DIARIO FINANCIERO – A mediados de agosto se llevó a cabo el 2º Foro Latinoamericano de Infraestructura, evento organizado por el MOP, el BID y el Consejo de Políticas de Infraestructura, que convocó a empresarios, especialistas, académicos y funcionarios públicos de alto nivel vinculados a este ámbito para conversar acerca de los grandes desafíos que representa la infraestructura para la región en diferentes actividades.
El foro abrió un espacio importante para reflexionar, entre otros temas, como la relevancia de la infraestructura en áreas como la logística, en la que América Latina está particularmente rezagada en relación a los países de la APEC y de la OECD; del potencial de la digitalización y del enorme costo que tendría no diseñar estrategias para aprovechar la inflexión que está teniendo lugar en el mundo en relación a las comunicaciones -y que tiene impacto en casi todas las actividades relacionadas con servicios, especialmente en las urbes, en las que progresivamente se deberá avanzar hacia “ciudades inteligentes”- y se realizó un profundo análisis del tema hídrico y de la gran amenaza que se vislumbra para el desarrollo de las naciones latinoamericanas y en particular para Chile, al ser la más afectada por el cambio climático en la región.
Si bien como país podemos estar satisfechos del lugar que ocupamos en varios ámbitos de la infraestructura, el foro nos enfrentó también a las áreas en las que debemos mejorar sustantivamente; la principal, por la urgencia que representa, es nuestra institucionalidad hídrica, que no da para más. Teniendo como principal amenaza la seguridad hídrica, es fundamental que avancemos en propuestas que recojan las experiencias que nos señalan caminos a seguir en este aspecto. Por otro lado, apremia revertir el rezago del modo ferroviario: en carga, el ferrocarril debe constituirse en un soporte fundamental para la actividad de puertos que han alcanzado importantes niveles de competitividad; en relación con el servicio de pasajeros, este debe servir como una forma racional de expansión e integración de espacios urbanos, maximizando el nivel de bienestar que estos le proporcionan a sus habitantes y potenciando las economías de aglomeración.
El esfuerzo financiero a realizar como país para llevar adelante las inversiones en infraestructura que se desprenden de estos análisis, es una gran oportunidad para las diferentes alternativas de ahorro de largo plazo que se han constituido en Chile, como los fondos de pensiones y los recursos de seguros de vida. Será necesario identificar las formas más adecuadas para permitir el uso de esos recursos en la ejecución de los proyectos de infraestructura que el país requiere. En este sentido, mirar hacia el Japón, por ejemplo, podría ser una alternativa que nos enseñe cómo se internalizan en los proyectos los beneficios que supone buena infraestructura para el desarrollo del territorio. Para ello, tal vez sea conveniente escuchar con mayor atención al BID, que nos ha recomendado avanzar en la idea del Fondo de Infraestructura como un mecanismo de apoyo al financiamiento de los grandes proyectos.
Este 2° Foro ha dado origen a una agenda de temas que como CPI aspiramos a continuar impulsando. Sería un gran logro que el próximo año pudiésemos repetir esta experiencia, para dar cuenta de los avances alcanzados en cada uno de los ámbitos tratados. Esta cumbre constituye un buen desafío para poner la infraestructura en el centro de la reflexión y progresivamente constituir una política para esta actividad que dé cuenta de las demandas nacionales y se nutra de otras experiencias en el mundo. De igual forma, creemos que es un momento de gran valor para colaborar con otros países de la región a partir de las experiencias que como país hemos debido asimilar para avanzar en los diferentes campos.
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Fuente: Diario Financiero, Jueves 22 de Agosto de 2019
Foro de Infraestructura, conclusiones y desafíos. Por Carlos Cruz
DIARIO FINANCIERO – A mediados de agosto se llevó a cabo el 2º Foro Latinoamericano de Infraestructura, evento organizado por el MOP, el BID y el Consejo de Políticas de Infraestructura, que convocó a empresarios, especialistas, académicos y funcionarios públicos de alto nivel vinculados a este ámbito para conversar acerca de los grandes desafíos que representa la infraestructura para la región en diferentes actividades.
El foro abrió un espacio importante para reflexionar, entre otros temas, como la relevancia de la infraestructura en áreas como la logística, en la que América Latina está particularmente rezagada en relación a los países de la APEC y de la OECD; del potencial de la digitalización y del enorme costo que tendría no diseñar estrategias para aprovechar la inflexión que está teniendo lugar en el mundo en relación a las comunicaciones -y que tiene impacto en casi todas las actividades relacionadas con servicios, especialmente en las urbes, en las que progresivamente se deberá avanzar hacia “ciudades inteligentes”- y se realizó un profundo análisis del tema hídrico y de la gran amenaza que se vislumbra para el desarrollo de las naciones latinoamericanas y en particular para Chile, al ser la más afectada por el cambio climático en la región.
Si bien como país podemos estar satisfechos del lugar que ocupamos en varios ámbitos de la infraestructura, el foro nos enfrentó también a las áreas en las que debemos mejorar sustantivamente; la principal, por la urgencia que representa, es nuestra institucionalidad hídrica, que no da para más. Teniendo como principal amenaza la seguridad hídrica, es fundamental que avancemos en propuestas que recojan las experiencias que nos señalan caminos a seguir en este aspecto. Por otro lado, apremia revertir el rezago del modo ferroviario: en carga, el ferrocarril debe constituirse en un soporte fundamental para la actividad de puertos que han alcanzado importantes niveles de competitividad; en relación con el servicio de pasajeros, este debe servir como una forma racional de expansión e integración de espacios urbanos, maximizando el nivel de bienestar que estos le proporcionan a sus habitantes y potenciando las economías de aglomeración.
El esfuerzo financiero a realizar como país para llevar adelante las inversiones en infraestructura que se desprenden de estos análisis, es una gran oportunidad para las diferentes alternativas de ahorro de largo plazo que se han constituido en Chile, como los fondos de pensiones y los recursos de seguros de vida. Será necesario identificar las formas más adecuadas para permitir el uso de esos recursos en la ejecución de los proyectos de infraestructura que el país requiere. En este sentido, mirar hacia el Japón, por ejemplo, podría ser una alternativa que nos enseñe cómo se internalizan en los proyectos los beneficios que supone buena infraestructura para el desarrollo del territorio. Para ello, tal vez sea conveniente escuchar con mayor atención al BID, que nos ha recomendado avanzar en la idea del Fondo de Infraestructura como un mecanismo de apoyo al financiamiento de los grandes proyectos.
Este 2° Foro ha dado origen a una agenda de temas que como CPI aspiramos a continuar impulsando. Sería un gran logro que el próximo año pudiésemos repetir esta experiencia, para dar cuenta de los avances alcanzados en cada uno de los ámbitos tratados. Esta cumbre constituye un buen desafío para poner la infraestructura en el centro de la reflexión y progresivamente constituir una política para esta actividad que dé cuenta de las demandas nacionales y se nutra de otras experiencias en el mundo. De igual forma, creemos que es un momento de gran valor para colaborar con otros países de la región a partir de las experiencias que como país hemos debido asimilar para avanzar en los diferentes campos.
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Fuente: Diario Financiero, Jueves 22 de Agosto de 2019