regionales y provinciales del país, al igual que todos los ministerios, instituciones públicas y hospitales, todo lo cual implicaría una inversión cercana a los US$ 3.000 millones en infraestructura durante los próximos cinco años. Esto porque la nueva red obligará a duplicar las cerca de 30 mil antenas reproductoras que operan actualmente a 60 mil. El sistema debería estar operativo, en su primera etapa, en febrero de 2022, permitiendo que Chile sea el primer país de América Latina con red 5G. En la actualidad hay 35 países que ya comenzaron el desarrollo e implementación del sistema.

Pero al margen de los beneficios que traerá el nuevo sistema, éste ha puesto a Chile en medio de una disputa geopolítica que podría incluso definir la estructura del nuevo orden mundial y los equilibrios entre China y Estados Unidos. Ambas potencias aspiran a ganar posiciones en la guerra del 5G, conscientes del poder que otorga el control del sistema. Washington ha desplegado una agresiva ofensiva contra empresas chinas como Huawei y ZTE, alertando sobre las amenazas a la seguridad que éstas podrían representar, al no existir garantías sobre la privacidad de los datos que circulen por la red o de que organizaciones terroristas puedan interferir las conexiones. Por su parte, China acusa a Washington de recurrir a ese argumento para asegurar sus propios intereses y defiende los beneficios de compañías como Huawei, que hoy lideran la tecnología del 5G.

Chile está desarrollando actualmente una norma de ciberseguridad que será clave para la tercera etapa del proceso de desarrollo de 5G, cuando las empresas ganadoras de la licitación deban definir quiénes serán los proveedores de los equipos y de la infraestructura necesaria para operar el sistema. Considerando la magnitud y relevancia de la información que se manejará por la red es fundamental que existan directrices claras sobre el tema. La UE, por ejemplo, ya ha dado pasos importantes en ese sentido. Pero al margen de ello, es decisivo también que en este proceso Chile pondere sus intereses, evitando tomar decisiones guiado por presiones externas y cuidando los beneficios para los futuros usuarios. China y Estados Unidos son socios fundamentales de nuestro país, pero en la implementación del sistema Chile debe cuidar su neutralidad, velar por sus intereses y guiarse por consideraciones técnicas.

Fuente: La Tercera, Viernes 21 de Agosto de 2020

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