EL MERCURIO – La Ruta 78 inició los estudios previos a la construcción y la Contraloría analiza la iniciativa propuesta para la Ruta 5 Sur. Para el caso de la Ruta 68, la cartera se encuentra en conversaciones con la concesionaria.
Evitar los episodios de congestión vial y ofrecer mayor infraestructura frente al crecimiento del parque automotor, son dos de las razones detrás del trabajo que han realizado el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y las principales concesionarias de las autopistas con acceso a Santiago.
El esfuerzo se ha traducido en la futura implementación del telepeaje en las rutas, que comenzará el segundo semestre, y la ampliación de dos a tres pistas de las carreteras interurbanas de la capital.
“Hay que considerar que el tráfico en carreteras crece a un ritmo de casi 10% anual, lo que ha significado que las rutas están copadas”, señala el ministro Juan Andrés Fontaine.
Según la autoridad, para enfrentar este panorama, y con el objetivo de construir “con la mirada puesta en las próximas cuatro décadas e impulsando el desarrollo económico del país a través de la infraestructura con visión territorial integradora”, los trabajos “constituyen un paso significativo para enfrentar esta mayor demanda”.
En un primer paso, las extensiones contemplan aproximadamente 56,5 kilómetros entre las tres rutas principales.
Los proyectos
Por ejemplo, la Ruta 78 o Autopista del Sol, que administra la empresa española Abertis, y que conecta a Santiago con San Antonio con una capacidad máxima de 2.800 vehículos por hora, ya tiene en desarrollo la ingeniería definitiva de las obras que consideran la ampliación de terceras pistas en 34,5 kilómetros de la ruta.
El proyecto, que también se encuentra en las fases finales de los trámites administrativos, contempla la ampliación desde el inicio de la autopista en Santiago, en Lo Errázuriz, hasta Talagante. Incluirá, además, implementación de medidas de seguridad como cámaras de vigilancia o pasarelas peatonales.
Mientras, en la Ruta 5 Sur, administrada por Ruta del Maipo, con una capacidad máxima de 4.200 autos por hora, se prevé la ampliación entre el antiguo peaje Angostura y el bypass Rancagua, abordando 12 kilómetros.
El proyecto fue reingresado a trámite a la Contraloría el 30 de mayo, por lo que se espera su aprobación dentro de los próximos días para iniciar la licitación de los estudios necesarios para la construcción.
Finalmente, en el caso de la Ruta 68, que tiene una capacidad máxima de 3.500 vehículos por hora y que durante el fin de Semana Santa registró colapsos en la horas punta del domingo, se realizan conversaciones entre la concesionaria a cargo de la carretera, Rutas del Pacífico del grupo Abertis, y el MOP.
La intención es hacer una serie de obras, incluida la ampliación entre Santiago y el peaje de Lo Prado -10 kilómetros de la vía-, y mejorar el enlace entre las zonas de Noruega y Rodelillo, entre otras.
Futuras iniciativas
De acuerdo con Fontaine, a las ampliaciones para enfrentar el crecimiento del tráfico se sumarán “las futuras relicitaciones de estas vías que significarán un mejoramiento del estándar, comodidad y seguridad para los usuarios, así como un aumento en la productividad”.
Añade que, además, “considerarán sistema de telepeaje y ampliaciones de pistas en las zonas que así se requieran”.
Para Leonardo Daneri, presidente de la Asociación de Concesionarios (Copsa), los proyectos son necesarios, “ya que la infraestructura debe crecer a la par que crece el país, y con el desarrollo que ha habido en Chile, la que existía se ha quedado corta”.
“Hay que hacer nuevas obras, autopistas adicionales, laterales que descongestionen las actuales, que con cinco millones de automóviles colapsan en fines de semana largo”, añade.
En tanto, Cristián Hermansen, presidente del Colegio de Ingenieros, plantea que “es necesario empezar cuanto antes, ya que son proyectos de infraestructura que requieren tiempo de tramitación y que no empezarán la construcción de inmediato, sino que significan períodos largos”.
Fuente: El Mercurio, Martes 24 de julio de 2018