EL MERCURIO- “Debemos tener la capacidad de hacernos cargo de que la industria de la aviación comercial crece más rápido de lo que crecen los servicios públicos. No fuimos capaces, precisamente, de prever esta situación y, por tanto, tenemos que proponer diseños e infraestructuras acordes con lo que necesita el mercado”. Con estas palabras, el director de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, Boris Olguín, hizo ayer un mea culpa en el seminario “Wings of Change” respecto de la falla que hubo al no anticiparse al crecimiento de la industria aérea en Chile. “No vimos venir la incorporación del low cost . Pudimos haber tenido mejor preparada la infraestructura de los aeropuertos secundarios -aquellos administrados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC)-, que tienen un costo más bajo para las aerolíneas. Y tampoco lo pudimos prever en los contratos de concesión, que son muy restrictivos frente a una industria que va muy rápido”, sostuvo.
La autoridad dijo que es necesario optimizar la infraestructura aeroportuaria y tener la capacidad de generar diseños más flexibles. “Estamos en un momento de hacer una reflexión y de analizar la metodología sobre la cual desarrollamos nuestra infraestructura. Diría que el esfuerzo va a estar centrado en solucionar la fragmentación que tiene el sistema, con muchas políticas y servicios públicos que dificultan la toma de decisión”, señaló.
Respecto a eventuales maneras para destrabar esta situación en el futuro, indicó que las posibilidades son construir la infraestructura necesaria para que vaya creciendo junto con la industria, y dar suficiente flexibilidad a los concesionarios por la vía del contrato para mejorar el servicio al pasajero.
Iniciativas en análisis
La autoridad afirmó que falta desarrollar algunas brechas en infraestructura aeroportuaria. “Probablemente sea posible crear otras instancias de nuevos aeródromos, tal vez en la V Región, donde Sky y JetSmart han manifestado un interés en ello”, señaló. Por ejemplo, desde ese eventual terminal sería posible conectar esa zona con otros puntos de interés comercial y turístico, como Mendoza o Buenos Aires. Olguín calculó en cerca de $15 mil millones el monto total de inversión requerido para habilitar el aeródromo de Torquemada, ubicado en Concón, como terminal para recibir vuelos comerciales. A su vez, estimó que las obras en ese recinto podrían durar alrededor de cuatro años mediante el desarrollo de dos etapas. La primera fase estaría destinada a una habilitación primaria del aeródromo, que sería principalmente para la pista y, luego se necesitaría un desembolso mayor para la habilitación de un terminal y ensanches de la pista para recibir aviones de mayor tamaño.
Como una alternativa a Torquemada, la autoridad también evaluó como opción el aeródromo ubicado en Quintero, que es operado por la Fuera Aérea de Chile (FACh). Manifestó que también tendría factibilidades para convertirse en un terminal aéreo comercial.
“Hay que prever si se requiere construir tanta infraestructura al inicio, que a la larga tendrá costos que se trasladan al pasajero”.
BORIS OLGUÍN
DIRECTOR DE AEROPUERTOS
Fuente: El Mercurio, Viernes 6 de abril de 2018