EL SUR – Cuando hace 50 años el Presidente Eduardo Frei Montalva inauguró el aeródromo Carriel Sur, representó todo un acontecimiento. Reemplazó al viejo aeródromo de Hualpencillo y pasó a constituirse en uno de los terminales más modernos del país, con una pista de 2.300 metros, instalado en un lugar -como el fundo Carriel Sur, de Talcahuano- que daba seguridad al movimiento aéreo, por entonces alejado de los barrios residenciales.
A medida que ha pasado el tiempo, se han realizado varios mejoramientos, en la ampliación de pistas, en la construcción de instalaciones adecuadas para los pasajeros, y de instrumental técnico para optimizar las operaciones de aterrizaje y despegue. Medio siglo después de su inauguración, en Carriel Sur se desarrolla uno de los proyectos más ambiciosos, que pretende un mejor aprovechamiento de sus instalaciones, no sólo para el transporte de pasajeros, sino también para la carga, considerando que la Región del Biobío está fuertemente marcada por las exportaciones de diversos productos. Así, la mira de las autoridades está en transformarlo en un aeropuerto que permita la salida de vuelos hacia el exterior.
En diciembre de 2017 se iniciaron las faenas de un proyecto que permitirá casi duplicar la capacidad del recinto, en el cual se realiza una inversión de 32 millones de dólares y que quedará terminado en el primer trimestre de 2020.Se considera la ampliación del ter-minal de pasajeros, aumento de cuatro a seis mangas para abordar los aviones, considerando que Carriel Sur mueve al año alrededor de un millón de pasajeros nuevas pistas de rodaje, que se requerirán para el transporte de carga, nuevas instalaciones para la Dirección General de Aeronáutica Civil. y otros 158 estacionamientos, para totalizar 553.
Ya en marzo de este año se puso en funciones el sistema ILS 3, que permite a las aeronavesdespegar y aterrizaren condiciones climáticas adversas con no más de 50 metros de visibilidad, lo que permite a que Carriel Sur sea la alternativa más segura al aeropuerto de Santiago. En mayo, el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, realizó una inspección a los trabajos de ampliación, para confirmar que hasta entonces había un avance de 10%. Pero también insistió en que el objetivo es internacionalizar el aeropuerto para transformarlo en el segundo más importante del país. Para que sea un terminal internacional, se requiere además que tenga presencia permanente de la PDI, Aduana y el SAG, ya que hasta ahora han estado sólo en casos puntuales. Ello requiere hacer los estudios y coordinaciones necesarias para cumplir con esos servicios, lo que dependerá del movimiento de carga y de pasajeros que tenga el recinto, tanto de salida como de llegada.
El intendente de la Región, Jorge Ulloa, ha señalado que tras conversaciones con el director general de la PDI, hay un compromiso de tener en forma permanente funcionarios de Policía Internacional, dando un nuevo paso en el desarrollo de Carriel Sur. Sin embargo, para que puedan concretarse vuelos a otros países, debe haber interés de parte de las aerolíneas y que otros servicios, como el SAG y Aduanas, tengan una presencia permanente en el lugar, con el fin de hacer los controles.
Las expectativas están en que de cumplirse con la internacionalización, se agilizarían también los procesos de exportaciones pesqueras, agrofrutícolas e industriales, tanto de las regiones del Biobío como de Ñuble, sin tener que concurrir a la capital para hacer los trámites del comercio exterior. Se reducirían los tiempos de desplazamientos de las cargasen cerca de diez horas, respecto de hacerlas por Arturo Merino Benítez. Actualmente, los envíos al extranjero por Carriel Sur se realizan de manera puntual, como es el caso de la pesquera Camanchaca, que exporta productos congelados desde ahí a Estados Unidos. Todo esto ayudaría, además, a desarrollar la actividad de servicio exportador en la zona y a dar un mayor impulso a la economía de la Región del Biobío.
Fuente: El Sur, Jueves 02 de agosto de 2018
