EMOL – Desde el pasado mes de diciembre, la noticia de la aparición de un nuevo virus en China, específicamente en Wuhan, puso una pequeña luz de alarma en el gigante asiático. Sin embargo, nadie espero que ese acontecimiento tenga al mundo hoy en la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años y con una economía en recesión.
Esta crisis de salud está originando que diferentes países del mundo tengan que tomar drásticas medidas para enfrentar esta situación, aunque hay otros han optado por medidas más focalizadas. En el primer caso se han declarado cuarentenas totales, y en el segundo –como Singapur y Corea del Sur- se decidió dirigir los esfuerzos a los grupos más vulnerables.
Si bien las dos estratégicas son maneras diferentes de enfrentar la pandemia, existe una implicancia común: la economía. Si bien la gran mayoría de las autoridades a nivel mundial han señalado enfáticamente que la salud de las personas es lo primordial, las fórmulas para aquello han diferido a la hora de paralizar total o parcialmente la economía de un país.
China fue uno de los primeros países en entrar en cuarentena total. Ante esto y según datos dados a conocer por The Economist, se estimaba que la producción industrial del gigante asiático durante enero y febrero iba a caer un 3% en comparación con el año anterior. Sin embargo, dicho retroceso llegó a un 13,5%.
Asimismo, según el mismo medio, las ventas minoristas no disminuyeron un 4% como se estimaba en el país asiático, sino que la cifra llego a un 20,5% de descenso por efecto del covid-19, virus que tumbó la segunda mayor economía del mundo.
A esto se debe sumar que este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue categórico y afirmó a través de su directora, Kristalina Georgieva, que “hemos revisado nuestras previsiones para 2020 y 2021 y hoy está claro que el mundo ha entrado en una recesión que esperamos será tan mala o peor que la crisis financiera de 2009”.
Además, agregó que con la “parada repentina” de la actividad económica mundial, “nuestra estimación actual para las necesidades financieras generales de los mercados emergentes es de 2,5 billones de dólares”.
Por lo mismo, el debate está abierto respecto de las decisiones que deben afrontar las autoridades de cada país a la hora de enfrentar la propagación de la pandemia. Un desafío que busca evitar más fallecidos, pero que a su vez, la economía siga de pie.
La estrategia de Cuarentena total
Esta opción, que muchos países del mundo y también de esta región la han llevado a cabo, ha originado inevitablemente que las economías de esos países se paralicen, con cierres de comercios, gente sin posibilidad de ir a trabajar, suspensión de cadenas de pago en diferentes sectores, entre otros efectos.
Por lo mismo, es importante destacar una columna de opinión del New York Times elaborada por el periodista Thomas L. Friedman, en la que incluyó un análisis del director del Centro de Investigaciones en Prevención de la Universidad de Yale, David L. Katz. Ahí señaló que en este momento los objetivos son tres: salvar vidas, garantizar que el sistema de salud no colapse y a la vez, lograr no destruir la economía.
A modo de ejemplo, Argentina – país que ya lleva una semana en cuarentena total – ya ha sufrido las consecuencias de esta medida. Según informó el diario Clarín, los sectores vinculados a la producción de bienes durables (como los autos y electrodomésticos), ya señalan que es “un mes perdido” en ventas. Además, la imposibilidad de que la gente pueda ir a sus lugares de trabajos ha hecho que las actividades de los bancos, los que manejan la mayoría del efectivo, se encuentre con cadenas de pago “rotas”.
En la construcción, según añade el mismo medio, antes de la cuarentena se estimaba que se iban a perder cerca de 60.000 trabajos. Tras esta medida, desde diferentes sectores señalan que ese número podría llegar a los 100.000.
Centrarse en focos particulares sin una cuarentena total
Esta es la otra medida que muchos países han tomado, dentro de los que se encuentran Corea del Sur y Singapur. El objetivo de esta medida es que las actividades continúen funcionando, aunque en menor medida, ya que no hay una confinación total.
En estos países los casos de nuevos contagiados ya son decrecientes y menores a los ya tratados y finalmente recuperados. En Corea del Sur, decidieron no cerrar los comercios ni declarar cuarentenas totales, por lo que su estrategia significó paliar los efectos y evitar rojos en los sectores productivos de su economía.
En Corea del Sur, decidieron no cerrar los comercios ni declarar cuarentenas totales, por lo que su estrategia significó paliar los efectos y evitar rojos en los sectores productivos de su economía.
Esta medida fue basada en la información y en el aislamiento sólo de las personas que estaban contagiadas, realizando cientos de miles test rápidos, sin la necesidad de asistir a un hospital. El gran costo que tuvo que acarrear el país asiático fue la compra de estos tests, los que bordeaban los US$55 cada uno. Hasta la fecha, en Corea del Sur hay 9.241 casos, con 131 personas fallecidas.
El gran costo que tuvo que acarrear el país asiático fue la compra de estos tests, los que bordeaban los US$55 cada uno. Hasta la fecha, en Corea del Sur hay 9.241 casos, con 131 personas fallecidas.
La estrategia utilizada por Chile
El pasado miércoles 25 de marzo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que “ha llegado el momento de instruir aislamiento colectivo a la población donde se registra la mayor incidencia con el mayor número de casos”.
Esta fue la primera decisión de esa índole desde la detección del primer caso de coronavirus en Chile (3 de marzo) y llega luego de diferentes medidas que el Gobierno ha venido tomando de manera gradual.
Diversos han sido los alcaldes que han solicitado la cuarentena total, pero no solo para sus respectivas comunas, sino que a nivel país. La gran interrogante es: ¿qué sucedería con la economía?
Ante esa opción, diversos actores del ámbito político y empresarial han dado su punto de vista y uno de esos es el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, el que afirmó en una entrevista con Radio ADN que “la gente a veces es muy liviana en decir: ‘hay que hacer cuarentena total’. Tú paralizas este país, créeme que si lo paralizamos, pasamos a ser el país quizás más pobre de Latino América nuevamente, y no puede ser eso”.
De hecho para este año, diversas entidades financieras proyectan que el PIB de Chile ante la crisis mundial, se contraerá cerca de 1% , con un desplome de la inversión cercano al 8%.
Con todo, el coronavirus sigue siendo un tema en desarrollo en el mundo entero y nadie sabe cómo ni cuándo terminará. Por lo mismo, es difícil proyectar -desde el punto de vista económico- cuál sería la mejor opción. Lo importante es abrir la conversación y entender que toda medida tiene varias aristas.
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Fuente: Emol, Sábado 28 de Marzo de 2020
El debate mundial de cómo enfrentar el coronavirus y las implicancias que esto puede traer a la economía
EMOL – Desde el pasado mes de diciembre, la noticia de la aparición de un nuevo virus en China, específicamente en Wuhan, puso una pequeña luz de alarma en el gigante asiático. Sin embargo, nadie espero que ese acontecimiento tenga al mundo hoy en la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años y con una economía en recesión.
Esta crisis de salud está originando que diferentes países del mundo tengan que tomar drásticas medidas para enfrentar esta situación, aunque hay otros han optado por medidas más focalizadas. En el primer caso se han declarado cuarentenas totales, y en el segundo –como Singapur y Corea del Sur- se decidió dirigir los esfuerzos a los grupos más vulnerables.
Si bien las dos estratégicas son maneras diferentes de enfrentar la pandemia, existe una implicancia común: la economía. Si bien la gran mayoría de las autoridades a nivel mundial han señalado enfáticamente que la salud de las personas es lo primordial, las fórmulas para aquello han diferido a la hora de paralizar total o parcialmente la economía de un país.
China fue uno de los primeros países en entrar en cuarentena total. Ante esto y según datos dados a conocer por The Economist, se estimaba que la producción industrial del gigante asiático durante enero y febrero iba a caer un 3% en comparación con el año anterior. Sin embargo, dicho retroceso llegó a un 13,5%.
Asimismo, según el mismo medio, las ventas minoristas no disminuyeron un 4% como se estimaba en el país asiático, sino que la cifra llego a un 20,5% de descenso por efecto del covid-19, virus que tumbó la segunda mayor economía del mundo.
A esto se debe sumar que este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue categórico y afirmó a través de su directora, Kristalina Georgieva, que “hemos revisado nuestras previsiones para 2020 y 2021 y hoy está claro que el mundo ha entrado en una recesión que esperamos será tan mala o peor que la crisis financiera de 2009”.
Además, agregó que con la “parada repentina” de la actividad económica mundial, “nuestra estimación actual para las necesidades financieras generales de los mercados emergentes es de 2,5 billones de dólares”.
Por lo mismo, el debate está abierto respecto de las decisiones que deben afrontar las autoridades de cada país a la hora de enfrentar la propagación de la pandemia. Un desafío que busca evitar más fallecidos, pero que a su vez, la economía siga de pie.
La estrategia de Cuarentena total
Esta opción, que muchos países del mundo y también de esta región la han llevado a cabo, ha originado inevitablemente que las economías de esos países se paralicen, con cierres de comercios, gente sin posibilidad de ir a trabajar, suspensión de cadenas de pago en diferentes sectores, entre otros efectos.
Por lo mismo, es importante destacar una columna de opinión del New York Times elaborada por el periodista Thomas L. Friedman, en la que incluyó un análisis del director del Centro de Investigaciones en Prevención de la Universidad de Yale, David L. Katz. Ahí señaló que en este momento los objetivos son tres: salvar vidas, garantizar que el sistema de salud no colapse y a la vez, lograr no destruir la economía.
A modo de ejemplo, Argentina – país que ya lleva una semana en cuarentena total – ya ha sufrido las consecuencias de esta medida. Según informó el diario Clarín, los sectores vinculados a la producción de bienes durables (como los autos y electrodomésticos), ya señalan que es “un mes perdido” en ventas. Además, la imposibilidad de que la gente pueda ir a sus lugares de trabajos ha hecho que las actividades de los bancos, los que manejan la mayoría del efectivo, se encuentre con cadenas de pago “rotas”.
En la construcción, según añade el mismo medio, antes de la cuarentena se estimaba que se iban a perder cerca de 60.000 trabajos. Tras esta medida, desde diferentes sectores señalan que ese número podría llegar a los 100.000.
Centrarse en focos particulares sin una cuarentena total
Esta es la otra medida que muchos países han tomado, dentro de los que se encuentran Corea del Sur y Singapur. El objetivo de esta medida es que las actividades continúen funcionando, aunque en menor medida, ya que no hay una confinación total.
En estos países los casos de nuevos contagiados ya son decrecientes y menores a los ya tratados y finalmente recuperados. En Corea del Sur, decidieron no cerrar los comercios ni declarar cuarentenas totales, por lo que su estrategia significó paliar los efectos y evitar rojos en los sectores productivos de su economía.
En Corea del Sur, decidieron no cerrar los comercios ni declarar cuarentenas totales, por lo que su estrategia significó paliar los efectos y evitar rojos en los sectores productivos de su economía.
Esta medida fue basada en la información y en el aislamiento sólo de las personas que estaban contagiadas, realizando cientos de miles test rápidos, sin la necesidad de asistir a un hospital. El gran costo que tuvo que acarrear el país asiático fue la compra de estos tests, los que bordeaban los US$55 cada uno. Hasta la fecha, en Corea del Sur hay 9.241 casos, con 131 personas fallecidas.
El gran costo que tuvo que acarrear el país asiático fue la compra de estos tests, los que bordeaban los US$55 cada uno. Hasta la fecha, en Corea del Sur hay 9.241 casos, con 131 personas fallecidas.
La estrategia utilizada por Chile
El pasado miércoles 25 de marzo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que “ha llegado el momento de instruir aislamiento colectivo a la población donde se registra la mayor incidencia con el mayor número de casos”.
Esta fue la primera decisión de esa índole desde la detección del primer caso de coronavirus en Chile (3 de marzo) y llega luego de diferentes medidas que el Gobierno ha venido tomando de manera gradual.
Diversos han sido los alcaldes que han solicitado la cuarentena total, pero no solo para sus respectivas comunas, sino que a nivel país. La gran interrogante es: ¿qué sucedería con la economía?
Ante esa opción, diversos actores del ámbito político y empresarial han dado su punto de vista y uno de esos es el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, el que afirmó en una entrevista con Radio ADN que “la gente a veces es muy liviana en decir: ‘hay que hacer cuarentena total’. Tú paralizas este país, créeme que si lo paralizamos, pasamos a ser el país quizás más pobre de Latino América nuevamente, y no puede ser eso”.
De hecho para este año, diversas entidades financieras proyectan que el PIB de Chile ante la crisis mundial, se contraerá cerca de 1% , con un desplome de la inversión cercano al 8%.
Con todo, el coronavirus sigue siendo un tema en desarrollo en el mundo entero y nadie sabe cómo ni cuándo terminará. Por lo mismo, es difícil proyectar -desde el punto de vista económico- cuál sería la mejor opción. Lo importante es abrir la conversación y entender que toda medida tiene varias aristas.
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Fuente: Emol, Sábado 28 de Marzo de 2020