LA TERCERA – Con la celebración de Fiestas Patrias, unos 807 mil automóviles saldrán de la Región Metropolitana. Como es lógico, las carreteras no están diseñadas para absorber un flujo tan grande en un determinado momento, por lo que cabe esperar demoras tanto en la salida de Santiago como en el retorno.
En el pasado, una de las principales causas de los embotellamientos de tránsito fue el pago manual de peaje, sobre todo el sector de Angostura, en la Ruta 5 Sur. Sin embargo, desde hace algunos meses ha venido implementándose en las vías que conectan a la capital el sistema “free flow”, que evita la detención de los automóviles para el pago del peaje en efectivo.
El gobierno negoció con las empresas que operan las carreteras interurbanas la extensión de la concesión, evitando de esta forma que el nuevo sistema -que prescinde del efectivo y tiene riesgo de incobrables o evasión- derivara en un aumento de las tarifas. Se estima que para fines de este año todas las salidas de Santiago contarán con el nuevo sistema.
Los menores obstáculos que progresivamente tendrán las autopistas chilenas conlleva una serie de beneficios, entre los que se encuentran una reducción en los tiempos de traslado, ahorro de costos y menor contaminación. El Ministerio de Obras Públicas estimó que en el caso de los peajes en torno a Santiago el ahorro total es en torno a cuatro millones de horas, lo que de acuerdo a las técnicas del Ministerio de Desarrollo Social, se traduce en US$ 150 millones anuales de beneficio social.
No obstante todos estos beneficios, la masificación de sistemas de telepeaje en las carreteras exige que los usuarios paguen a tiempo sus compromisos, evitando el alza desmedida que ha tenido la morosidad asociada a las concesionarias de autopistas. Tarde o temprano se requerirá volver a concesionar el mantenimiento y la operación de las carreteras en el país, por lo que la calidad de los inversionistas y las obras asociadas dependerá de la certeza jurídica con que operen los contratos de concesiones hacia adelante.
Fuente: La Tercera, Sábado 14 de Septiembre de 2019
Acertada política de “free flow” en carreteras
LA TERCERA – Con la celebración de Fiestas Patrias, unos 807 mil automóviles saldrán de la Región Metropolitana. Como es lógico, las carreteras no están diseñadas para absorber un flujo tan grande en un determinado momento, por lo que cabe esperar demoras tanto en la salida de Santiago como en el retorno.
En el pasado, una de las principales causas de los embotellamientos de tránsito fue el pago manual de peaje, sobre todo el sector de Angostura, en la Ruta 5 Sur. Sin embargo, desde hace algunos meses ha venido implementándose en las vías que conectan a la capital el sistema “free flow”, que evita la detención de los automóviles para el pago del peaje en efectivo.
El gobierno negoció con las empresas que operan las carreteras interurbanas la extensión de la concesión, evitando de esta forma que el nuevo sistema -que prescinde del efectivo y tiene riesgo de incobrables o evasión- derivara en un aumento de las tarifas. Se estima que para fines de este año todas las salidas de Santiago contarán con el nuevo sistema.
Los menores obstáculos que progresivamente tendrán las autopistas chilenas conlleva una serie de beneficios, entre los que se encuentran una reducción en los tiempos de traslado, ahorro de costos y menor contaminación. El Ministerio de Obras Públicas estimó que en el caso de los peajes en torno a Santiago el ahorro total es en torno a cuatro millones de horas, lo que de acuerdo a las técnicas del Ministerio de Desarrollo Social, se traduce en US$ 150 millones anuales de beneficio social.
No obstante todos estos beneficios, la masificación de sistemas de telepeaje en las carreteras exige que los usuarios paguen a tiempo sus compromisos, evitando el alza desmedida que ha tenido la morosidad asociada a las concesionarias de autopistas. Tarde o temprano se requerirá volver a concesionar el mantenimiento y la operación de las carreteras en el país, por lo que la calidad de los inversionistas y las obras asociadas dependerá de la certeza jurídica con que operen los contratos de concesiones hacia adelante.
Fuente: La Tercera, Sábado 14 de Septiembre de 2019