EL MERCURIO – El Presidente Sebastián Piñera ha anunciado nuevos proyectos para Metro, los que, al 2026, harán que la red de nuestro tren alcance los 215 kilómetros, un objetivo ambicioso, pero que permitirá a casi el 50% de la población de Santiago caminar a una de sus estaciones para movilizarse a sus actividades diarias.
De esta manera se concreta progresivamente la definición estratégica sobre la cual se sustenta la gran solución al transporte público en la Región Metropolitana. Avanzamos hacia una ciudad en que las distintas opciones de transporte se articularán con el metro, que será así el medio fundamental que constituirá un verdadero sistema arterial de nuestra ciudad. La inauguración de la Línea 3, con 22 kilómetros de extensión y que conecta Quilicura con La Reina, pasando por Conchalí, Independencia, Santiago Centro y Ñuñoa, es un paso en esa dirección.
Quisiera destacar tres razones que han llevado a que Metro sea el articulador de toda la red de transporte del gran Santiago.
Primero, porque Metro no solo es un medio de transporte eficaz -es también una tremenda palanca de integración, pues conecta las comunas y barrios en tiempos razonables-, sino especialmente porque entrega un servicio cuya calidad, disponibilidad y condiciones de uso son exactamente iguales en todos los sectores y para todas las personas. Su calidad hace que confluyan en él, como usuarios y en igualdad de condiciones, todos los segmentos socioeconómicos, y sus estaciones son, además, espacios que difunden nuestra cultura y generan polos de servicios. Sus pasajeros tienen acceso a más de 12 mil metros cuadrados de obras de arte y murales, entre los que destacan trabajos de Roberto Matta, Mario Toral, Alejandro González, entre otros.
Segundo, el metro mejora la calidad de vida y es amigable con el medio ambiente. Desde luego, no contamina la ciudad; más aún, es un verdadero inhibidor competitivo de otros medios de transporte que sí contaminan. En una ciudad con la extensión y pendiente de Santiago es posible pensar que medios como la bicicleta puedan integrarse a nuestra red, facilitando y promoviendo su uso.
En términos de calidad de vida, el aporte de un sistema de transporte basado en Metro es evidente, tanto por la disminución de las horas de viaje -un habitante de Conchalí reducirá de 46 a 12 minutos el tiempo de viaje al centro de la ciudad- como por la mejora del espacio público que viene asociado a nuestra red de estaciones.
En tercer lugar, un sistema de transporte público basado en el Metro se constituye en una palanca de desarrollo por sí mismo. Esta es una empresa que ha mutado en su naturaleza: de ser una simple alternativa de transporte se ha convertido en una empresa de tecnología, con enorme desarrollo industrial, capacidad para armar y mantener trenes e integrar sistemas tecnológicos de pago.
Con la construcción de las nuevas líneas 7, 8 y 9, además de tres importantes extensiones de las actuales líneas, se alcanzará una inversión superior a los siete mil millones de dólares y se generarán varias decenas de miles de nuevos puestos de trabajo. También aumentarán en cerca de nueve mil hectáreas los terrenos que se ubiquen a menos de 35 minutos del centro de Santiago, incrementando significativamente la cantidad de oportunidades para los millones de habitantes de nuestra capital.
Un sistema de transporte basado en Metro es una forma muy concreta de hacer realidad el desarrollo integral que ha planteado el Presidente Piñera, porque mejora la calidad de vida de las personas, genera beneficios económicos en plusvalía de las propiedades allí donde llega y porque literalmente sube al carro del progreso a todos por igual.
Louis de Grange
Presidente de Metro
Ver artículo
Fuente: El Mercurio, martes 22 de enero de 2019
Línea 3 de Metro, camino al desarrollo, por Louis de Grange
EL MERCURIO – El Presidente Sebastián Piñera ha anunciado nuevos proyectos para Metro, los que, al 2026, harán que la red de nuestro tren alcance los 215 kilómetros, un objetivo ambicioso, pero que permitirá a casi el 50% de la población de Santiago caminar a una de sus estaciones para movilizarse a sus actividades diarias.
De esta manera se concreta progresivamente la definición estratégica sobre la cual se sustenta la gran solución al transporte público en la Región Metropolitana. Avanzamos hacia una ciudad en que las distintas opciones de transporte se articularán con el metro, que será así el medio fundamental que constituirá un verdadero sistema arterial de nuestra ciudad. La inauguración de la Línea 3, con 22 kilómetros de extensión y que conecta Quilicura con La Reina, pasando por Conchalí, Independencia, Santiago Centro y Ñuñoa, es un paso en esa dirección.
Quisiera destacar tres razones que han llevado a que Metro sea el articulador de toda la red de transporte del gran Santiago.
Primero, porque Metro no solo es un medio de transporte eficaz -es también una tremenda palanca de integración, pues conecta las comunas y barrios en tiempos razonables-, sino especialmente porque entrega un servicio cuya calidad, disponibilidad y condiciones de uso son exactamente iguales en todos los sectores y para todas las personas. Su calidad hace que confluyan en él, como usuarios y en igualdad de condiciones, todos los segmentos socioeconómicos, y sus estaciones son, además, espacios que difunden nuestra cultura y generan polos de servicios. Sus pasajeros tienen acceso a más de 12 mil metros cuadrados de obras de arte y murales, entre los que destacan trabajos de Roberto Matta, Mario Toral, Alejandro González, entre otros.
Segundo, el metro mejora la calidad de vida y es amigable con el medio ambiente. Desde luego, no contamina la ciudad; más aún, es un verdadero inhibidor competitivo de otros medios de transporte que sí contaminan. En una ciudad con la extensión y pendiente de Santiago es posible pensar que medios como la bicicleta puedan integrarse a nuestra red, facilitando y promoviendo su uso.
En términos de calidad de vida, el aporte de un sistema de transporte basado en Metro es evidente, tanto por la disminución de las horas de viaje -un habitante de Conchalí reducirá de 46 a 12 minutos el tiempo de viaje al centro de la ciudad- como por la mejora del espacio público que viene asociado a nuestra red de estaciones.
En tercer lugar, un sistema de transporte público basado en el Metro se constituye en una palanca de desarrollo por sí mismo. Esta es una empresa que ha mutado en su naturaleza: de ser una simple alternativa de transporte se ha convertido en una empresa de tecnología, con enorme desarrollo industrial, capacidad para armar y mantener trenes e integrar sistemas tecnológicos de pago.
Con la construcción de las nuevas líneas 7, 8 y 9, además de tres importantes extensiones de las actuales líneas, se alcanzará una inversión superior a los siete mil millones de dólares y se generarán varias decenas de miles de nuevos puestos de trabajo. También aumentarán en cerca de nueve mil hectáreas los terrenos que se ubiquen a menos de 35 minutos del centro de Santiago, incrementando significativamente la cantidad de oportunidades para los millones de habitantes de nuestra capital.
Un sistema de transporte basado en Metro es una forma muy concreta de hacer realidad el desarrollo integral que ha planteado el Presidente Piñera, porque mejora la calidad de vida de las personas, genera beneficios económicos en plusvalía de las propiedades allí donde llega y porque literalmente sube al carro del progreso a todos por igual.
Louis de Grange
Presidente de Metro
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Fuente: El Mercurio, martes 22 de enero de 2019