DIARIO FINANCIERO – Aún con los efectos latentes de la crisis social, que impactaron la economía a partir de octubre, surge en el escenario el Covid-19. Pese a las medidas que se han adoptado para contenerlo, la incertidumbre sobre sus alcances se ha visto reflejada en una caída generalizada de los mercados, llevando a la anunciada recesión para el 2020.
El Covid-19 es, el mayor desafío al que nos hemos enfrentado en décadas. En este escenario, los gobiernos en Latinoamérica que ya venían enfrentando necesidades urgentes, ahora están forzados a maximizar sus recursos y desarrollar estrategias para abordar la crisis sanitaria, promover el empleo, e impulsar la economía, en un marco de estrechez presupuestaria sin precedentes. Ya la economía perderá más de US$12 mil millones entre el 2020 y 2021, y por su parte el ministro Briones anunció un plan fiscal para financiar medidas paliativas que alcanzarían el 6,9% del PIB del 2020.
Indudablemente en escenarios de contracción, el desarrollo de infraestructura puede contribuir de manera importante a la reactivación de la actividad económica generando activos para el país, la creación de empleos y bienestar para sus ciudadanos, pero hoy no está en las urgencias que un gobierno deba enfrentar esto con recursos propios.
Afortunadamente Chile cuenta con un sistema de Asociación Público Privado (APP) maduro y valorado por sus aportes al país. También ha sido por años un país atractivo para inversionistas de largo plazo tales como fondos de pensiones, fondos de inversión y empresas internacionales que han invertido y que gestionan proyectos de concesiones, y que bajo este escenario estarían dispuestas a invertir, ya sea a través de ampliaciones en las actuales concesiones como también en el desarrollo de nuevos proyectos. Ya en otros países de la región han anunciado planes para atraer estos capitales. Chile no se puede permitir que otros Estados capten esos recursos.
En este contexto de desaceleración económica, los países van a redoblar sus esfuerzos para promover el desarrollo económico y social, sin dejar de lado proyectos de infraestructura, como hospitales, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, entre otros. Mientras los gobiernos atienden las urgencias sanitarias, el desarrollo de inversiones es posible con la APP, antes que la capacidad se traslade a otros países de la región.
Hoy Chile no puede darse el lujo de enfrentar la titánica tarea de atender sólo con recursos propios las necesidades del país, como tampoco dejar todo congelado esperando que lleguen mejores momentos. Una economía como la nuestra, puede aprovechar la capacidad de inversión de los grupos presentes en Chile. Asimismo, los privados pueden mostrar, en momentos claves como este, el compromiso para estar a la altura del desafío que se enfrenta en este histórico momento.
Por Jorge Rivas, director Globalvia.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 18 de Mayo de 2020
Asociación Público-privado; ahora es cuando
DIARIO FINANCIERO – Aún con los efectos latentes de la crisis social, que impactaron la economía a partir de octubre, surge en el escenario el Covid-19. Pese a las medidas que se han adoptado para contenerlo, la incertidumbre sobre sus alcances se ha visto reflejada en una caída generalizada de los mercados, llevando a la anunciada recesión para el 2020.
El Covid-19 es, el mayor desafío al que nos hemos enfrentado en décadas. En este escenario, los gobiernos en Latinoamérica que ya venían enfrentando necesidades urgentes, ahora están forzados a maximizar sus recursos y desarrollar estrategias para abordar la crisis sanitaria, promover el empleo, e impulsar la economía, en un marco de estrechez presupuestaria sin precedentes. Ya la economía perderá más de US$12 mil millones entre el 2020 y 2021, y por su parte el ministro Briones anunció un plan fiscal para financiar medidas paliativas que alcanzarían el 6,9% del PIB del 2020.
Indudablemente en escenarios de contracción, el desarrollo de infraestructura puede contribuir de manera importante a la reactivación de la actividad económica generando activos para el país, la creación de empleos y bienestar para sus ciudadanos, pero hoy no está en las urgencias que un gobierno deba enfrentar esto con recursos propios.
Afortunadamente Chile cuenta con un sistema de Asociación Público Privado (APP) maduro y valorado por sus aportes al país. También ha sido por años un país atractivo para inversionistas de largo plazo tales como fondos de pensiones, fondos de inversión y empresas internacionales que han invertido y que gestionan proyectos de concesiones, y que bajo este escenario estarían dispuestas a invertir, ya sea a través de ampliaciones en las actuales concesiones como también en el desarrollo de nuevos proyectos. Ya en otros países de la región han anunciado planes para atraer estos capitales. Chile no se puede permitir que otros Estados capten esos recursos.
En este contexto de desaceleración económica, los países van a redoblar sus esfuerzos para promover el desarrollo económico y social, sin dejar de lado proyectos de infraestructura, como hospitales, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, entre otros. Mientras los gobiernos atienden las urgencias sanitarias, el desarrollo de inversiones es posible con la APP, antes que la capacidad se traslade a otros países de la región.
Hoy Chile no puede darse el lujo de enfrentar la titánica tarea de atender sólo con recursos propios las necesidades del país, como tampoco dejar todo congelado esperando que lleguen mejores momentos. Una economía como la nuestra, puede aprovechar la capacidad de inversión de los grupos presentes en Chile. Asimismo, los privados pueden mostrar, en momentos claves como este, el compromiso para estar a la altura del desafío que se enfrenta en este histórico momento.
Por Jorge Rivas, director Globalvia.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 18 de Mayo de 2020