EL MERCURIO – “Cable submarino, puerta digital a Sudamérica”, es el nombre con el que se bautizó el proyecto de cable de fibra óptica entre Chile y Asia. El mismo plan es el que preocupa a Estados Unidos —por la posibilidad de que China se adjudique las operaciones— y que el viernes pasado la ministra de Transportes, Gloria Hutt, calificó como “quizás el proyecto más importante que desarrollaremos en nuestro período”. El cable, que será el más largo de su tipo en el mundo, al recorrer entre 24 mil y 26 mil kilómetros, tuvo su primer hito el viernes, luego de que se firmara un acuerdo entre el Gobierno y el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) que estipula que el organismo donará 2.100 millones de pesos para la realización de los estudios de factibilidad del cable submarino.
De hecho, mañana se abrirá el concurso público, y se darán a conocer las bases de la licitación para las empresas interesadas en realizar este estudio, que deberá definir, entre otras cosas, los países donde hará escala el cable. Según cuentan en la Subsecretaría de Telecomunicaciones, repartición que será la cabeza de todas las decisiones al respecto, Francia (Polinesia), Australia, Nueva Zelandia, China, Corea del Sur, Japón y Singapur han mostrado interés en ser el destino final del cable o, al menos, una parada.
El Gobierno de Chile tiene también sus propios objetivos. Es así como ya está prácticamente tomada la decisión política para impulsar que el proyecto tenga escalas en Isla de Pascua y Juan Fernández, con el fin de mejorar la conectividad de ambos territorios con el mundo y el resto del país.
“Tenemos el compromiso de conectar Pascua y Juan Fernández para que no se nos queden atrás. Ya estamos trabajando en eso con el gobierno regional. Este proyecto es una única oportunidad para lograr eso. Estamos trabajando para que así sea”, dice la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi. La autoridad agrega que este proyecto “no es local”, sino que “es una oportunidad única para la integración digital, y para que todos los países de Sudamérica se beneficien y puedan salir a Asia. Para ello estamos tratando de aumentar toda nuestra fibra de interconexión regional y, en Chile, todos nuestros pasos fronterizos. Solo 11 de 35 tienen fibra óptica hoy”.
En Latinoamérica, Argentina, Brasil y Ecuador —que busca que el cable pase por las Galápagos— están interesados en tener un rol protagónico, junto a Chile, en la interconexión. “Pero el brazo operativo será Chile”, dice Gidi.
Se calcula que el proyecto total costaría más de 600 millones de dólares.
Los avances del FOA
“El gobierno del Presidente Sebastián Piñera tiene la voluntad política y económica para transformar a Chile en el Hub Digital de Latinoamérica y esta carretera digital será el pilar fundamental para concretarlo”, dice Gidi.
Para esto, el proyecto de fibra óptica con Asia estará estrechamente relacionado con el de Fibra Óptica Nacional y el de Fibra Óptica Austral (FOA).
En este último, en mayo pasado finalizó el despliegue del cableado submarino entre Puerto Montt y Puerto Williams (ver infografía superior) realizado por CTR y Huawei Marine.
Ahora se deberán desarrollar las conexiones terrestres en las regiones de Aysén y Los Lagos, adjudicadas a la empresa de capitales argentinos Silican S.A. Según cuenta la subsecretaria de Telecomunicaciones, la Fibra Óptica Austral será “abierta”. Esto significa que no será operado por una sola empresa, sino que cualquier operador que lo desee, incluyendo los pequeños empresarios regionales del área, podrán utilizarla.
Fuente: El Mercurio, Domingo 14 de Julio de 2019
Gobierno busca que fibra óptica que unirá a Chile con Asia pase por Isla de Pascua y Juan Fernández
EL MERCURIO – “Cable submarino, puerta digital a Sudamérica”, es el nombre con el que se bautizó el proyecto de cable de fibra óptica entre Chile y Asia. El mismo plan es el que preocupa a Estados Unidos —por la posibilidad de que China se adjudique las operaciones— y que el viernes pasado la ministra de Transportes, Gloria Hutt, calificó como “quizás el proyecto más importante que desarrollaremos en nuestro período”. El cable, que será el más largo de su tipo en el mundo, al recorrer entre 24 mil y 26 mil kilómetros, tuvo su primer hito el viernes, luego de que se firmara un acuerdo entre el Gobierno y el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) que estipula que el organismo donará 2.100 millones de pesos para la realización de los estudios de factibilidad del cable submarino.
De hecho, mañana se abrirá el concurso público, y se darán a conocer las bases de la licitación para las empresas interesadas en realizar este estudio, que deberá definir, entre otras cosas, los países donde hará escala el cable. Según cuentan en la Subsecretaría de Telecomunicaciones, repartición que será la cabeza de todas las decisiones al respecto, Francia (Polinesia), Australia, Nueva Zelandia, China, Corea del Sur, Japón y Singapur han mostrado interés en ser el destino final del cable o, al menos, una parada.
El Gobierno de Chile tiene también sus propios objetivos. Es así como ya está prácticamente tomada la decisión política para impulsar que el proyecto tenga escalas en Isla de Pascua y Juan Fernández, con el fin de mejorar la conectividad de ambos territorios con el mundo y el resto del país.
“Tenemos el compromiso de conectar Pascua y Juan Fernández para que no se nos queden atrás. Ya estamos trabajando en eso con el gobierno regional. Este proyecto es una única oportunidad para lograr eso. Estamos trabajando para que así sea”, dice la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi. La autoridad agrega que este proyecto “no es local”, sino que “es una oportunidad única para la integración digital, y para que todos los países de Sudamérica se beneficien y puedan salir a Asia. Para ello estamos tratando de aumentar toda nuestra fibra de interconexión regional y, en Chile, todos nuestros pasos fronterizos. Solo 11 de 35 tienen fibra óptica hoy”.
En Latinoamérica, Argentina, Brasil y Ecuador —que busca que el cable pase por las Galápagos— están interesados en tener un rol protagónico, junto a Chile, en la interconexión. “Pero el brazo operativo será Chile”, dice Gidi.
Se calcula que el proyecto total costaría más de 600 millones de dólares.
Los avances del FOA
“El gobierno del Presidente Sebastián Piñera tiene la voluntad política y económica para transformar a Chile en el Hub Digital de Latinoamérica y esta carretera digital será el pilar fundamental para concretarlo”, dice Gidi.
Para esto, el proyecto de fibra óptica con Asia estará estrechamente relacionado con el de Fibra Óptica Nacional y el de Fibra Óptica Austral (FOA).
En este último, en mayo pasado finalizó el despliegue del cableado submarino entre Puerto Montt y Puerto Williams (ver infografía superior) realizado por CTR y Huawei Marine.
Ahora se deberán desarrollar las conexiones terrestres en las regiones de Aysén y Los Lagos, adjudicadas a la empresa de capitales argentinos Silican S.A. Según cuenta la subsecretaria de Telecomunicaciones, la Fibra Óptica Austral será “abierta”. Esto significa que no será operado por una sola empresa, sino que cualquier operador que lo desee, incluyendo los pequeños empresarios regionales del área, podrán utilizarla.
Fuente: El Mercurio, Domingo 14 de Julio de 2019