LA TERCERA – El gremio concesionario de autopistas destaca el desarrollo de obras viales y plantea desafíos para atender la creciente demanda por conectividad y eficiencia carretera.
Evitar los atochamientos viales durante las horas punta o salidas masivas en los fines de semana largo y en temporada estival, es el desafío al que puede contribuir la construcción de nuevas autopistas. Esto considerando, además, el ingreso de 450 mil vehículos al parque automotor al año.
En este escenario, Chile debe dar un impulso a sus capacidades en materia de autopistas. A juicio de Leonardo Daneri, presidente de Copsa (Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura), “las autopistas concesionadas operan al límite de sus capacidades para las que fueron diseñadas”. En esa línea, el ejecutivo sostiene que existen diversos desafíos para el sector, el primero: ser capaz de responder de manera eficiente e inteligente a las necesidades de las personas que la utilizarán. “En Copsa creemos que la infraestructura se debe concebir para y por las personas. Son obras que, bien implementadas, permiten conectar aquello que la geografía separa. A lo anterior se debe agregar el factor de anticipación, lo que permitirá crear y construir los proyectos en los momentos adecuados y no reaccionar a un problema”, dice Daneri. Con lo anterior, el ejecutivo señala que es fundamental que la infraestructura incorpore elementos de arquitectura y cultura capaces de integrarse armónicamente con el entorno, al mismo tiempo de dar correcta solución al problema que busca resol- ver. Además, “si bien contamos con las autopistas más modernas de Latinoamérica desde el punto de vista tecnológico, resulta fundamental que el Estado, que es el dueño de las obras, sea capaz de adelantarse a la demanda actual y futura de manera de ganar tiempo desarrollando más y mejor infraestructura en línea con las expectativas de las personas y el crecimiento del país”, sostiene el presidente de Copsa.
Aporte al desarrollo del país
Las autopistas y carreteras del país son la columna vertebral de la cual se ramifican distintas extremidades a los más lejanos puntos de nuestra geografía, aportando a la conectividad y desarrollo económico de Chile. “Pero el impacto económico va más allá de la ampliación de autopistas. Tiene que ver con desarrollar la infraestructura con una mirada capaz de conjugar en un mismo proceso el desarrollo de puentes, caminos, puertos, aeropuertos, embalses y cualquier otra inversión que permita al país mantenerse en movimiento al ritmo de su tasa de crecimiento”, indica Daneri.
Y tal como lo indican expertos, tanto del sector, como también de otras actividades económicas, Chile debe avanzar hacia el desarrollo de macrozonas integradas donde los distintos polos productivos encuentren las soluciones que requieren para transportar sus mercaderías hacia consumidores locales o extranjeros.
“Hoy estamos muy esperanzados con el desarrollo de las terceras pistas en las principales autopistas de la Región Metropolitana, pero creemos que la solución definitiva se dará cuando el Estado sea proactivo y licite con tiempo obras que necesitaremos en 10, 15 o 20 años más”, explica Leonardo Daneri.
Fuente: La Tercera, viernes 14 de diciembre de 2018