PULSO – El énfasis en aumentar las inversiones en infraestructuras en América Latina dominó este sábado el inicio de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Mendoza, Argentina. Los gobernadores del Grupo BID comenzaron hoy sus sesiones plenarias tras un acto de apertura en el que participó el presidente argentino, Mauricio Macri.
También se decidió que Argentina encabece durante los próximos 12 meses la asamblea de gobernadores del BID tras la elección hoy del ministro de Finanzas argentino, Luis Caputo, como presidente del grupo, que está conformado por ministros o gobernadores de bancos centrales de 48 países.
En una asamblea en la que están ausentes las grandes polémicas de otras ediciones y en pleno proceso de expansión económica de América Latina, tras el bache de hace dos años, el interés de los países y el BID se está centrando en una de las grandes carencias de la región, el retraso en la inversión de infraestructuras.
El ministro Caputo confirmó que las necesidades de inversiones en infraestructuras y la búsqueda de fórmulas para financiar las necesidades imperiosas de la región es uno de los temas que está dominando la agenda de la asamblea del BID. “Este es unos de los temas de los que hemos hablado desde el inicio de la reunión y que analizaremos esta mañana, cómo apuntalar el regimiento de la región por medio de la inversión en infraestructuras”, declaró Caputo tras ser nombrado presidente de la asamblea.
Macri, que ha basado gran parte de su programa económico en el aumento de las inversiones en grandes infraestructuras para animar el empleo y la economía en general, también habló en términos similares. “Está claro que una manera de seguir favoreciendo la inversión es con mejor infraestructura. Y también sabemos que no hay un crecimiento económico posible sin un verdadero desarrollo social. Y en ambos sentidos, el BID ocupa un rol fundamental”, explicó el mandatario.
Según él mismo señaló, la economía argentina ha estado creciendo de forma ininterrumpida durante los pasados 21 meses, algo que no se conseguía desde el año 2011, y vaticinó que esa tendencia se mantendrá porque las inversiones están aumentando: un 11% en 2017 y un 20% en el último trimestre.
A los gestos de “hermanamiento” entre el presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, y Caputo, se añaden las palabras y los hechos. Desde 2015, año en que Macri llegó a la presidencia, hasta el año pasado, el BID ha triplicado el valor de los créditos concedidos al país, de US$750 millones a US$2.400 millones.
“Es imprescindible acelerar nuestras tasas de crecimiento que hoy son insuficientes para preservar los progresos sociales alcanzados y conseguir que la pobreza vuelva a disminuir. La clave es aumentar la productividad y subir las tasas de inversión”, explicó hoy Moreno.
“Una de las estrategias para avanzar en ese campo es el desarrollo de la infraestructura como nos lo recordaba nuestro presidente, el ministro Caputo y como también se ha expresado en estos días, recientemente en la reunión del G20 en Buenos Aires”, agregó.
Según cálculos del BID, la región necesita prácticamente duplicar sus inversiones en infraestructuras de forma constante durante los próximos 30 años, para pasar de la media actual del 2,4% del PIB al 5%, o lo que es lo mismo, unos US$3000 millones anuales.
El gran desafío para los países latinoamericanos es cómo conseguir aumentar las inversiones en infraestructuras cuando al mismo tiempo la mayoría de los países de la región necesitan reducir su déficit público.
La solución pasaría por atraer capital privado, que según Caputo, hay en abundancia en la actualidad en los mercados internacionales y que además busca inversiones a largo plazo con limitado riesgo, algo que la región puede ofrecer.
En los últimos días se ha insistido en que una de las fórmulas más atractivas y efectivas son las asociaciones público-privadas (APP).
Moreno coincidió en el diagnóstico y la solución.
“El sector público no podrá hacerlo sólo por lo que es fundamental incorporar mayor capital privado, incluido el mecanismo de las asociaciones público-privadas. Aquí lo que se trata es de impulsar la competitividad y la conectividad y con ello, la mejora de las condiciones de vida de nuestros ciudadanos”, dijo.
Fuente: Pulso, Sábado 24 de marzo de 2018