EL TIPÓGRAFO – El agua potable es un recurso vital para la subsistencia del ser humano, bien que con el correr de los años ha tomado una mayor relevancia tras los efectos que ha hecho sentir el cambio climático sobre el planeta, fenómeno que ha golpeado con especial fuerza a Chile por la falta de lluvias y una creciente sequía.
Al respecto, la Fundación Huella Local articula sus esfuerzos para contribuir en el acceso en los sectores del país que más problemas presentan en torno al acceso del recurso.
“El 72% del agua en Chile la consume la agricultura, y para una región como O’Higgins, por ejemplo, es muy importante lo que pueda organizarse entre la comunidad y la industria agrícola para mantener un uso sostenido en el tiempo», detalla Gonzalo Vial, director ejecutivo de Fundación Huella Local.
Agrega que «luego viene la industria con un 7%, la minería con un 4%, y el agua potable de consumo humano está cerca del 12% en Chile, por lo tanto si entre industria, minería y agricultura están por sobre el 80% del consumo en Chile lo lógico sería que la prioridad de consumo humano puede ser muy abordable con la que tenemos, pero eso hoy día no está garantizado, está en manos de privados y es parte de lo que creemos que se tiene que repensar”.
En términos de institucionalidad en relación al agua, el directivo de la fundación señaló que es deficitaria debido a que hay zonas que han caído en situación de déficit permanente, en que si bien puntualiza que hay decretos con excepcionalidades en territorios que están prohibiendo más extracción o entrega de nuevos derechos, también hay zonas donde realmente no saben si el agua volverá, por lo que sea hace urgente repensar una nueva institucionalidad para gestionarla en esos territorios.
“Se han abordado los temas normativos y hoy hay dos visiones, donde hay una coincidencia sobre la tenencia del agua en que claramente el cCódigo hoy la resguarda, y tenemos una institucionalidad única en el mundo en que esta es un bien de consumo y de propiedad privada. Eso en el resto del mundo no es así, y además tenemos una contraparte fiscal pobre, o sea la DGA es una dirección que es debilitaria en términos de números, en términos técnicos y de cómo fiscaliza el mismo uso de esas aguas que son privadas”, argumentó el representante de Fundación Huella Local.
“Esta gestión es debilitaria en Chile en términos de infraestructura para dar cobertura, en que un proyecto de agua potable puede estar cinco años entre tramitación y ejecución de proyectos de agua potable rural por ejemplo financiado por el MOP, y un privado puede hacer un pozo en un día, captar el agua y tener su infraestructura hecha en menos de un mes y el Estado se puede demorar en eso cinco años, y esto está recientemente evaluado, que ha sido diagnosticado y que reconoce el mismo MOP como una deficiencia”, añadió al respecto.
Por último, Vial otorgó especial relevancia a los esfuerzos que van orientados a mejorar el ámbito de infraestructura para evitar el creciente déficit de agua potable.
“En términos de abastecimiento es relevante el reforzamiento de las unidades técnicas estatales o de la generación de alianzas público – privadas, en que creemos que con una buena gobernanza, donde el sector privado colabore y ayude a los municipios a desarrollar sus proyectos para que sean postulables todos en el menor tiempo posible, todo esto con el fin de que se puedan ejecutar más rápido los proyectos de infraestructura en zonas donde hay déficit es algo muy relevante”, expresó al término Gonzalo Vial.
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Fuente: El Tipógrafo, Jueves 19 de Marzo de 2020
Agro utiliza el 72% del agua; y un 12% es para consumo humano: Experto explica cuál es la situación en Chile
EL TIPÓGRAFO – El agua potable es un recurso vital para la subsistencia del ser humano, bien que con el correr de los años ha tomado una mayor relevancia tras los efectos que ha hecho sentir el cambio climático sobre el planeta, fenómeno que ha golpeado con especial fuerza a Chile por la falta de lluvias y una creciente sequía.
Al respecto, la Fundación Huella Local articula sus esfuerzos para contribuir en el acceso en los sectores del país que más problemas presentan en torno al acceso del recurso.
“El 72% del agua en Chile la consume la agricultura, y para una región como O’Higgins, por ejemplo, es muy importante lo que pueda organizarse entre la comunidad y la industria agrícola para mantener un uso sostenido en el tiempo», detalla Gonzalo Vial, director ejecutivo de Fundación Huella Local.
Agrega que «luego viene la industria con un 7%, la minería con un 4%, y el agua potable de consumo humano está cerca del 12% en Chile, por lo tanto si entre industria, minería y agricultura están por sobre el 80% del consumo en Chile lo lógico sería que la prioridad de consumo humano puede ser muy abordable con la que tenemos, pero eso hoy día no está garantizado, está en manos de privados y es parte de lo que creemos que se tiene que repensar”.
En términos de institucionalidad en relación al agua, el directivo de la fundación señaló que es deficitaria debido a que hay zonas que han caído en situación de déficit permanente, en que si bien puntualiza que hay decretos con excepcionalidades en territorios que están prohibiendo más extracción o entrega de nuevos derechos, también hay zonas donde realmente no saben si el agua volverá, por lo que sea hace urgente repensar una nueva institucionalidad para gestionarla en esos territorios.
“Se han abordado los temas normativos y hoy hay dos visiones, donde hay una coincidencia sobre la tenencia del agua en que claramente el cCódigo hoy la resguarda, y tenemos una institucionalidad única en el mundo en que esta es un bien de consumo y de propiedad privada. Eso en el resto del mundo no es así, y además tenemos una contraparte fiscal pobre, o sea la DGA es una dirección que es debilitaria en términos de números, en términos técnicos y de cómo fiscaliza el mismo uso de esas aguas que son privadas”, argumentó el representante de Fundación Huella Local.
“Esta gestión es debilitaria en Chile en términos de infraestructura para dar cobertura, en que un proyecto de agua potable puede estar cinco años entre tramitación y ejecución de proyectos de agua potable rural por ejemplo financiado por el MOP, y un privado puede hacer un pozo en un día, captar el agua y tener su infraestructura hecha en menos de un mes y el Estado se puede demorar en eso cinco años, y esto está recientemente evaluado, que ha sido diagnosticado y que reconoce el mismo MOP como una deficiencia”, añadió al respecto.
Por último, Vial otorgó especial relevancia a los esfuerzos que van orientados a mejorar el ámbito de infraestructura para evitar el creciente déficit de agua potable.
“En términos de abastecimiento es relevante el reforzamiento de las unidades técnicas estatales o de la generación de alianzas público – privadas, en que creemos que con una buena gobernanza, donde el sector privado colabore y ayude a los municipios a desarrollar sus proyectos para que sean postulables todos en el menor tiempo posible, todo esto con el fin de que se puedan ejecutar más rápido los proyectos de infraestructura en zonas donde hay déficit es algo muy relevante”, expresó al término Gonzalo Vial.
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Fuente: El Tipógrafo, Jueves 19 de Marzo de 2020