EL MERCURIO – Es un acierto el título del reciente editorial de su diario sobre la necesidad de “Planificación urbana integrada”, como la única forma de resolver las enormes desigualdades entre barrios y comunas, el mayor problema de nuestras ciudades. Esto recoge el espíritu de las propuestas de reformas a la planificación e institucionalidad urbana presentadas por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), que esperamos sean acogidas por la nueva administración.
Existe un amplio consenso en que la búsqueda de una ciudad más justa no será posible si no se avanza en los lineamientos de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, orientados a instalar un sistema de planificación urbana integrada liderado por autoridades de ciudad electas y descentralizadas, a cargo de construir en forma participativa una visión del desarrollo de la ciudad que sincronice de una vez por todas los instrumentos normativos, de inversión en infraestructuras, de transporte público, gestión ambiental y gestión del suelo. Única forma de reducir las contradicciones, ineficiencias y difícil focalización en mejorar los estándares de calidad de vida de los sectores más vulnerables y segregados.
Como ha propuesto el CNDU, esto requiere hacer un conjunto de cambios estructurales al marco legal e institucional de la planificación y gestión urbana y territorial, además de implementar las reformas del gobierno pasado a la Ley General de Urbanismo y a la Ley Orgánica de Administración y Gobiernos Regionales, en materia de instrumentos de planificación, mecanismos de financiamiento público-privado y de transferencia de competencias y recursos hacia los gobiernos regionales y metropolitanos.
Los nuevos desafíos de las urbes y sus comunidades por más equidad y calidad de vida requieren de un nuevo marco y pacto para las ciudades, pues ya no basta con buenos deseos para cambiar el statu quo.
Luis Eduardo Bresciani Lecannelier
Presidente Consejo Nacional de Desarrollo Urbano
Fuente: El Mercurio, Lunes 23 de abril de 2018