Domingo, Noviembre 24, 2024

Chile necesita una conectividad hídrica, por Félix Bogliolo

EL MOSTRADOR – Los recientes aluviones que han azotado todo el norte del país, han causado enormes daños humanos y materiales que, legítimamente, generan gran empatía con los afectados. Ya el Gobierno ha comprometido ayuda monetaria que contribuirá a reparar los estragos que sufrieron.
Sin embargo, y aunque sea secundario a corto plazo, no se ha mencionado la gran pérdida económica padecida por esas regiones a largo plazo: esos millones de metros cúbicos de agua ¡no se han aprovechado! Ni para la generación eléctrica ni para el riego agrícola ni para la recarga de acuíferos. Lo que constituye un lucro cesante de millones de dólares, probablemente superior a esa ayuda gubernamental.
Sabiendo que, con el cambio climático, este tipo de fenómeno extremo se repetirá de manera cada vez más frecuente, surge la interrogante sobre cómo transformar estas catástrofes en oportunidades de desarrollo y he aquí dos sugerencias.
Primero, y dado lo desértico de toda la zona sujeta a los fenómenos de invierno altiplánico, no faltan lugares donde constituir una cadena de pequeños y poco costosos reservorios que permitirán almacenar buenas cantidades de agua y potenciar los tres usos mencionados. Esta alternativa, eso sí, seguramente resultará insuficiente para almacenar la totalidad de las precipitaciones extremas que hemos visto, y seguirán llegando al mar grande cantidades residuales de agua.
En segundo lugar, y como es sabido, el MOP se encuentra estudiando la solicitud de concesión de iniciativa privada para el proyecto Aquatacama o carretera hídrica submarina, que busca tomar agua en la desembocadura de algunos ríos del sur para entregarla en la desembocadura de los valles nortinos, potencialmente hasta Arica. Una de las numerosas ventajas de dicho proyecto es su reversibilidad, pues al ir de nivel del mar a nivel del mar, puede ir de un punto A a un punto B y viceversa, con el simple manejo de una llave de paso direccional. Es decir, se podrían llevar las cantidades residuales de los aluviones nortinos llegadas al mar hacia otros reservorios no sólo más al norte sino también más al sur, lo que será muy innovador y muy interesante en época de verano austral.
Ver artículo
Fuente: El Mostrador, miércoles 20 de febrero de 2019

EL MOSTRADOR – Los recientes aluviones que han azotado todo el norte del país, han causado enormes daños humanos y materiales que, legítimamente, generan gran empatía con los afectados. Ya el Gobierno ha comprometido ayuda monetaria que contribuirá a reparar los estragos que sufrieron.
Sin embargo, y aunque sea secundario a corto plazo, no se ha mencionado la gran pérdida económica padecida por esas regiones a largo plazo: esos millones de metros cúbicos de agua ¡no se han aprovechado! Ni para la generación eléctrica ni para el riego agrícola ni para la recarga de acuíferos. Lo que constituye un lucro cesante de millones de dólares, probablemente superior a esa ayuda gubernamental.
Sabiendo que, con el cambio climático, este tipo de fenómeno extremo se repetirá de manera cada vez más frecuente, surge la interrogante sobre cómo transformar estas catástrofes en oportunidades de desarrollo y he aquí dos sugerencias.
Primero, y dado lo desértico de toda la zona sujeta a los fenómenos de invierno altiplánico, no faltan lugares donde constituir una cadena de pequeños y poco costosos reservorios que permitirán almacenar buenas cantidades de agua y potenciar los tres usos mencionados. Esta alternativa, eso sí, seguramente resultará insuficiente para almacenar la totalidad de las precipitaciones extremas que hemos visto, y seguirán llegando al mar grande cantidades residuales de agua.
En segundo lugar, y como es sabido, el MOP se encuentra estudiando la solicitud de concesión de iniciativa privada para el proyecto Aquatacama o carretera hídrica submarina, que busca tomar agua en la desembocadura de algunos ríos del sur para entregarla en la desembocadura de los valles nortinos, potencialmente hasta Arica. Una de las numerosas ventajas de dicho proyecto es su reversibilidad, pues al ir de nivel del mar a nivel del mar, puede ir de un punto A a un punto B y viceversa, con el simple manejo de una llave de paso direccional. Es decir, se podrían llevar las cantidades residuales de los aluviones nortinos llegadas al mar hacia otros reservorios no sólo más al norte sino también más al sur, lo que será muy innovador y muy interesante en época de verano austral.
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Fuente: El Mostrador, miércoles 20 de febrero de 2019

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