24 HORAS – La contaminación acústica es el enemigo invisible de muchas ciudades de Chile, que se ha transformado en un componente que afecta la tranquilidad y la salud de muchos.
En la capital poco queda del silencio y el principal factor es el transporte público.
Pararse en Plaza Italia significa exponerse a casi 90 decibeles, cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda 65 como máximo.
Son niveles de contaminación preocupantes, por lo que desde el Gobierno trabajan en una red de monitoreo en línea que debutará el segundo semestre.
Santiago, Las Condes y Ñuñoa son las comunas que concentran las avenidas más ruidosas. Datos que habrá que chequear a la hora de pensar dónde vivir para disfrutar de una buena calidad de vida.
Fuente: 24 horas, Miércoles 2 de mayo de 2018