Domingo, Noviembre 24, 2024

Planes para el Metro

EL MERCURIO – De acuerdo con el presidente de Metro, la Línea 3 transportará entre 300 y 500 mil pasajeros diarios, lo que permitiría sobrepasar en forma permanente los tres millones de personas por jornada en ese sistema de transporte. Más aún, la nueva línea debería conducir a una reducción en el uso del automóvil, estimándose que 20.000 personas diariamente se cambiarían al metro.

Utilizar el metro en una ciudad congestionada como Santiago es muy conveniente. El tiempo de viaje en automóvil puede ser difícil de calcular, pues, con vías congestionadas, cualquier accidente tiene un efecto no solo en la zona donde ocurrió, sino también en muchas cuadras a la redonda. En el caso de los que ocurren en las vías urbanas concesionadas el efecto es peor, porque estas trasladan grandes flujos que deben encontrar otras formas de llegar a su destino. Dado que la gran virtud del metro es que los tiempos de viaje son predecibles, se comprende que sea atractivo pasar del auto al metro si la estación queda a una distancia razonable.

Otro factor positivo del tren subterráneo es que la nueva línea tiene seis estaciones de transferencia con las demás. Por tanto, partiendo desde una de ellas se podrá alcanzar parte importante de la ciudad mediante un cambio de línea. Las vías 7, 8 y 9, que están planificadas, expandirán esta conexión. El atractivo de desplazarse en metro y dejar el automóvil seguirá aumentando a medida que la red se desarrolla: cada nueva línea hará que más viajes resulten convenientes en metro, especialmente si estos tienen múltiples destinos.

El objetivo final de esta empresa, según su presidente, es que los residentes en la ciudad estén a 12 minutos de una de sus estaciones, es decir, a un kilómetro de distancia. Este es un plan ambicioso y que probablemente tomará décadas en concretarse y a un enorme costo. Mientras tanto, en la parte central de la ciudad, donde habrá más cruces de líneas, las estaciones estarán aún más cercanas. Esto hará que la conveniencia del metro sea similar a la de las grandes ciudades europeas, y quienes viven en esa zona debieran dejar de usar el automóvil.

El desarrollo del metro no debería limitar las inversiones en transporte público en regiones. Al tratarse de ciudades de menor tamaño, redes de metro pueden no ser la solución apropiada. Ya existen y se podrían seguir desarrollando los metro-trenes de acercamiento, como en Concepción, Valparaíso y tal vez la conurbación Puerto Varas-Puerto Montt. En otras ciudades pueden ayudar a resolver los problemas de congestión con buena calidad de servicio, y en ciudades que se extienden por cerros se pueden usar teleféricos. El desarrollo de un transporte público de este tipo llevará a urbes más amigables y menos contaminadas, pero se requiere que el país siga creciendo, para así disponer de los recursos para solventar estas inversiones.

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Fuente: El Mercurio, miércoles 12 de diciembre de 2018

EL MERCURIO – De acuerdo con el presidente de Metro, la Línea 3 transportará entre 300 y 500 mil pasajeros diarios, lo que permitiría sobrepasar en forma permanente los tres millones de personas por jornada en ese sistema de transporte. Más aún, la nueva línea debería conducir a una reducción en el uso del automóvil, estimándose que 20.000 personas diariamente se cambiarían al metro.

Utilizar el metro en una ciudad congestionada como Santiago es muy conveniente. El tiempo de viaje en automóvil puede ser difícil de calcular, pues, con vías congestionadas, cualquier accidente tiene un efecto no solo en la zona donde ocurrió, sino también en muchas cuadras a la redonda. En el caso de los que ocurren en las vías urbanas concesionadas el efecto es peor, porque estas trasladan grandes flujos que deben encontrar otras formas de llegar a su destino. Dado que la gran virtud del metro es que los tiempos de viaje son predecibles, se comprende que sea atractivo pasar del auto al metro si la estación queda a una distancia razonable.

Otro factor positivo del tren subterráneo es que la nueva línea tiene seis estaciones de transferencia con las demás. Por tanto, partiendo desde una de ellas se podrá alcanzar parte importante de la ciudad mediante un cambio de línea. Las vías 7, 8 y 9, que están planificadas, expandirán esta conexión. El atractivo de desplazarse en metro y dejar el automóvil seguirá aumentando a medida que la red se desarrolla: cada nueva línea hará que más viajes resulten convenientes en metro, especialmente si estos tienen múltiples destinos.

El objetivo final de esta empresa, según su presidente, es que los residentes en la ciudad estén a 12 minutos de una de sus estaciones, es decir, a un kilómetro de distancia. Este es un plan ambicioso y que probablemente tomará décadas en concretarse y a un enorme costo. Mientras tanto, en la parte central de la ciudad, donde habrá más cruces de líneas, las estaciones estarán aún más cercanas. Esto hará que la conveniencia del metro sea similar a la de las grandes ciudades europeas, y quienes viven en esa zona debieran dejar de usar el automóvil.

El desarrollo del metro no debería limitar las inversiones en transporte público en regiones. Al tratarse de ciudades de menor tamaño, redes de metro pueden no ser la solución apropiada. Ya existen y se podrían seguir desarrollando los metro-trenes de acercamiento, como en Concepción, Valparaíso y tal vez la conurbación Puerto Varas-Puerto Montt. En otras ciudades pueden ayudar a resolver los problemas de congestión con buena calidad de servicio, y en ciudades que se extienden por cerros se pueden usar teleféricos. El desarrollo de un transporte público de este tipo llevará a urbes más amigables y menos contaminadas, pero se requiere que el país siga creciendo, para así disponer de los recursos para solventar estas inversiones.

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Fuente: El Mercurio, miércoles 12 de diciembre de 2018

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