EL MERCURIO – Aunque fue presentado en su cargo el domingo 26 de noviembre, en La Moneda, el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), Sergio Baeriswyl, dice que llevaban al menos tres meses de reuniones con los 31 actores que reúne el organismo.
“El Consejo tiene como misión principal ser una instancia de integración de los distintos actores de la ciudad, el sector privado, el académico, el gremial, y también las organizaciones ciudadanas”, dice el urbanista y premio nacional de Arquitectura en 2014 respecto del trabajo que desarrolló en el borde costero de las zonas arrasadas por el terremoto y maremoto de 2010.
Baeriswyl asume su rol en un año inusualmente activo en debates urbanos. La instalación de viviendas sociales en Las Condes, el desarrollo de los denominados “guetos verticales” en la comuna de Estación Central, o la votación sobre el destino del Parque Padre Hurtado, son algunos ejemplos.
-¿Se necesita más espacio para la participación en estos temas?
-A las personas les interesa la ciudad, quieren ser coautores de las decisiones urbanas. Y las ciudades crecen en la medida en que hay consenso en los proyectos. Una ciudad bien organizada puede interactuar, producir progreso y cohesión en toda la sociedad.
-¿Qué relevancia tiene la integración para el CNDU?
-La política urbana vigente señala muy claramente la importancia de la integración social. Es decir, la sociedad chilena no va a ser una mejor sociedad en el futuro si no tenemos una mejor integración y todos los proyectos que promuevan esa integración estén de acuerdo con esta política.
-Se ha propuesto que el Ministerio de Vivienda cambie su nombre al de Ciudad y Vivienda, y que se enfoque precisamente en eso… ¿Qué significan estos cambios?
-Hay tres aspectos que me llaman la atención. Primero, el cambio de nombre, que es bien interesante, porque pone el concepto de urbanismo primero, luego integración social y el tema de los arriendos protegidos. Que el ministerio se redireccione, y que esto implique un cambio de nombre, es bien interesante. Creo que la idea es dejar atrás esta lógica de la vivienda social periférica o marginal. Ahora hay un cambio, buscando las buenas piezas urbanas de la ciudad para fomentar en esos sectores la focalización de los subsidios a las personas vulnerables y de clase media.
-Este anuncio va en la misma línea que se planteó con la creación del CNDU… ¿Hay un cambio de mirada?
-Hay cambios bien notables en términos de política pública, porque se trata de redireccionar el tema de la localización de la vivienda social. Ahora veo que esto se está abarcando de dos frentes. De un lado está la integración, pero de otro está la tarea de ir mejorando lo que ya se ha hecho. Tenemos que ver cómo intervenimos en esos espacios.
Fuente: El Mercurio, Miércoles 05 de diciembre de 2018