DIARIO FINANCIERO – A estas alturas del año no cabe duda que la economía chilena se reactivó. El Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 4,2% en el primer trimestre de este año, cifra no vista en casi cinco años. Ahora, el debate entre los agentes se centra respecto a cuán estructural es el período de mayor dinamismo o cuánto es consecuencia del efecto rebote tras la huelga de la minera Escondida el año pasado.
Y, en este marco, un componente de la demanda que aún no da categóricos signos de repunte es la inversión, la que ha mostrado una tibia reacción, pero que bien podría persistir en los próximos meses.
Un signo alentador lo aportó el último informe de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), que revela que la inversión ejecutada en el primer trimestre se incrementó 2,9% nominal (0,7% real) en relación al último cuarto del año pasado, totalizando US$ 3.770 millones.
Dicha cifra da cuenta de una estabilización en el gasto, luego de caídas consecutivas durante los cuatro trimestres de 2016 y un ligero repunte durante el año pasado.
Acorde con la corporación, el indicador contempla el gasto en proyectos privados y estatales que se encuentran en etapa de construcción en el trimestre en curso. Así, considera los desembolsos en insumos, mano de obra y equipamiento, entre otros.
Situación sectorial
Según el estudio, el rubro minero fue el más dinámico en su inversión ejecutada en el período, mostrando un crecimiento real de 18,6% respecto al último trimestre del año pasado.
“El alza en el sector minero se debe, principalmente, al inicio de las faenas de construcción de los proyectos de Minerales Primarios de Minera Spence y adecuaciones constructivas y operacionales en Chiquicamata Subterráneo de Codelco”, recalca el informe.
Mientras que el segmento definido como otros aumentó su gasto en proyectos de inversión en 39,4% real en el período, de la mano de la incorporación de programas de inversión anual en telecomunicaciones. Dicho grupo también considera las iniciativas en el área forestal y puertos.
En tanto que los otros sectores económicos que mostraron caídas en el período fueron energía (17,9%), obras públicas (5,5%), inmobiliario (4,2%) e industrial (8,6%).
En energía, la merma se explicó por la salida de la fase de obras de obras en el ámbito de la generación, transmisión e hidrocarburos, lo que no fue compensado por nuevas.
Algo similar a lo que ocurrió en obras públicas, con proyectos como normalización del Hospital Ovalle, el Hospital Gustavo Fricke, la Línea 3 de Metro y la autopista Santiago-Lampa, entre otros.
Más allá de estos resultados, la corporación anticipa un giro en la trayectoria, luego de que a marzo el catastro para 2018-2021 cayera a su menor nivel desde 2008. “Se prevé un cambio en la tendencia negativa, tras registrar nuevas iniciativas posteriores a la fecha de cierre del actual informe, tanto en minería como obras públicas, inmobiliario e industria”, dice el estudio.
Valente compromete nuevas iniciativas para destrabar proyectos
El ministro de Economía, José Ramón Valente, comprometió el envío de nuevos proyectos de ley y medidas para destrabar proyectos de inversión, luego que durante mayo presentará un paquete de medidas para allanar iniciativas por más de US$ 60.000 millones.
En el marco de encuentros en el Centro de Estudios Públicos (CEP) y en el Encuentro Anual de Microempresarios (Enamype), la autoridad señaló que “hicimos un catastro de qué cosas se habían hecho ya en otros proyectos de ley que pudiéramos recoger y que nos permitieran enviar un proyecto de ley este año, el cual ya se está tramitando en el Congreso y que tiene muy buenas perspectivas”.
En ese sentido, el secretario de Estado señaló que “pretendemos mandar más de un proyecto durante los próximos años”, destacando que se consideraron medidas ya presentadas durante el primer gobierno de Sebastián Piñera y el segundo de Michelle Bachelet.
En materia tributaria, el ministro de Economía indicó que si bien menos impuestos a las empresas permiten mayor crecimiento e inversión, “se debe ser responsable respecto de la situación financiera de las arcas públicas del gobierno”.
“Hay decisiones que tomar y a veces son difíciles. El programa de gobierno contemplaba reducir la tasa de impuesto corporativo del 27% al 25%, pero la realidad de las finanzas públicas fue peor de la que se había estimado. Por eso se decidió mantener ese impuesto”, explicó el economista, cuadrándose con la argumentación de su par de Hacienda, Felipe Larraín.
Fuente: Diario Financiero, Miércoles 13 de junio de 2018