THE TIMES – La diputada RN y presidente de la Bancada Transversal de Discapacidad, Catalina del Real, sugiere trabajar en conjunto al ministerio de Transportes para diseñar una estrategia integral de inclusión. En tanto, el consultor internacional de Infraestructura, Transporte y Desarrollo, Felipe Ulloa, advierte que todo cambio en el sistema, debe responder a las necesidades de la población.
Nuevos buses eléctricos y líneas de metro inauguradas, cambio de la imagen de Transantiago a RED y, recientemente, el anuncio de un nuevo servicio de tren Santiago – Valparaíso, son acciones concretas que demuestran que Chile está avanzando a pasos agigantados en el mejoramiento de su sistema de transporte, pero ¿qué tan inclusivos son estos cambios?
Según datos del II Estudio Nacional de la Discapacidad del 2015, el 16,7% de la población se encuentra en situación de discapacidad. Desde la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral, un 34,6% de este segmento está activo en el mercado laboral, por lo que deben hacer uso del transporte público a diario.
En 2016 se realizó la Primera Medición de Accesibilidad de Medios de Transporte (MAMT), con el objetivo de analizar la conveniencia del uso de bicicleta como modo de transporte. La participación de personas con discapacidad fue considerada en este estudio para comparar las diferencias en los tiempos de movilización con aquellos que no poseen ningún tipo de discapacidad.
Los resultados evidenciaron que, para las personas en situación de discapacidad, el tiempo de viaje en bus es a lo menos un 70% mayor, mientras que en el metro varía entre 20% y 50%.
Y sobre lo anterior, Felipe Ulloa, consultor internacional de Infraestructura, Transporte y Desarrollo, consideró que “no hay una línea clara sobre inclusión en el desarrollo del nuevo transporte público”, y advierte que “cualquier revolución en esta materia, debe responder a las necesidades de todas las personas, incluidas las que tienen capacidades especiales”.
Asimismo, Ulloa añadió que “por ejemplo, ya que estamos viviendo un gran cambio en nuestro sistema de movilización, debiéramos hacerlo de manera integral, incorporando el sistema Braille en el metro, porque actualmente las personas no videntes no tienen acceso a las señaléticas ni a los mapas para orientarse de forma adecuada”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad, Matías Poblete, expresó que el transporte público ha tenido avances en materias de inclusión particularmente en Santiago, sin embargo, “en ciudades capitales importantes como Valparaíso y Concepción, tenemos grandes barreras, sobre todo de infraestructura”.
Poblete manifestó que el gran problema es que “no hay políticas públicas que ayuden a la concientización, porque el foco del transporte no está en la inclusión, sino en la cobertura y en la calidad del servicio”, por lo que el desafío para la cartera es que “especifique claramente qué elementos de inclusión deben tener los buses, el metro, los trenes, porque más allá de mejorar los asientos, el desafío es responder a las necesidades sensoriales, no sólo cambiar la infraestructura”.
En tanto, Catalina del Real, diputada RN y presidente de la Bancada Transversal de Discapacidad, comentó que “es cierto que el sistema de transporte público ha tenido importantes avances en su infraestructura, pero lo cierto es que no está cubriendo las necesidades de accesibilidad e inclusión de personas con discapacidad, sobretodo de aquellas que son parte de la fuerza laboral gracias a la ley 21.015, por lo que se hace sumamente importante empezar a trabajar de manera conjunta con el ministerio para aportar en el diseño y la implementación de medidas que favorezcan a este grupo de la población”.
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Fuente: The Times, Jueves 06 de Junio de 2019
¿Qué tan inclusivo es Chile en materia de transporte?
THE TIMES – La diputada RN y presidente de la Bancada Transversal de Discapacidad, Catalina del Real, sugiere trabajar en conjunto al ministerio de Transportes para diseñar una estrategia integral de inclusión. En tanto, el consultor internacional de Infraestructura, Transporte y Desarrollo, Felipe Ulloa, advierte que todo cambio en el sistema, debe responder a las necesidades de la población.
Nuevos buses eléctricos y líneas de metro inauguradas, cambio de la imagen de Transantiago a RED y, recientemente, el anuncio de un nuevo servicio de tren Santiago – Valparaíso, son acciones concretas que demuestran que Chile está avanzando a pasos agigantados en el mejoramiento de su sistema de transporte, pero ¿qué tan inclusivos son estos cambios?
Según datos del II Estudio Nacional de la Discapacidad del 2015, el 16,7% de la población se encuentra en situación de discapacidad. Desde la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral, un 34,6% de este segmento está activo en el mercado laboral, por lo que deben hacer uso del transporte público a diario.
En 2016 se realizó la Primera Medición de Accesibilidad de Medios de Transporte (MAMT), con el objetivo de analizar la conveniencia del uso de bicicleta como modo de transporte. La participación de personas con discapacidad fue considerada en este estudio para comparar las diferencias en los tiempos de movilización con aquellos que no poseen ningún tipo de discapacidad.
Los resultados evidenciaron que, para las personas en situación de discapacidad, el tiempo de viaje en bus es a lo menos un 70% mayor, mientras que en el metro varía entre 20% y 50%.
Y sobre lo anterior, Felipe Ulloa, consultor internacional de Infraestructura, Transporte y Desarrollo, consideró que “no hay una línea clara sobre inclusión en el desarrollo del nuevo transporte público”, y advierte que “cualquier revolución en esta materia, debe responder a las necesidades de todas las personas, incluidas las que tienen capacidades especiales”.
Asimismo, Ulloa añadió que “por ejemplo, ya que estamos viviendo un gran cambio en nuestro sistema de movilización, debiéramos hacerlo de manera integral, incorporando el sistema Braille en el metro, porque actualmente las personas no videntes no tienen acceso a las señaléticas ni a los mapas para orientarse de forma adecuada”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad, Matías Poblete, expresó que el transporte público ha tenido avances en materias de inclusión particularmente en Santiago, sin embargo, “en ciudades capitales importantes como Valparaíso y Concepción, tenemos grandes barreras, sobre todo de infraestructura”.
Poblete manifestó que el gran problema es que “no hay políticas públicas que ayuden a la concientización, porque el foco del transporte no está en la inclusión, sino en la cobertura y en la calidad del servicio”, por lo que el desafío para la cartera es que “especifique claramente qué elementos de inclusión deben tener los buses, el metro, los trenes, porque más allá de mejorar los asientos, el desafío es responder a las necesidades sensoriales, no sólo cambiar la infraestructura”.
En tanto, Catalina del Real, diputada RN y presidente de la Bancada Transversal de Discapacidad, comentó que “es cierto que el sistema de transporte público ha tenido importantes avances en su infraestructura, pero lo cierto es que no está cubriendo las necesidades de accesibilidad e inclusión de personas con discapacidad, sobretodo de aquellas que son parte de la fuerza laboral gracias a la ley 21.015, por lo que se hace sumamente importante empezar a trabajar de manera conjunta con el ministerio para aportar en el diseño y la implementación de medidas que favorezcan a este grupo de la población”.
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Fuente: The Times, Jueves 06 de Junio de 2019