EL MERCURIO – La congestión vial —que se ha vuelto común en Santiago— no solo provoca que se avance lentamente por las calles, o que incluso haya momentos en que la detención de los autos sea total. En las autopistas urbanas implica un mayor gasto, pues por contrato, las concesionarias pueden subir sus tarifas si hay un mayor flujo vehicular.
Costanera Norte tiene, este año, dos tramos cuyas tarifas para los días hábiles se mantienen en horario punta y de saturación por 16 horas.
Desde las 7:00 de la mañana y hasta las 11:00 de la noche, los pórticos de Vivaceta-Torres de Tajamar y Torres de Tajamar-Puente Lo Saldes —ambos en sentido poniente-oriente— no tienen una tarifa baja. Esto, por una extensión total de 6.72 km.
Según la vía, la tarifa es de $143 por kilómetro en horario punta; de $217 por km cuando se está en horario de saturación, y de $74 por km, en horario bajo.
En tanto, aunque no se extiende a lo largo de una jornada laboral, hay tramos de la Autopista Central en los que la tarifa baja dura pocas horas.
En Américo Vespucio Norte – 14 de la Fama (de norte a sur), el horario bajo se extiende entre las 9:30 y las 12:00; 12:30 y 17:00 horas, y luego se retoma a las 19:30.
La fórmula
El mecanismo tarifario de las autopistas se fijó en los contratos administrados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Estos indican que la velocidad de operación determina los valores, y que los horarios punta y de saturación parten cuando las velocidades no superan los 50 km/h, y los mayores precios son para desincentivar el uso de las vías.
La Dirección de Concesiones del MOP explica que en el caso de Costanera Norte, se extendió el horario de estas tarifas “verificándose el cumplimiento de las condiciones establecidas por la inspección fiscal del contrato”.
La empresa acotó que los fines de semana no aplican los valores altos, y añadió que los tramos en cuestión “son los más congestionados durante la semana”.
Asimismo, el gerente general de Autopista Central, Christian Barrientos, plantea que las tarifas de congestión son dinámicas y que, en su caso, se aplican por bloques de media hora.
Explica que el año pasado se aplicaron diariamente 88 bloques de congestión en distintos tramos, de un máximo de 832 bloques. Y este año, debido a que los precios “sí produjeron que un flujo vial abandonara la autopista, las mejoras de capacidad y velocidad del nudo Quilicura provocaron que se activaran solo 74 bloques”.
Posibles soluciones
El parque automotor de la capital supera los 2 millones y se incrementa, considerando que el primer semestre de 2018 se vendieron 662 autos diarios. Por lo mismo, para Carlos Cruz, director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura, la tarifa de saturación está obsoleta.
“El transporte público creció, pero no al nivel de calidad que se esperaba, y las autopistas se recargaron, por lo que la tarifa de saturación dejó de tener sentido, ya que de todas formas son utilizadas por quienes necesitan viajar tramos largos. Es una tarifa que, más allá de estar en el contrato, debería revisarse de manera de no aparecer cobrando en exceso”, afirma.
Costanera Norte, en tanto, afirma que una solución sería cambiar la reversibilidad de Av. Andrés Bello, que “hoy beneficia a quienes viven en el sector oriente, en desmedro de los que hoy viajan desde el poniente y que debido al gran aumento del parque automotor concentran el mayor porcentaje de los viajes”.
A esto se suma la futura Línea 7 del metro, que “permitirá agregar alternativas de transporte para todo el tramo”.
En esto concuerda Leonardo Daneri, presidente de la Asociación de Concesionarios (Copsa). “Es clave la Línea 7, y debería llegar hasta el aeropuerto”, dice, añadiendo que “se debe mejorar la gestión de la vialidad local; los virajes a la izquierda, o ensanchar calles”.
En tanto, los contratos de las futuras concesiones introducen modificaciones: por ejemplo, la autopista Américo Vespucio Oriente (AVO) establece un reajuste anual de tarifas diferente (1% más IPC y no el 3,5% fijo más el IPC de las actuales). Además, solo aplicarán tarifas baja y alta, sin la de saturación.
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Fuente: El Mercurio, Jueves 04 de abril de 2019
Congestión gatilla que Costanera Norte cobre 16 horas al día tarifas elevadas en dos tramos
EL MERCURIO – La congestión vial —que se ha vuelto común en Santiago— no solo provoca que se avance lentamente por las calles, o que incluso haya momentos en que la detención de los autos sea total. En las autopistas urbanas implica un mayor gasto, pues por contrato, las concesionarias pueden subir sus tarifas si hay un mayor flujo vehicular.
Costanera Norte tiene, este año, dos tramos cuyas tarifas para los días hábiles se mantienen en horario punta y de saturación por 16 horas.
Desde las 7:00 de la mañana y hasta las 11:00 de la noche, los pórticos de Vivaceta-Torres de Tajamar y Torres de Tajamar-Puente Lo Saldes —ambos en sentido poniente-oriente— no tienen una tarifa baja. Esto, por una extensión total de 6.72 km.
Según la vía, la tarifa es de $143 por kilómetro en horario punta; de $217 por km cuando se está en horario de saturación, y de $74 por km, en horario bajo.
En tanto, aunque no se extiende a lo largo de una jornada laboral, hay tramos de la Autopista Central en los que la tarifa baja dura pocas horas.
En Américo Vespucio Norte – 14 de la Fama (de norte a sur), el horario bajo se extiende entre las 9:30 y las 12:00; 12:30 y 17:00 horas, y luego se retoma a las 19:30.
La fórmula
El mecanismo tarifario de las autopistas se fijó en los contratos administrados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Estos indican que la velocidad de operación determina los valores, y que los horarios punta y de saturación parten cuando las velocidades no superan los 50 km/h, y los mayores precios son para desincentivar el uso de las vías.
La Dirección de Concesiones del MOP explica que en el caso de Costanera Norte, se extendió el horario de estas tarifas “verificándose el cumplimiento de las condiciones establecidas por la inspección fiscal del contrato”.
La empresa acotó que los fines de semana no aplican los valores altos, y añadió que los tramos en cuestión “son los más congestionados durante la semana”.
Asimismo, el gerente general de Autopista Central, Christian Barrientos, plantea que las tarifas de congestión son dinámicas y que, en su caso, se aplican por bloques de media hora.
Explica que el año pasado se aplicaron diariamente 88 bloques de congestión en distintos tramos, de un máximo de 832 bloques. Y este año, debido a que los precios “sí produjeron que un flujo vial abandonara la autopista, las mejoras de capacidad y velocidad del nudo Quilicura provocaron que se activaran solo 74 bloques”.
Posibles soluciones
El parque automotor de la capital supera los 2 millones y se incrementa, considerando que el primer semestre de 2018 se vendieron 662 autos diarios. Por lo mismo, para Carlos Cruz, director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura, la tarifa de saturación está obsoleta.
“El transporte público creció, pero no al nivel de calidad que se esperaba, y las autopistas se recargaron, por lo que la tarifa de saturación dejó de tener sentido, ya que de todas formas son utilizadas por quienes necesitan viajar tramos largos. Es una tarifa que, más allá de estar en el contrato, debería revisarse de manera de no aparecer cobrando en exceso”, afirma.
Costanera Norte, en tanto, afirma que una solución sería cambiar la reversibilidad de Av. Andrés Bello, que “hoy beneficia a quienes viven en el sector oriente, en desmedro de los que hoy viajan desde el poniente y que debido al gran aumento del parque automotor concentran el mayor porcentaje de los viajes”.
A esto se suma la futura Línea 7 del metro, que “permitirá agregar alternativas de transporte para todo el tramo”.
En esto concuerda Leonardo Daneri, presidente de la Asociación de Concesionarios (Copsa). “Es clave la Línea 7, y debería llegar hasta el aeropuerto”, dice, añadiendo que “se debe mejorar la gestión de la vialidad local; los virajes a la izquierda, o ensanchar calles”.
En tanto, los contratos de las futuras concesiones introducen modificaciones: por ejemplo, la autopista Américo Vespucio Oriente (AVO) establece un reajuste anual de tarifas diferente (1% más IPC y no el 3,5% fijo más el IPC de las actuales). Además, solo aplicarán tarifas baja y alta, sin la de saturación.
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Fuente: El Mercurio, Jueves 04 de abril de 2019