DIARIO FINANCIERO – El economista boliviano Luis Gonzales dice que la caída del PIB es “puntual” y que no afecta los cálculos que sustentan los compromisos de reducción de emisiones.
En marzo de este año, el economista boliviano Luis Gonzales aterrizó en Clapes UC para liderar el área económica de cambio climático, energía y medio ambiente. Antes fue coordinador de Estudios del Ministerio de Hacienda, donde participó en varias modelaciones para dar sustento económico a las políticas de adaptación y mitigación del fenómeno climático.
Junto a la científica Maisa Rojas y al experto en energía Rodrigo Palma, es uno de los autores del “Documento de soporte metodológico y apoyo a la ambición de las NDC” que respalda las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, su sigla en inglés), es decir, los compromisos de reducción de emisiones que asume cada país en el marco del Acuerdo de París, y que en el caso chileno, establece la meta la descarbonización a 2050.
El rol de Gonzales fue integrar el análisis económico de las NDC. Si bien la actualización de los compromisos se hizo antes de la crisis derivada del coronavirus, el experto descarta una revisión de la meta de carbono neutralidad, porque responde a una mirada a largo plazo. “La caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el terreno de lo negativo, es algo puntual por la crisis”. “Hay que ver la dinámica de la economía hacia adelante. Con este escenario de crecimiento tendencial se puede trabajar y hacer una recuperación en función a ese crecimiento”.
-¿Cuáles fueron los parámetros económicos más relevantes para determinar las NDC de Chile?
-El crecimiento del PIB y el de la población a 2050, el PIB per cápita. Vimos las dinámicas de convergencia con otros países, cómo está el ingreso per cápita y en cuánto tiempo con distintas sendas de crecimiento podríamos llegar a otros escenarios. Para manejar el riesgo o la incertidumbre se toman distintos escenarios de crecimiento del PIB per cápita y de la población. Son más de 128 ecuaciones y modelos muy complejos, a partir de los cuales creamos un escenario central con alza del 2% del PIB, y los otros con 1% y de 3%.
-¿Qué crecimiento se requiere para cumplir la meta de descarbonización?
-La actualización de las NDC se hizo antes de los últimos eventos, donde la trayectoria de crecimiento del PIB iba a estar en 2050 en torno al 2% con un alza de población potencial cada vez más bajo, entre 0% y 1%. Donde la capacidad de crecimiento en el corto plazo iba a estar en 3,5%, cifras que, en promedio, estaban un poco más bajas que las entregadas por el Consejo de Expertos del PIB tendencial.
-¿Cómo afecta la crisis económica la modelación de las NDC?
-Las expectativas de crecimiento de Chile y del mundo se han venido para abajo, incluso esperamos que este año estemos en terreno negativo. En este contexto, las expectativas en el mediano plazo también se verán afectadas. Pero, por otro lado, las emisiones están cayendo debido a una baja en la actividad, hay menos autos en las calles, menor tránsito de pasajeros y menor actividad industrial.
-¿La caída del PIB se compensa con la reducción de emisiones?
– Eso está pasando hoy, lo que tenemos que ver es qué es lo que pasará cuando se reactive. El llamado es a desacoplarnos, cómo recuperamos y mantenemos el crecimiento económico, pero reduciendo las emisiones. El coronavirus nos muestra que una crisis sanitaria, y posiblemente ambiental, tiene un alto costo económico y social, en ese sentido se debe mantener el esfuerzo de llegar a una meta de neutralidad de emisiones a 2050.
-¿Cuánto costará cumplir la meta?
-El análisis macroeconómico permite ver cuáles son las implicancias que tienen estas medidas de mitigación y adaptación (al cambio climático) respecto del equilibrio interno del país y cuánto cuesta cumplir esa meta. El ministerio de Hacienda está revisando la información que le hicieron llegar los ministerios de Medio Ambiente y Energía para realizar la simulación y justificación de las NDC, pero aún no tiene fecha.
Los brazos de acción de la macroeconomía para combatir el cambio climático
1. Política fiscal: El experto señala que los impuestos son una forma de abordar el cambio climático. En el caso de Chile, destaca el impuesto al carbono y el impuesto verde, ambos consignados en la reforma tributaria. “Estas medidas son de incentivo para una sustitución tecnológica, es decir, se le está poniendo un precio a las emisiones de carbono”, afirma Gonzales. Y si los costos marginales no alcanzan para invertir en tecnologías limpias, pagan este impuesto, dinero que podría financiar, por ejemplo, fondos de mitigación o adaptación.
2. Instrumentos financieros: Comenta que hay varias herramientas que pueden canalizar inversiones en proyectos sustentables, entre ellas los bonos verdes. Por ejemplo, un país los puede usar para aumentar la sustentabilidad y eficiencia del transporte público, con buses eléctricos o líneas de metro. “Se sustituye el consumo de combustibles fósiles por estas tecnologías más amigables”. En el caso de Chile, destaca la estrategia financiera para el cambio climático y el Acuerdo Verde, un acuerdo voluntario firmado por el sector público con los reguladores y el mercado financiero para combatir el cambio climático.
3. Política Monetaria: Plantea que tal como los bancos centrales aplican recortes de tasas de interés o inyecciones de liquidez para levantar a las economías en tiempos de desaceleración o de crisis, también los podrían utilizar para hacer frente al cambio climático. Por ejemplo, se puede financiar proyectos sustentables y con baja emisión, o a “través del manejo y la incorporación de riesgos climáticos en la determinación de las tasas de interés de corto y largo plazo”, para analizar las condiciones de inversión con distintos escenarios climáticos, dice.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 31 de Marzo de 2020
Impacto coronavirus: “No es necesario revisar la meta de descarbonización a 2050”
DIARIO FINANCIERO – El economista boliviano Luis Gonzales dice que la caída del PIB es “puntual” y que no afecta los cálculos que sustentan los compromisos de reducción de emisiones.
En marzo de este año, el economista boliviano Luis Gonzales aterrizó en Clapes UC para liderar el área económica de cambio climático, energía y medio ambiente. Antes fue coordinador de Estudios del Ministerio de Hacienda, donde participó en varias modelaciones para dar sustento económico a las políticas de adaptación y mitigación del fenómeno climático.
Junto a la científica Maisa Rojas y al experto en energía Rodrigo Palma, es uno de los autores del “Documento de soporte metodológico y apoyo a la ambición de las NDC” que respalda las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, su sigla en inglés), es decir, los compromisos de reducción de emisiones que asume cada país en el marco del Acuerdo de París, y que en el caso chileno, establece la meta la descarbonización a 2050.
El rol de Gonzales fue integrar el análisis económico de las NDC. Si bien la actualización de los compromisos se hizo antes de la crisis derivada del coronavirus, el experto descarta una revisión de la meta de carbono neutralidad, porque responde a una mirada a largo plazo. “La caída del Producto Interno Bruto (PIB) en el terreno de lo negativo, es algo puntual por la crisis”. “Hay que ver la dinámica de la economía hacia adelante. Con este escenario de crecimiento tendencial se puede trabajar y hacer una recuperación en función a ese crecimiento”.
-¿Cuáles fueron los parámetros económicos más relevantes para determinar las NDC de Chile?
-El crecimiento del PIB y el de la población a 2050, el PIB per cápita. Vimos las dinámicas de convergencia con otros países, cómo está el ingreso per cápita y en cuánto tiempo con distintas sendas de crecimiento podríamos llegar a otros escenarios. Para manejar el riesgo o la incertidumbre se toman distintos escenarios de crecimiento del PIB per cápita y de la población. Son más de 128 ecuaciones y modelos muy complejos, a partir de los cuales creamos un escenario central con alza del 2% del PIB, y los otros con 1% y de 3%.
-¿Qué crecimiento se requiere para cumplir la meta de descarbonización?
-La actualización de las NDC se hizo antes de los últimos eventos, donde la trayectoria de crecimiento del PIB iba a estar en 2050 en torno al 2% con un alza de población potencial cada vez más bajo, entre 0% y 1%. Donde la capacidad de crecimiento en el corto plazo iba a estar en 3,5%, cifras que, en promedio, estaban un poco más bajas que las entregadas por el Consejo de Expertos del PIB tendencial.
-¿Cómo afecta la crisis económica la modelación de las NDC?
-Las expectativas de crecimiento de Chile y del mundo se han venido para abajo, incluso esperamos que este año estemos en terreno negativo. En este contexto, las expectativas en el mediano plazo también se verán afectadas. Pero, por otro lado, las emisiones están cayendo debido a una baja en la actividad, hay menos autos en las calles, menor tránsito de pasajeros y menor actividad industrial.
-¿La caída del PIB se compensa con la reducción de emisiones?
– Eso está pasando hoy, lo que tenemos que ver es qué es lo que pasará cuando se reactive. El llamado es a desacoplarnos, cómo recuperamos y mantenemos el crecimiento económico, pero reduciendo las emisiones. El coronavirus nos muestra que una crisis sanitaria, y posiblemente ambiental, tiene un alto costo económico y social, en ese sentido se debe mantener el esfuerzo de llegar a una meta de neutralidad de emisiones a 2050.
-¿Cuánto costará cumplir la meta?
-El análisis macroeconómico permite ver cuáles son las implicancias que tienen estas medidas de mitigación y adaptación (al cambio climático) respecto del equilibrio interno del país y cuánto cuesta cumplir esa meta. El ministerio de Hacienda está revisando la información que le hicieron llegar los ministerios de Medio Ambiente y Energía para realizar la simulación y justificación de las NDC, pero aún no tiene fecha.
Los brazos de acción de la macroeconomía para combatir el cambio climático
1. Política fiscal: El experto señala que los impuestos son una forma de abordar el cambio climático. En el caso de Chile, destaca el impuesto al carbono y el impuesto verde, ambos consignados en la reforma tributaria. “Estas medidas son de incentivo para una sustitución tecnológica, es decir, se le está poniendo un precio a las emisiones de carbono”, afirma Gonzales. Y si los costos marginales no alcanzan para invertir en tecnologías limpias, pagan este impuesto, dinero que podría financiar, por ejemplo, fondos de mitigación o adaptación.
2. Instrumentos financieros: Comenta que hay varias herramientas que pueden canalizar inversiones en proyectos sustentables, entre ellas los bonos verdes. Por ejemplo, un país los puede usar para aumentar la sustentabilidad y eficiencia del transporte público, con buses eléctricos o líneas de metro. “Se sustituye el consumo de combustibles fósiles por estas tecnologías más amigables”. En el caso de Chile, destaca la estrategia financiera para el cambio climático y el Acuerdo Verde, un acuerdo voluntario firmado por el sector público con los reguladores y el mercado financiero para combatir el cambio climático.
3. Política Monetaria: Plantea que tal como los bancos centrales aplican recortes de tasas de interés o inyecciones de liquidez para levantar a las economías en tiempos de desaceleración o de crisis, también los podrían utilizar para hacer frente al cambio climático. Por ejemplo, se puede financiar proyectos sustentables y con baja emisión, o a “través del manejo y la incorporación de riesgos climáticos en la determinación de las tasas de interés de corto y largo plazo”, para analizar las condiciones de inversión con distintos escenarios climáticos, dice.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 31 de Marzo de 2020