EQUIPO DE COMUNICACIONES CPI – Juan José Ugarte manifiesta que post pandemia es urgente además retomar obras claves para la productividad de la industria forestal como los puentes ferroviarios en las regiones del Biobío y La Araucanía.
– ¿Cuáles son los principales cuellos de botella que enfrenta la industria forestal en materia de infraestructura?
Tener buena conectividad es crucial para la actividad productiva y ciertamente para la actividad forestal. El 80% de nuestros envíos a los mercados mundiales sale por mar. Como gremio hemos planteado en innumerables oportunidades que se necesitan inversiones en infraestructura vial y ferroviaria del más alto estándar para apalancar carga de distintos sectores productivos de la zona centro y sur del país conectado con el sistema portuario de la Región del Biobío, único al sur de San Antonio.
El puente ferroviario sobre el Biobío fue inaugurado en 1890, es decir tiene más de 130 años y urge contar con un puente dotado de mayores capacidades de carga y con mayor seguridad para el servicio de transporte, que se integre con la red de transporte ferroviario de carga regional, que permita movilizar la carga desde el sur, pero también la originaria del norte, proyectándose hacia una conexión ferroviaria desde Chillán hacia la zona portuaria del Biobío.
Asimismo, urge modernizar el Sistema Ferroviario de carga, que incluya materializar inversiones de corto y largo plazo en su infraestructura para mejorar la seguridad, productividad, proceso y competitividad, especialmente en el acceso a los puertos del Biobío.
Las vías además necesitan una adecuada conexión de última milla, revisar los accesos a Puerto DP World Lirquén y Puerto Coronel, y mejorar la conectividad desde la Ruta Interportuaria hacia el Puerto de San Vicente Terminal Internacional, forman parte de este sistema.
– ¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha enfrentado, en términos de infraestructura, la industria forestal durante la ebullición social (que se inició en octubre) y la actual emergencia sanitaria por el Covid-19?
Los problemas que tiene el país en temas relacionados a la infraestructura no se relacionan con movimientos sociales o emergencias sanitarias. Son necesidades que han surgido en las últimas décadas por el desarrollo productivo y la expansión y crecimiento de las ciudades lo que, de todas maneras, es una buena noticia, porque indica que el país y sus habitantes están progresando. Por eso hace bastante tiempo venimos planteado la urgente necesidad de legislar para los próximos 30 años en Políticas de Estado, tendientes a fortalecer la infraestructura vial y ferroviaria del país, y así velar por un lado para que los chilenos cuenten con mejores vías y más seguras y eficientes de desplazamiento y, en paralelo, hacer más eficiente el transporte de las exportaciones que se tranzan en mercados internacionales.
– En materia de comercio exterior, ¿cómo han operado el trasporte de carga (ferrocarriles) y puertos?
Ambos sectores, transporte de carga como los puertos están catalogados como estratégicos y por lo tanto en esta emergencia sanitaria se han mantenido operativos, eso sí, tomando una serie de medidas para evitar el contagio entre sus colaboradores. Hoy la prioridad para las empresas está en proteger la salud de los trabajadores.
Los puertos del Biobío, por ejemplo, comenzaron a tomar medidas en enero y febrero, porque son la principal conexión del sector con los mercados internacionales, especialmente con China. Entre las medidas implementadas destaca la instalación de pórticos automáticos para la sanitización de camiones y trenes, planes de higienización de equipos móviles, áreas comunes, comedores, baños y oficinas, adquirieron elementos de protección sanitaria, como mascarillas, guantes y alcohol gel.
Los ferroviarios, a su vez, han implementado importantes procedimientos de sanitización de estaciones, vagones, cabinas y otros.
– ¿Cómo está operando la industria para mantener esta cadena productiva en medio de la emergencia del Covid?
Estamos viviendo momentos de gran incertidumbre, donde nos hemos fijado como prioridad la protección y cuidado de nuestros colaboradores y segundo, mantener operativa esta actividad productiva, protegiendo el empleo y aportando en la generación de productos higiénicos y sanitarios de primera necesidad que ayudan a sortear de mejor manera el panorama al que nos estamos enfrentando.
Nuestra actividad, al igual que la agricultura y toda la cadena generadora de alimentos, junto con el transporte, y los servicios logísticos, son actividades esenciales, y por lo tanto tenemos doble tarea, la primera es evitar el contagio del Covid 19 en nuestros trabajadores y segundo, mantener el abastecimiento de nuestro país.
Nosotros como forestales proveemos la materia prima para generar insumos sanitarios altamente requeridos en este momento como son los derivados de la celulosa y lo hemos hecho elevando el estándar sanitario y siendo extremadamente cuidadosos.
– ¿El transporte forestal se ha visto afectado en demanda, rutas, disponibilidad de conductores?
A raíz de la pandemia, no hemos tenido mayores dificultades más allá de las vinculadas a mayores tiempos de espera en barreras sanitarias o complicaciones logísticas por toques de queda u otras medidas sanitarias. Sin embargo, el mayor problema está relacionado con la violencia rural que ha aumentado considerablemente durante el estado de excepción. Lamentablemente, estas situaciones han conllevado ataques con armas de fuego a conductores, cortes de ruta y hasta descarrilamiento de un tren. Todo esto afecta el proceso de carga y transporte de la madera, pero lo que más nos preocupa es que genera miedo en nuestros trabajadores, contratistas, conductores y en las comunidades.
– A raíz de los atentados que se han producido en las últimas semanas en la zona centro-sur ¿a juicio de Corma qué medidas se deberían tomar para elevar los estándares de infraestructura crítica y así preservar la operación productiva de las industrias que se han visto afectadas?
Creemos que se deben adoptar todas las medidas que sean necesarias para asegurar el normal desarrollo del transporte. Pero, más importante aún, que sean acciones que respondan a la urgencia que requieren los más de 3 millones de habitantes que están expuestos a la violencia en algunas zonas del país y que se materializa, muchas veces, en daños a la infraestructura pública.
– Dado el actual escenario de crisis económica, se realizó un recorte de presupuesto para el MOP que afectará su programa de licitaciones. ¿Qué obras de infraestructura, a juicio de Corma, deberían retomarse a la brevedad una vez superada la recesión para no afectar la competitividad de la industria?
Sin duda el puente ferroviario sobre el Biobío es urgente, también puentes ferroviarios como Puente Toltén y el Puente Cautín, ambos de la Región de La Araucanía. Es muy necesario tenerlos operativos prontamente. Lo mismo ocurre con el Puente Chivilingo 1 en la comuna de Lota y el puente Andalién 1, ambos de la Región del Biobío. Tener en funcionamiento estos tres puentes ayudaría a mantener y aumentar el flujo de carga, lo que se traduce en aumentar la productividad y la competitividad del sector.
Mirando a largo plazo, se hace necesario invertir en el plan estratégico logístico macro zonal en Biobío y Ñuble, que considere no sólo el desarrollo de las obras de infraestructura, sino que además el sistema de transporte (coordinado con el plan de transporte urbano regional) y una normativa y procesos que permitan que esta “movilidad” logística ocurra tanto a nivel de carga, como de personas.
– En el ámbito logístico, hay quienes plantean que, dada esta misma estrechez financiera, que quizá habría que enfocarse en mejorar la eficiencia de los puertos, por ejemplo, en vez de seguir poniendo las fichas en megaproyectos como el puerto de gran escala en San Antonio. ¿Cuál es la opinión de Corma?
Desde los puertos de la Región del Biobío se exporta el 81% de la carga forestal y todas las mejoras que se puedan realizar a los puertos y a sus accesos irá en ayudar no sólo de nuestra actividad, sino que también permitirá sostener e impulsar la reducción de costos logísticos y el desarrollo de otras industrias como la agrícola y la pesquera, que se desarrollan entre las Regiones del Maule y Los Lagos.
Esto permitiría una oportunidad para impulsar el crecimiento del sur de Chile, y desde aquí hacia el nivel nacional.
– ¿Cómo han variado las proyecciones del sector en materia de exportaciones para este año con esta crisis?
Es complejo proyectar un escenario en las condiciones actuales, hay mucha incertidumbre de lo que puede pasar. Pero existe consenso en torno a que el mundo entró en una recesión económica muy severa, donde muchos de los mercados a los que llegamos están fuertemente contraídos.
Fuente: Equipo de Comunicaciones CPI, Miércoles 27 de Mayo de 2020
Presidente de Corma: “Es necesario invertir en infraestructura vial y modernizar el sistema ferroviario de carga”
EQUIPO DE COMUNICACIONES CPI – Juan José Ugarte manifiesta que post pandemia es urgente además retomar obras claves para la productividad de la industria forestal como los puentes ferroviarios en las regiones del Biobío y La Araucanía.
– ¿Cuáles son los principales cuellos de botella que enfrenta la industria forestal en materia de infraestructura?
Tener buena conectividad es crucial para la actividad productiva y ciertamente para la actividad forestal. El 80% de nuestros envíos a los mercados mundiales sale por mar. Como gremio hemos planteado en innumerables oportunidades que se necesitan inversiones en infraestructura vial y ferroviaria del más alto estándar para apalancar carga de distintos sectores productivos de la zona centro y sur del país conectado con el sistema portuario de la Región del Biobío, único al sur de San Antonio.
El puente ferroviario sobre el Biobío fue inaugurado en 1890, es decir tiene más de 130 años y urge contar con un puente dotado de mayores capacidades de carga y con mayor seguridad para el servicio de transporte, que se integre con la red de transporte ferroviario de carga regional, que permita movilizar la carga desde el sur, pero también la originaria del norte, proyectándose hacia una conexión ferroviaria desde Chillán hacia la zona portuaria del Biobío.
Asimismo, urge modernizar el Sistema Ferroviario de carga, que incluya materializar inversiones de corto y largo plazo en su infraestructura para mejorar la seguridad, productividad, proceso y competitividad, especialmente en el acceso a los puertos del Biobío.
Las vías además necesitan una adecuada conexión de última milla, revisar los accesos a Puerto DP World Lirquén y Puerto Coronel, y mejorar la conectividad desde la Ruta Interportuaria hacia el Puerto de San Vicente Terminal Internacional, forman parte de este sistema.
– ¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha enfrentado, en términos de infraestructura, la industria forestal durante la ebullición social (que se inició en octubre) y la actual emergencia sanitaria por el Covid-19?
Los problemas que tiene el país en temas relacionados a la infraestructura no se relacionan con movimientos sociales o emergencias sanitarias. Son necesidades que han surgido en las últimas décadas por el desarrollo productivo y la expansión y crecimiento de las ciudades lo que, de todas maneras, es una buena noticia, porque indica que el país y sus habitantes están progresando. Por eso hace bastante tiempo venimos planteado la urgente necesidad de legislar para los próximos 30 años en Políticas de Estado, tendientes a fortalecer la infraestructura vial y ferroviaria del país, y así velar por un lado para que los chilenos cuenten con mejores vías y más seguras y eficientes de desplazamiento y, en paralelo, hacer más eficiente el transporte de las exportaciones que se tranzan en mercados internacionales.
– En materia de comercio exterior, ¿cómo han operado el trasporte de carga (ferrocarriles) y puertos?
Ambos sectores, transporte de carga como los puertos están catalogados como estratégicos y por lo tanto en esta emergencia sanitaria se han mantenido operativos, eso sí, tomando una serie de medidas para evitar el contagio entre sus colaboradores. Hoy la prioridad para las empresas está en proteger la salud de los trabajadores.
Los puertos del Biobío, por ejemplo, comenzaron a tomar medidas en enero y febrero, porque son la principal conexión del sector con los mercados internacionales, especialmente con China. Entre las medidas implementadas destaca la instalación de pórticos automáticos para la sanitización de camiones y trenes, planes de higienización de equipos móviles, áreas comunes, comedores, baños y oficinas, adquirieron elementos de protección sanitaria, como mascarillas, guantes y alcohol gel.
Los ferroviarios, a su vez, han implementado importantes procedimientos de sanitización de estaciones, vagones, cabinas y otros.
– ¿Cómo está operando la industria para mantener esta cadena productiva en medio de la emergencia del Covid?
Estamos viviendo momentos de gran incertidumbre, donde nos hemos fijado como prioridad la protección y cuidado de nuestros colaboradores y segundo, mantener operativa esta actividad productiva, protegiendo el empleo y aportando en la generación de productos higiénicos y sanitarios de primera necesidad que ayudan a sortear de mejor manera el panorama al que nos estamos enfrentando.
Nuestra actividad, al igual que la agricultura y toda la cadena generadora de alimentos, junto con el transporte, y los servicios logísticos, son actividades esenciales, y por lo tanto tenemos doble tarea, la primera es evitar el contagio del Covid 19 en nuestros trabajadores y segundo, mantener el abastecimiento de nuestro país.
Nosotros como forestales proveemos la materia prima para generar insumos sanitarios altamente requeridos en este momento como son los derivados de la celulosa y lo hemos hecho elevando el estándar sanitario y siendo extremadamente cuidadosos.
– ¿El transporte forestal se ha visto afectado en demanda, rutas, disponibilidad de conductores?
A raíz de la pandemia, no hemos tenido mayores dificultades más allá de las vinculadas a mayores tiempos de espera en barreras sanitarias o complicaciones logísticas por toques de queda u otras medidas sanitarias. Sin embargo, el mayor problema está relacionado con la violencia rural que ha aumentado considerablemente durante el estado de excepción. Lamentablemente, estas situaciones han conllevado ataques con armas de fuego a conductores, cortes de ruta y hasta descarrilamiento de un tren. Todo esto afecta el proceso de carga y transporte de la madera, pero lo que más nos preocupa es que genera miedo en nuestros trabajadores, contratistas, conductores y en las comunidades.
– A raíz de los atentados que se han producido en las últimas semanas en la zona centro-sur ¿a juicio de Corma qué medidas se deberían tomar para elevar los estándares de infraestructura crítica y así preservar la operación productiva de las industrias que se han visto afectadas?
Creemos que se deben adoptar todas las medidas que sean necesarias para asegurar el normal desarrollo del transporte. Pero, más importante aún, que sean acciones que respondan a la urgencia que requieren los más de 3 millones de habitantes que están expuestos a la violencia en algunas zonas del país y que se materializa, muchas veces, en daños a la infraestructura pública.
– Dado el actual escenario de crisis económica, se realizó un recorte de presupuesto para el MOP que afectará su programa de licitaciones. ¿Qué obras de infraestructura, a juicio de Corma, deberían retomarse a la brevedad una vez superada la recesión para no afectar la competitividad de la industria?
Sin duda el puente ferroviario sobre el Biobío es urgente, también puentes ferroviarios como Puente Toltén y el Puente Cautín, ambos de la Región de La Araucanía. Es muy necesario tenerlos operativos prontamente. Lo mismo ocurre con el Puente Chivilingo 1 en la comuna de Lota y el puente Andalién 1, ambos de la Región del Biobío. Tener en funcionamiento estos tres puentes ayudaría a mantener y aumentar el flujo de carga, lo que se traduce en aumentar la productividad y la competitividad del sector.
Mirando a largo plazo, se hace necesario invertir en el plan estratégico logístico macro zonal en Biobío y Ñuble, que considere no sólo el desarrollo de las obras de infraestructura, sino que además el sistema de transporte (coordinado con el plan de transporte urbano regional) y una normativa y procesos que permitan que esta “movilidad” logística ocurra tanto a nivel de carga, como de personas.
– En el ámbito logístico, hay quienes plantean que, dada esta misma estrechez financiera, que quizá habría que enfocarse en mejorar la eficiencia de los puertos, por ejemplo, en vez de seguir poniendo las fichas en megaproyectos como el puerto de gran escala en San Antonio. ¿Cuál es la opinión de Corma?
Desde los puertos de la Región del Biobío se exporta el 81% de la carga forestal y todas las mejoras que se puedan realizar a los puertos y a sus accesos irá en ayudar no sólo de nuestra actividad, sino que también permitirá sostener e impulsar la reducción de costos logísticos y el desarrollo de otras industrias como la agrícola y la pesquera, que se desarrollan entre las Regiones del Maule y Los Lagos.
Esto permitiría una oportunidad para impulsar el crecimiento del sur de Chile, y desde aquí hacia el nivel nacional.
– ¿Cómo han variado las proyecciones del sector en materia de exportaciones para este año con esta crisis?
Es complejo proyectar un escenario en las condiciones actuales, hay mucha incertidumbre de lo que puede pasar. Pero existe consenso en torno a que el mundo entró en una recesión económica muy severa, donde muchos de los mercados a los que llegamos están fuertemente contraídos.
Fuente: Equipo de Comunicaciones CPI, Miércoles 27 de Mayo de 2020