PAUTA – Durante el mandato del presidente Ricardo Lagos, y después del intento de llegar con trenes a Puerto Montt, “hubo cuatro años en que verdaderamente se dejó que la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) muriera lentamente”, recuerda Pedro Pablo Errázuriz, quien actualmente está a la cabeza de EFE, en Voces de la Gran Ciudad.
El tren Santiago – Puerto Montt era un tren muy efectivo que demoraba unas 24 horas cuando había pocas alternativas de movilidad. Hoy día, en este tramo se mueven alrededor de mil personas por día y eso no financia la gran inversión que requiere https://t.co/C4NDpahgGw
— Grupo EFE (@GrupoEFE) 6 de enero de 2019
Pero cual fénix que renace de las cenizas, en los últimos años los trenes han vuelto a acaparar la atención de autoridades y medios, de ciudadanos y empresas.
En marzo de 2019 el Metrotren Nos celebró su segundo aniversario, acompañado de la sorpresa de que el número anual de pasajeros transportados aumentó en un 138%. Además, recibió una nota 6,3 por parte de los usuarios, posicionándose como el medio de transporte mejor calificado del Gran Santiago.
En materia de trenes, la cuenta pública del Presidente Sebastián Piñera,realizada el 1 de junio, no hizo más que demostrar que el modo ferroviario se encuentra en su mejor momento: máquinas que mediante rieles viajarán a Melipilla, Til Til, Batuco, Malloco e incluso Valparaíso, fueron anunciadas por el mandatario.
“Actualmente le hemos dado un impulso gigante. Lo que es bien distinto es que hoy en día hay una conciencia muy grande de que los trenes son realmente imbatibles”, comenta con orgullo el presidente de EFE.
El valor medioambiental
Si antes pensar en trenes era sinónimo de chimeneas humeantes y máquinas a vapor, hoy la electromovilidad se ha abierto un espacio también de este ámbito. “La mayor parte de los trenes de servicio de pasajeros son eléctricos”, afirma Errázuriz.
No sucede lo mismo con los de carga, cuyas maquinarias se alimentan aún de diésel, pero según el presidente de EFE, están trabajando constantemente para que los motores sean cada vez más limpios.
Es que, en materia de emisión de dióxido de carbono, el ferrocarril para transportar pasajeros se ubica como el tercer modo menos contaminante, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, siendo superado solamente por la caminata y la bicicleta.
Pero lo importante al hablar de energía eléctrica es volver la vista al modo en que esta se genera. “Uno no saca nada con tener un transporte eléctrico si la electricidad la produces contaminando”, recalca Pedro Pablo Errázuriz, enfatizando en el desafío que implicará para el nuevo ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, lograr que efectivamente se descarbonice la matriz energética de Chile.
Es que cuando todo hacía pensar que TVS (Sigdo Koppers y China Railways Group Limited) sería la empresa que llevaría a cabo el proyecto, apareció en el mapa el consorcio conformado por Agusa, FCC y Talgo, para entregar al Ministerio de Obras Públicas su propia propuesta.
Ante esta competencia de alta velocidad, el presidente de EFE decidió restarse y no manifestar su preferencia, ya que, según señaló, un tío suyo pertenece al equipo promotor de uno de los proyectos y podrían existir conflictos de interés.
Sí destaca algunos puntos de cada uno, como sus recorridos y la importancia que tiene el paso por el puerto de San Antonio, en el caso de TVS, y Ventanas en el proyecto de la firma Agusa.
“Lo bueno es que el MOP podría hacer de los dos uno, o sea, tomar cosas de cada uno y hacer una propuesta definitiva distinta”, comenta el presidente de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado. “Por suerte no me toca decidir esto”, agrega entre risas.
Lo importante es recordar que, aunque en carpeta suman y sigan los proyectos ferroviarios, la implementación efectiva de estos puede llegar a tomar años e incluso décadas.
Errázuriz compara los procesos que ocurren en Chile con otros países, como China. “Los chinos como que pasan un poquito por encima de todo el tema ciudadano”, dice. “Nosotros somos mucho más respetuosos. De hecho, nos costó tres años y medio obtener el permiso ambiental para el Santiago Melipilla, que es un tren maravilloso, y nos vamos a demorar todavía cuatro años más en construirlo”, comenta el presidente de EFE.
Revise la entrevista completa con Pedro Pablo Errázuriz en Voces de la Gran Ciudad:
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Fuente: Pauta, Domingo 23 de Junio de 2019
