EL MERCURIO – Un estudio elaborado por la `Mesa de Geotermia`, iniciativa público-privada impulsada por el Ministerio de Energía, concluyó que Chile tiene un potencial para la energía geotérmica de entre 1.300 MW y 3.800 MW, con un rango de inversiones entre US$ 9.000 y US$ 25.000 millones.
Esta mesa, congregó a concesionarios geotérmicos, empresas prestadoras de servicios, asociaciones gremiales como el Consejo Geotérmico, Achegeo y Acera, la academia, el servicio público y colegios profesionales.
De acuerdo a las conclusiones de la mesa, el 72% del potencial geotérmico, para producción de electricidad, se concentra en la cordillera de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta y el otro 28% está distribuido en la cordillera existente entre la región Metropolitana y Los Lagos.
Actualmente, la industria geotérmica local está compuesta por una empresa operadora, empresas desarrolladoras de proyectos, proveedores de servicios, centros de I+D, universidades y asociaciones gremiales.
Además, al Ministerio de Energía últimamente se han solicitado 13 concesiones de explotación de energía geotérmica, las que están en proceso de tramitación y en consulta a las comunidades indígenas, previo a su otorgamiento.
Adicionalmente ya se encuentra otorgadas 12 concesiones de explotación, entre las que destaca la asociada a la planta Cerro Pabellón, que inició sus operaciones durante el año pasado.
En este contexto, la ministra de Energía, Susana Jiménez, destacó el trabajo participativo de la Mesa y la voluntad de trabajar con todos los actores, ya que la “asociación público-privada es el mejor de los caminos para diseñar políticas públicas que generen un desarrollo sostenible y un progreso transversal”.
La secretaria de Estado subrayó que como “Gobierno del Presidente Sebastián Piñera nuestra política energética apunta a aprovechar todas las energías renovables disponibles en el país, ya que somos un país rico en energías del presente y el futuro, como la solar, eólica, geotérmica, hídrica, entre otras. Sin duda, estamos muy bien parados para enfrentar los desafíos de una matriz energética más limpia, más renovable, más sustentable y más económica”.
Los análisis realizados por la `Mesa de Geotermia` concluyeron que, a corto plazo, para las distintas configuraciones de matrices eléctricas es posible tener una operación económica que cumpla con los criterios de seguridad del sistema.
No obstante, lo anterior, fue posible identificar para el mediano y largo plazo, un incremento en los requerimientos de flexibilidad en el sistema eléctrico nacional, determinado por el alto nivel de participación que alcanzan las energías renovables con variabilidad horaria.
Fuente: El Mercurio, Miércoles 18 de julio de 2018