EL SUR – Una ambición legítima de los habitantes de una ciudad como Concepción es mejorar la condición de su entorno urbano, para así elevar la calidad de vida de sus habitantes y alcanzar una mayor eficiencia en sus prestaciones.
Un factor ordenador de decisiones necesarias para asegurar un desarrollo urbano armónico, inclusivo y de calidad es la inversión en infraestructura de transportes, eje fundamental de una adecuada planificación urbana. El modo que tiene ventajas evidentes, respecto de otros, es el Metro. Es lo que ha quedado demostrado en Santiago y en Valparaíso, que cuentan con ese tipo de servicios, altamente valorados por sus habitantes. Invertir en Metro requiere de una gran cantidad de recursos. Un kilómetro de Metro demanda una inversión de cercana a US$ 100 millones, más el equipamiento. Si la expectativa es que un primer trazado de Metro en Concepción -que empalme con el Biotrén que viene desde Coronel- tenga del orden de 5 kms de extensión, estamos hablando de unos US$ 500 millones.
Ante esta exigencia, la reacción natural de las autoridades nacionales, regionales y de la empresa de ferrocarriles local es que no se cuenta con recursos para ello. En este escenario, bien valdría la pena explorar alternativas de inversión y operación público-privado, aprovechando los recursos de los Fondos Espejo del Transantiago, del Fndr y sectoriales del Minvu y MOP y la disponibilidad de fondos que tiene el sector privado.
La gestión compartida para un financiamiento de esta naturaleza sería una gran innovación que adelantaría una inversión tan necesaria para asegurar el desarrollo urbano de calidad en la segunda ciudad más importante del país. Si se quiere avanzar en dotar a Concepción de un Metro, alguna vez habrá que incursionar en soluciones integradas que resuelvan el problema de financiamiento.
Carlos Cruz
Director ejecutivo
Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)
Fuente: El Sur, lunes 17 de diciembre de 2018