DIARIO FINANCIERO – Chile ha finalizado recientemente la licitación del 5G. Con ello, se pone a la vanguardia de la región, ya que es el país sudamericano que ha dispuesto una mayor cantidad de espectro para el desarrollo de esta tecnología
Chile ha finalizado recientemente la licitación del 5G.
Con ello, se pone a la vanguardia de la región, ya que es el país sudamericano que ha dispuesto una mayor cantidad de espectro para el desarrollo de esta tecnología. Aunque ya hay un proyecto piloto en una zona muy delimitada, se estima que su implementación será una realidad el próximo año. El punto de partida es bueno, pero lo deseable es que su expansión sea rápida y llegue lo antes posible a todo el territorio.
Cinco son los factores principales que hay que tener en cuenta para que esto ocurra: redes, disponibilidad de espectro, ecosistema de innovación, clima de negocios y talento.
En cuanto a las redes, Chile necesitó siete años para alcanzar el 50% de la población cubierta con 3G, casi la mitad de años (cuatro) para el 4G, por lo que sería muy positivo mantener el ritmo de aceleración para el despliegue del 5G. No será fácil, ya que requiere una elevada inversión de capital para establecer la red base, que se compone de un número de antenas cuatro o cinco veces mayor que las necesarias para el 4G. Como hemos destacado antes, la disponibilidad de espectro licitada por Chile está bien y parece adecuada para respaldar el 5G.
En cuanto al ecosistema de innovación, las patentes relacionadas con la digitalización representan poco más del 8% del total. Para mejorarlo, se necesitan políticas de incentivos a la inversión y ampliar el gasto en I+D, así como un apoyo amplio entre diferentes sectores para desarrollar soluciones y ecosistemas colaborativos. Falta empujarlo, pero el clima de negocios históricamente ha sido estable en Chile, muy propicio a este objetivo de innovación.
El talento, último factor, también es crítico. Hoy día, en Chile existe un 25% de déficit de profesionales con capacitación digital y sólo se produce cerca de la mitad de los profesionales de TI que se necesitan al año. Por ello, hace falta invertir en educación más tecnológica para que exista una fuerza laboral con la capacitación necesaria para el desarrollo de todo el potencial del 5G.
Los beneficios de la economía 5G son muy amplios e impactarán en todas las áreas de nuestra vida diaria, impactando en una mayor productividad, una mejor competitividad, así como condiciones de salud y seguridad mejoradas. A medida que esta tecnología evolucione, surgirán nuevas ventajas.
Chile parte en buena posición para su desarrollo, por lo que esperamos que pueda ser un ejemplo para el resto de países latinoamericanos.
Fuente: Diario Financiero, Martes 16 de Marzo de 2021